La Iglesia Hoy | Sebastián Sansón Ferrari
Iglesia latinoamericana vuelve a celebrar la
Pascua en comunidad
Salir de las pantallas, reunirse en las calles, llenar los templos,
celebrar la Resurrección de Cristo en comunidad: la Iglesia en América Latina
regresó a la “normalidad” de la Pascua, tras la pandemia. Los pastores expresan
el regocijo de la Pascua en sus mensajes, sin dejar de destacar las
dificultades y los desafÃos en sus respectivas circunscripciones eclesiásticas.
Tras una Semana Santa especial, de reencuentros presenciales en los
templos luego de la pandemia del COVID-19, de ceremonias con menos
restricciones, los católicos latinoamericanos celebran con júbilo la
Resurrección de Cristo.
Las distintas Conferencias Episcopales invitaron a participar de los
distintos oficios y a ser prudentes, respetando los protocolos de bioseguridad
que aún están vigentes, para cuidar la salud de todos. Las transmisiones en
directo a través de los medios de comunicación, las redes sociales y
plataformas online continúan, para facilitar la llegada a quienes están lejos,
solos, enfermos y necesitan una palabra de esperanza.
El santo Pueblo Fiel de Dios ha podido volver a congregarse en las
calles para realizar actividades que estaban interrumpidas a causa de la
emergencia sanitaria. Tal es el caso de las procesiones, las visitas a las
siete iglesias, los VÃa Crucis, las celebraciones multitudinarias en
parroquias, capillas o al aire libre, entre otras prácticas de piedad.
En este ambiente, los pastores de las Conferencias Episcopales y las
Iglesias particulares del continente emitieron sus respectivos mensajes de
Pascua, en muchos de los que subrayan el gozo de esta “vuelta a la normalidad”.
México: “¿Por qué es momento buscar los bienes de
arriba?”
El arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, presidió la
eucaristÃa en el Domingo de Pascua en la Catedral Metropolitana. Su homilÃa giró en torno a la petición de
la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses: “Hermanos: Si habéis
resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba”. En ella, explicó qué significa
esta frase y por qué constituye una guÃa para vivir la Pascua.
Argentina: “Somos responsables todos, unos de
otros”
En su reflexión para
la Pascua, Monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la
Conferencia Episcopal Argentina (CEA), describió que la Argentina vive momentos
muy difÃciles, “asistimos a una cierta descomposición de los vÃnculos entre
actores sociales, reina la profunda desconfianza, se usa un lenguaje agresivo,
muchas veces se maltrata; todo esto entretiene en un sentido y hace perder de
vista el problema fundamental: como atender las necesidades de nuestro pueblo,
especialmente las necesidades más urgentes”.
No podemos -expresó el prelado- negar que el tema de la alimentación
pasa a ser un tema fundamental, como el tema de cubrir todas las necesidades
primarias. “Al mismo tiempo también tenemos que decir que para la creación de
nuevas fuentes de trabajo se necesita mucha creatividad y mucho entendimiento
entre la dirigencia”, añadió.
Ojea invitó a pedirle al Señor “poder poner por encima de todo las
necesidades de nuestro pueblo, que no nos distraigamos en posicionamientos
hacia el futuro que nos distraigan y nos quiten la atención de las necesidades
fundamentales. Estamos al servicio de nuestro pueblo y a él tenemos que
atender”, afirmó.
Brasil: “Estamos llamados a dejarnos bañar por la
luz de la Resurrección”
Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo, arzobispo de Belo Horizonte y
presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), destacó,
en su homilÃa de la
misa de Pascua, “que los cristianos deben buscar para la vida las cosas de lo
Alto, donde está Jesucristo, el Salvador del mundo, como recomienda el apóstol
Pablo, escribiendo a los colosenses”, dijo.
Según Oliveira, esta invitación-recomendación vale para nosotros, sobre
todo cuando experimentamos en nuestro corazón aprietos, dificultades y cuando
lanzamos nuestra mirada sobre el mundo y vemos tanto desajuste.
Uruguay: “Caminemos juntos en la búsqueda de la
verdad”
El Cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, capital de Uruguay,
expresó en su tradicional video pascual que en la noche de
Pascua “nos unimos a la alegrÃa de la victoria de Cristo sobre el pecado y
sobre la muerte”.
Vivimos tiempos difÃciles -aseguró el prelado- y recordó que “acabamos
de salir de una pandemia, estamos viviendo los horrores de una guerra y tenemos
la propuesta de una ley que atenta contra la vida humana”, en referencia al
proyecto de ley sobre eutanasia y suicidio asistido.
En medio de eso, según Sturla, “nos llega la Pascua como un mensaje:
Cristo ha vencido la muerte, el pecado, el mal. Eso nos desafÃa a nosotros, que
somos sus testigos, a anunciar la alegrÃa de la Pascua, en la defensa de la
vida humana y en tratar de ver al otro como un hermano, no como un adversario”.
Colombia: “La humanidad necesita un nuevo amanecer”
Durante la misa de la Resurrección, Monseñor José Luis Rueda Aparicio,
arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, invitó a pedir
al Señor que “quite de nosotros la levadura del pecado, de la mentira, de la
injusticia y renueve nuestra vida personal, familiar, social. Haga de nosotros
panes ácimos de sinceridad y verdad”.
Rueda aseguró “cuatro verdades para nuestra vida”: “El Señor Resucitado
acompaña nuestro camino”; “El Señor Resucitado dialoga, escucha, se interesa
por nosotros”; “El Señor Resucitado es cercano”; “El Señor Resucitado nos
renueva a todos”.
Panamá: El júbilo del reencuentro
En una nota emitida el 17 de abril, la Arquidiócesis de Panamá expresó
que, “después de dos años de no celebrar la Semana Santa a causa de la
pandemia, los panameños se desbordaron en manifestar públicamente su fe, en
procesiones, eucaristÃas y dramatizaciones recordando la Pasión, Muerte y
Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, organizadas en poco tiempo luego del
anuncio de las autoridades de salud, de permitir los eventos masivos guardando
las medidas de bioseguridad”.
El comunicado también recoge el mensaje del arzobispo de Panamá, Mons.
José Domingo Ulloa, durante el Domingo de Resurrección, quien destacó el
compromiso que tienen los cristianos frente a una cultura que “pretende poner
entre paréntesis a Dios, a la religión y al Evangelio”, donde el hombre de hoy
-se lee en el texto- no está abierto al mensaje de salvación; en un mundo de
laicismo a ultranza, “con una cultura hostil a la presencia de Dios y de la
religión en el ordenamiento social”.
Ecuador: “Jesús ha resucitado para que llevemos su
vida a todos”
En Ecuador, Monseñor José Adalberto Jiménez Mendoza, el vicario
apostólico de Aguarico un cantón ubicado en la provincia de Orellana, en la
región amazónica, envió un saludo fraterno y alegre, “porque Cristo, nuestra
Pascua y Quien da sentido a nuestra vida y vocación ha Resucitado, mostrándonos
que su Amor lo puede todo, porque vence a la muerte”.
Monseñor Jiménez afirmó que “en nuestra misión y camino sinodal que
hemos emprendido al encontrarnos con cientos de personas hemos tocado la muerte
de muchas maneras: en la guerra de Rusia contra Ucrania y otras guerras en
otros paÃses y al interior de muchas comunidades y familias; en la corrupción;
en las muertes violentas; en el hambre; en las divisiones y violencia
intrafamiliar; entre los emigrantes que sufren el rechazo; en la indiferencia;
en la injusticia; en el dolor de los enfermos y en la soledad de cada persona
privada de libertad y en cada pobre..”.
Hemos visto también -aseguró- la muerte en la destrucción de la Casa
Común y de los Pueblos que habitan la AmazonÃa; en la contaminación de la
selva, de sus rÃos, en la deforestación de sus bosques, en el atropello a los
indÃgenas…
Bolivia: La importancia de ayudar en la
reconstrucción de la humanidad frágil y destruida
Monseñor Oscar Aparicio, obispo de Cochabamba, animó a ser
testigos de la Resurrección, que infunda el gozo pascual en un mundo “donde
sigue presente la deshumanización, la guerra, el odio, la venganza, la
división, la muerte. La resurrección y la salvación que nos trae el Señor no
solo hay que vivirla, hay que también quererla y adoptarla”.
“Nuestros odios nos llevan a demasiado a destruir al ser humano. Nuestra
ansia de poder llega a extremos enormes. Sin embargo, este que deberÃa estar
entre los muertos no está porque vive, y esto es también para nosotros. De
nosotros se dirá, gracias a Jesús, buscas a aquel que está entre los muertos o
crees que está entre los muertos, no lo busques, ha resucitado, Él vive”, dijo.
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