Cultura y Vida | Massimiliano Menichetti/VN
Parolin sobre la Navidad "cancelada": así no se
combaten las discriminaciones
"Quien
va contra la realidad se pone en serio peligro". Así, en una entrevista
con los medios de comunicación del Vaticano, el Secretario de Estado de la
Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, sobre el documento de la Comisión
Europea en el que se invita a no utilizar palabras y nombres como Navidad,
María o Juan.
Lamentablemente,
la tendencia es la de homologar todo, sin saber respetar las justas
diferencias, al final se corre el riesgo de destruir a la persona. Es el
comentario del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede,
tras la publicación de un documento interno que tendría el objetivo de evitar
la discriminación e invitar a la inclusión. En el manual para la comunicación
se invita a que se prefiera la expresión "periodo de fiestas" a la de
"periodo navideño". De hecho, para garantizar el derecho de
"toda persona a ser tratada por igual", se suprimen palabras como
"señorita" y "señora", pero también "Navidad" y
nombres como "María" o "Juan". "No estamos prohibiendo
el uso de la palabra Navidad", dice un portavoz de la Comisión Europea.
Su
Eminencia, ¿qué opina de este asunto? ¿Por qué ocurre esto?
R.
- Creo que la preocupación por cancelar toda discriminación es justa. Es un
camino del que cada vez somos más conscientes, y que naturalmente debe
traducirse en la práctica. Sin embargo, en mi opinión, esta no es la manera de
lograr este objetivo. Porque al final se corre el riesgo de destruir, aniquilar
a la persona, en dos direcciones principales. La primera es la diferenciación
que caracteriza a nuestro mundo, la tendencia, por desgracia, es la de
homologar todo, sin saber respetar ni siquiera las justas diferencias, que
naturalmente no deben convertirse en contraposición o fuente de discriminación,
sino que deben integrarse precisamente para construir una humanidad plena e
integral. La segunda es olvidar lo que es una realidad. Y quien va en contra de
la realidad se pone en serio peligro. Y luego está la anulación de las raíces,
especialmente en lo que respecta a las fiestas cristianas, la dimensión
cristiana de nuestra Europa también. Por supuesto, sabemos que Europa debe su
existencia y su identidad a muchos aportes, pero ciertamente no podemos olvidar
que uno de los principales aportes, si no el principal, fue precisamente el
cristianismo. Por lo tanto, destruir la diferencia y destruir las raíces
significa precisamente destruir a la persona.
El
Papa se prepara para emprender un viaje en Europa, donde cultura, tradición y
valores marcan sin duda un camino de acogida. Sin embargo, hay quienes siguen
construyendo una Europa que borra sus raíces...
R.
- Sí, me parece que el Papa, incluso en el video mensaje que dirigió a Grecia y
Chipre antes de su partida hace unos días, subraya precisamente esta dimensión
europea: es decir, ir a las fuentes de Europa, redescubriendo por tanto sus
elementos constitutivos. Ciertamente, la cultura griega es uno de estos elementos.
A continuación, el Papa también se refiere a Chipre como uno de los territorios
europeos de Tierra Santa. Así que me parece que este viaje llega en el momento
justo, es un viaje que nos recuerda precisamente estas dimensiones
fundamentales que no pueden ser borradas. Debemos redescubrir la capacidad de
integrar todas estas realidades sin ignorarlas, sin combatirlas, sin
eliminarlas ni marginarlas.
Publicado
por Vatican News
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