Vocacionales | Osiris Núñez, msc
Los misioneros se van, pero la misión
continúa
En junio del 2011, después de cursar mi primer año de teología,
y estando por mes y medio en Haití, conociendo nuestra misión msc en dicho país,
me animé y escribí unas breves líneas sobre mi experiencia en ese país. Con una
digitación deficiente, pues el teclado estaba en francés, envié el texto al P.
Miguel José Vásquez, msc, con timidez y con atrevimiento. La respuesta del
Padre Miguel fue muy entusiasta, motivándome a compartir algunas palabras cada
mes. Y desde esa fecha, hasta el día de hoy, hemos continuado respondiendo a su
invitación.
El 5 de agosto nos hemos sorprendido al recibir la noticia
de su fallecimiento mientras oficiaba una Eucaristía. Y fue una noticia
chocante pues no estábamos preparados para verlo partir, y también porque en
el caminar misionero los compañeros se convierten en más que hermanos. Una
realidad triste, difícil de asimilar, pero con la esperanza en Dios de que nuestro
hermano Miguel, está junto a nuestro Padre en la patria celestial que él nos ha
prometido.
El 7 de agosto recibimos la noticia del fallecimiento del
Padre Lucas Lafleur, msc, misionero de larga data que nos ha dejado un
testimonio grande de como servir al reino de Dios. Hacía unos meses atrás, me
había dicho en su español con acento francés: “me hubiese gustado trabajar
contigo”; yo me reí y luego me sentí orgulloso de que mi hermano Lucas
expresara ese deseo de acompañar a un joven que se está iniciando en el
servicio pastoral.
Se nos han ido dos grandes misioneros, dejan un vacío
afectivo profundo en el corazón, y un trabajo pastoral que no se concluye. ¿Y
ahora qué?... Pues pidiendo fortaleza a Dios, el compromiso es continuar la
misión que, con tanto entusiasmo y entrega nuestros queridos PP. Miguel José y
Lucas habían asumido en sus vidas, por la que se entregaron y gastaron su vida.
Se nos van los misioneros porque llegó su hora, pero la misión de trabajar en
la viña del Señor continúa, ya sabemos que el trabajo es abundante y los
obreros son pocos. Es un desafío para los que aun debemos continuar tan gran
misión que el mismo Jesús nos ha encomendado.
Siguiendo el testimonio del P. Lucas, debemos ser misioneros
creativos para comunicar el evangelio; aprender a dar lo mejor de nuestras
vidas por el reino; ser capaces de guiar con amor y misericordia al pueblo de
Dios; que el entusiasmo del servicio a Dios se contagie a lo demás.
Del P. Miguel, un misionero avanzado a su época por su
capacidad para entender los cambios tecnológicos y de comunicación, nos queda
el legado que debe ser continuado, de aprovechar los nuevos medios para
comunicar la Buena Nueva, utilizando las herramientas que nos ofrece la
tecnología para poder llegar a las nuevas generaciones que viven inmersas en el
mundo digital.
Y al final, pues damos gracias a Dios por la vida de
nuestros hermanos sacerdotes Lucas y Miguel José, por su trabajo, entrega,
dedicación y por ser unos excelentes hermanos de comunidad. Y al dar gracias a
Dios, pedimos su fortaleza para continuar trabajado en su viña, pues el mismo
nos ha llamado para que seamos continuadores de la misión de su Hijo. Los
misioneros se van, pero la misión continúa…
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