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El cardenal Sodano trabajó por la paz con competencia y
dedicación
Durante
sus años de servicio a la Santa Sede “creyó firmemente en Cristo y lo siguió
fielmente, sirviéndolo con amor y dedicación a la Iglesia y a su Vicario”. Ante
la presencia del Papa Francisco, lo recordó el cardenal Giovanni Battista Re,
decano del Colegio cardenalicio, durante las exequias del cardenal Angelo
Sodano, quien vivió 71 años de sacerdocio y 60 al servicio de la Santa Sede,
tras haber dado sus primeros pasos en América Latina
Esta
mañana a las 11.00, ante la presencia del Papa Francisco, tuvo lugar el funeral
del cardenal Angelo Sodano, fallecido en Roma a los 94 años y medio de edad,
tal como lo recordó el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio
cardenalicio durante la misa exequial. El Santo Padre presidió el rito de la
última "Commendatio" y de la "Valedictio".
En
su homilía el cardenal Re comenzó refiriéndose a las palabras del Evangelio
según san Juan: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí,
aunque muera, vivirá” que proyectan los pensamientos hacia la vida eterna, “que
Cristo, con su muerte y resurrección, ha obtenido como don para los que han
creído y esperado en él”.
“Tenemos
un destino de eternidad”
“La
muerte, en efecto, para un cristiano, no es sólo un hecho natural que hay que
aceptar con realismo y dignidad. La muerte es la puerta que nos abre el camino
al encuentro más elevado, el encuentro personal con Dios. Tenemos un destino de
eternidad”
“Esta
certeza – prosiguió diciendo el decano del Colegio cardenalicio – iluminó toda
la existencia del cardenal Angelo Sodano, a quien el Señor llamó a sí desde el
lecho de un hospital donde llevaba tres semanas ingresado”.
María
puerta del paraíso
Recordó
asimismo que hace cuatro años, habiendo cumplido noventa años, el cardenal
Sodano había escrito en su testamento espiritual que esperaba con serenidad la
hora en que el Señor lo llamara a sí, al término de su vida terrenal.
“Una
vez más renuevo mi acto de fe, esperanza y caridad, tal como lo aprendí de niño
en las rodillas de mi madre. Con esta actitud interior miro al Señor, esperando
que un día me reciba misericordiosamente entre sus brazos. Con el mismo
sentimiento miro a María Santísima, invocada desde mi juventud como la ‘puerta
del paraíso’”
El
cardenal Re decano del Colegio cardenalicio destacó que el cardenal Sodano
vivió 71 años de sacerdocio y 60 al servicio a la Santa Sede. Mientras “en los
casi 16 años en que fue el primer colaborador del Papa, trabajó por la paz con
competencia y dedicación”, aunque “no faltaron momentos de especial compromiso
debido a la complejidad de las situaciones geopolíticas”.
Formación
y apostolado
Después
de recordar su formación y trayectoria a partir de su ordenación sacerdotal de
1950, tras licenciarse en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana – en
que dedicó su ministerio a la enseñanza y al apostolado entre la juventud
estudiantil como asistente de la FUCI y del Movimiento de graduados católicos –
el cardenal Re afirmó:
En
América Latina
“En
1961 entró al servicio de la Santa Sede y sus primeros pasos fueron en América
Latina en las Nunciaturas Apostólicas de Ecuador y luego en Uruguay y Chile.
Fue una experiencia interesante para él, pero también exigente porque eran los
años del Concilio Vaticano II y el primer período post-conciliar”
En
Roma y Europa
“En
1968 fue llamado a Roma para formar parte del entonces Consejo para los Asuntos
públicos de la Iglesia” y, bajo la dirección del entonces arzobispo Agostino
Casaroli, “se dedicó a las relaciones de la Sede Apostólica con Europa del Este
y tuvo la oportunidad de visitar Rumanía, Hungría y Alemania del Este”, cuando
Europa se dividía en dos bloques, recordó también el cardenal Re.
El
decano del Colegio cardenalicio recordó, además, que el Papa Pablo VI lo nombró
Nuncio apostólico en Chile con la dignidad de arzobispo.
Una
nación que conocía, aunque su situación era ya diferente, puesto que atravesaba
un momento crítico a causa de la disputa con la Argentina por el territorio del
Beagle.
“Una
de sus primeras tareas fue cooperar en la iniciativa de mediación que el Papa
Juan Pablo II había confiado al cardenal Antonio Samoré, con quien monseñor
Sodano colaboró con gran empeño. Fueron años difíciles para Chile también por
la dictadura del general Pinochet”
Juan
Pablo II y Benedicto XVI
Asimismo,
el purpurado recordó que, en 1988, el Papa Juan Pablo II lo llamó a Roma y lo
nombró Secretario para las Relaciones con los Estados; dos años más tarde,
pro-secretario de Estado y, poco después, Cardenal y Secretario de Estado,
cargo que siguió ocupando con el Papa Benedicto XVI durante un año y medio.
Primer
colaborador del Papa
“En
los casi 16 años en que fue el primer colaborador del Papa, trabajó por la paz
con competencia y dedicación. No faltaron momentos de especial compromiso
debido a la complejidad de las situaciones geopolíticas: basta pensar en el
final de la Guerra Fría, el conflicto del Golfo Pérsico, la guerra de Iraq, los
conflictos de los Balcanes, el trágico 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y
el posterior crecimiento del terrorismo en el mundo”
Disposición
a ayudar
“Muchos
de nosotros – prosiguió el cardenal Re – pudimos apreciar de primera mano el alto
sentido del deber del cardenal Sodano”. Su “sentido del deber”, sus dotes de
intelecto y de corazón, su “sensibilidad hacia los objetivos pastorales de la
acción de la Iglesia en el mundo, su sabiduría para evaluar los acontecimientos
y las situaciones, y su disposición a ayudar, buscando soluciones adecuadas en
cada caso”.
El
tema del amor a la Iglesia le era familiar
“Durante
sus largos años de servicio a la Santa Sede, el cardenal Sodano creyó
firmemente en Cristo y lo siguió fielmente, sirviéndolo con amor y dedicación a
la Iglesia y a su Vicario”
Después
de afirmar que “el tema del amor a la Iglesia le era familiar”, “subrayando que
no basta con creer en el misterio de la Iglesia, sino que es necesario amarla
no de forma abstracta, sino trabajando en sus instituciones, compartiendo los
problemas cotidianos de una Iglesia que enseña, una Iglesia que santifica y una
Iglesia que conduce en la caridad”, el cardenal Re recordó sus últimos
servicios.
Dedicado
a la oración
En
efecto, tras cesar en su cargo de Secretario de Estado en el año 2006, el
cardenal Sodano continuó ofreciendo su contribución a la Santa Sede en su
función de Decano del Colegio cardenalicio hasta finales de 2019, cuando, “al
declinar sus fuerzas, renunció a este cargo, dedicándose cada vez más a la
oración”.
“Ahora
su alma está en la luz de Dios”
Ahora
su alma está en la luz de Dios. La primera lectura nos ha recordado que
"las almas de los justos están en manos de Dios". Y “su esperanza no
ha sido defraudada”: está "llena de inmortalidad".
Y
junto a los presentes el cardenal Re invitó a encomendar su alma a Dios,
invocar la misericordia divina para el querido difunto y hacer propia la
oración que el Coro cantaría tras la bendición del cuerpo impartida por el
Santo Padre.
Publicado
por Vatican News
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