Actualidad Mundial | Agenzia Fides
“El mundo, y África en particular, tiene hambre: hay que
superar la lógica del egoísmo”, el Presidente de la SECAM en el mensaje de
Pentecostés
“Este
año celebramos Pentecostés en medio de muchos desafíos. El año 2022 está
marcado por una escala de hambre sin precedentes en todo el mundo, debido a los
efectos de la pandemia COVID 19, el cambio climático, las guerras prolongadas
y, en particular, la guerra en Ucrania”, afirma el cardenal Philippe
Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo de Uagadugú (Burkina Faso), en su mensaje de
Pentecostés como presidente del SECAM/SCEAM (Simposio de Conferencias
Episcopales de África y Madagascar).
“Según
las conclusiones del Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias (Global
Report on Food Crises - GRFC) 2022, unos 193 millones de personas se vieron
afectadas por la inseguridad alimentaria grave y necesitaron ayuda urgente en
53 países/territorios en 2021, y se espera que las perspectivas de la
inseguridad alimentaria aguda mundial en 2022 empeoren aún más que en 2021”, recuerda
el cardenal.
“La
mayoría de los países afectados por la hambruna están en África” subraya. De
hecho, según la FAO, los niveles de inseguridad alimentaria extrema en África
“casi se han cuadruplicado entre 2019 y 2022”, y más de 281 millones de personas
pasarán hambre en 2021.
El
Presidente del SECAM recuerda a los fieles que, como “discípulos de Jesús hoy,
estamos invitados a romper la lógica del acaparamiento egoísta de bienes y
aprender a compartir con los demás”. “Los bienes, en efecto, son un don de Dios
para todos los hombres y pertenecen a todos”, ha subrayado el cardenal
Ouédraogo, recordando el Concilio Vaticano II: “Dios destinó la tierra y todo
lo que contiene para el uso de todos los hombres y de todos los pueblos, y, por
tanto, los bienes creados deben ser compartidos por todos por igual, según la
regla de la justicia, inseparable de la caridad” (GS 69).
El
presidente de la SECAM ha lanzado un llamamiento “a los gobiernos y a las
organizaciones humanitarias para que hagan todo lo posible para que nadie muera
por falta de alimentos. También hay que fomentar el desarrollo de políticas y
programas eficaces que valoricen la producción local de alimentos y combatan el
desperdicio de los mismos, protejan las tierras de cultivo y garanticen el acceso
de los agricultores. Porque la solución al hambre no se conseguirá sólo con
ayuda alimentaria. La ayuda alimentaria debe considerarse como una solución
temporal y con el objetivo de permitir a una determinada población sobrevivir
en una situación de crisis”.
El
cardenal Ouédraogo ha concluido recordando que “Pentecostés es también la
fiesta de la paz. Fue con el soplo del Espíritu Santo que Jesús dijo: «La paz
esté con vosotros» (Jn 20,21). Recemos, pues, por la paz en el mundo y
especialmente en nuestro continente. Que el Espíritu de Pentecostés nos haga
caer en la cuenta de que “la construcción de la paz social en un país no se
acaba nunca, sino que es una tarea que no da tregua y que requiere el
compromiso de todos. ¡Todos podemos ser instrumentos de paz y trabajar por la
paz!”.
Publicado
por Agenzia Fides
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