Convivencia | Hoy
Haití: Miles de niños sin escuela por la guerra entre bandas
Puerto
Príncipe- Miles de niños se han quedado sin escuela por la guerra de bandas que
se desarrolla en la capital de Haití desde el pasado 24 de abril y que ha
llevado a miles de personas a malvivir en refugios insalubres.
Los
conflictos, que se concentran en el norte de Puerto Príncipe, han impedido a
500.000 escolares asistir a las clases desde finales de abril, según Unicef.
Varios
menores también han sido asesinados y secuestrados en medio de estos
enfrentamientos, que les han costado la vida a al menos 188 personas, entre
ellos 92 civiles y 96 miembros de bandas, mientras que 12 personas están
desaparecidas, 113 resultaron heridas y 49 fueron secuestradas en estas tres
semanas, de acuerdo con la ONU.
Escuelas
convertidas en refugios
Ejemplo
de la grave crisis derivada de la guerra entre bandas es el refugio temporal en
el que se ha convertido una antigua escuela ubicada frente a la plaza pública
de Clercine, en Tabarre, próxima a la embajada de Estados Unidos en Puerto
Príncipe, donde 150 niños y sus familiares viven abandonados a su suerte.
Mackenley
Cadet, de 9 años y quien cursa el segundo de primaria, recuerda a Efe los
libros que dejó atrás hace un mes en la barriada de Butte Boyer, pero también a
sus amigos y compañeros de escuela.
Sin
embargo, el menor, quien viste la misma ropa desde hace días, dice que sigue
estudiando y leyendo por cuenta propia porque quiere ser “excelente».
Cadet,
así como los demás niños de este refugio, lo han perdido todo, lo que se
refleja en sus rostros, aunque tratan de distraerse jugando y corriendo en
medio del incesante ruido.
En
un rincón del refugio, un grupo de tres niños, de entre 5 y 9 años, tratan de
repasar lo aprendido en la escuela, cuentan del 1 al 15 y leen juntos un libro
llamado “Ti Malice».
La
vida de campamento sustituye la vida escolar
Actualmente,
casi 1.700 escuelas están cerradas en el área metropolitana de Puerto Príncipe
debido a los enfrentamientos, que han dejado sin hogar a al menos 9.000
personas, muchas de las cuales se han refugiado precisamente en centros
educativos.
Muchos
de estos niños vivían tranquilamente en Butte Boyer, en la entrada norte de
Puerto Príncipe, pero junto a sus familiares se vieron obligados a desplazarse
hasta la escuela de la plaza pública de Clercine que, en cuatro habitaciones,
acoge a unas 300 personas.
Jesilhomme
Pierre, de 43 años, es padre de tres niños, cuya casa fue destruida por el fuego
de los grupos armados, por lo que se refugiaron en este viejo centro de
enseñanza. “Los niños no pueden ir a la escuela… Todavía no han terminado sus
exámenes”, se lamentó Pierre en declaraciones a Efe, a un mes de que finalice
el curso escolar.
“Pensábamos
que habría una tregua, pero se anuncia que la situación volverá a empeorar”,
dijo.
Temor
de ir a las escuelas
Unicef
denunció que los padres y los niños temen ir a las escuelas para evitar ser
objetivo de las pandillas.
“Las
familias, las mujeres, y los niños, niñas y adolescentes tienen miedo de salir
de casa. Los niños y niñas tienen miedo de ir a la escuela”, dijo Bruno Maes,
representante de Unicef en Haití, en un comunicado, en el que calificó de
“inaudito” lo que sucede.
Muchas
escuelas han cerrado por la extorsión de las bandas, que obligan a los
directores a pagarles tasas para garantizar la seguridad.
Sin
salida a la vista
Como
muchos otros padres desplazados, Jésilhomme Pierre pide ayuda al Estado para
que sus hijos puedan volver a las aulas.
En
Haití, las familias ven en la educación la única forma de salir de la miseria
en la que se encuentran, por lo que muchos padres hacen esfuerzos inimaginables
para enviar a sus hijos a la escuela.
Hasta
ahora, las autoridades no han dicho nada sobre la reubicación de los
desplazados, que no saben a dónde acudir, viviendo en condiciones inhumanas,
sin alimentos y sin acceso a agua o electricidad.
Publicado
por el periódico Hoy (original de EFE)
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