Premio a la Libertad Religiosa

Vida Religiosa | Maricruz Howley/ADH

 

Sacerdote Pedro Narbona recibe Premio a la libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España

 

Por decisión unánime le fue otorgado al sacerdote Pedro Narbona la semana pasada el premio “Libertad Religiosa” de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

 

El director de la Fundación Pontifica en España Javier Menéndez Ros dijo que se le otorga este galardón por “su conjunción de amor cristiano y Fe, como arma infalible para vencer la hostilidad de aquellos que se empeñan en impedir el ejercicio de la libertad religiosa”.

Este premio que se otorga cada dos años quiere destacar “algo positivo dentro de la vulneración y los ataques que se sufren en el mundo por la fe” y, al mismo tiempo resaltar, cómo las comunidades “afrontan este tipo de persecución y acoso con espíritu evangélico, con ánimo de perdón y reconciliación y buscando la paz y el encuentro con los demás” apuntó Javier Menéndez.

 

Pedro Narbona párroco de las iglesias de la Asunción y la Vera Cruz, en Santiago de Chile, al recordar la quema de ambos templos en noviembre de 2019 durante una entrevista en el programa de tv “Fuera de foco de TRECE al Día”, se refirió con estas palabras “Es fuerte, es tremendo, nunca pensábamos que fuera tanto el ensañamiento contra la Iglesia y la comunidad cristiana. Hay testimonios desgarradores, pero no pensamos que llegara a un nivel de violencia tan fuerte”.

Dijo “Somos piedras, esas vivas, las que juntas estamos poniéndonos en pie porque la fe siempre vence” tras los ataques en defensa del derecho de los feligreses a disfrutar de las actividades parroquiales y sosteniendo la profunda convicción de que la Iglesia es indestructible de forma inmaterial.

“Lo que Dios va haciendo en una comunidad, más allá de la materialidad es reconocerse ser cuerpo de Cristo y aunque esté herido se va reconstruyendo por la fe, el mismo Señor va sanando esas heridas, esas llagas que junto a las de Cristo son las llagas del Resucitado y que iluminan y fortalecen la vida de la comunidad y esa resiliencia de ambas comunidades, la Asunción y la Vera cruz”.

“Ya veremos cómo reconstruimos lo material -agregó- pero hoy estamos preocupados y abocados  fundamentalmente a esa reconstrucción que está haciendo el Señor Resucitado y cada uno de nosotros, sin rabia, sin odiosidad, sin rencor al contrario rezando también para que se conviertan los corazones especialmente de aquellos que a través de la violencia, pisotear al otro de jugar con la dignidad del otro”.