Fe y Vida | José Calderero de Aldecoa
La
familia Echeverría se involucra en la posible causa e incluso ha creado una
sociedad civil con la que recaudar fondos para costearla. «Que se sepa cómo
vivió puede ayudar a muchas personas»
El 3 de junio de 2017 Ignacio Echeverría encontró la muerte mientras
intentaba salvar a varias personas que estaban siendo atacadas por terroristas
en el puente de Londres. Cinco años después de aquella fecha, la iglesia de Las
Rozas frecuentada por los Echeverría, la iglesia de San Miguel, acogió una Misa
por su eterno descanso. «Solo pudo acudir uno de mis hijos, porque el resto de
la familia estábamos en Francia para la Primera Comunión de una nieta», explica
Joaquín Echeverría en conversación con Alfa y Omega. Unos
días después la verdadera parroquia de los Echeverría, la iglesia de la
Visitación, acogió otra Eucaristía a la que sí pudo acudir toda la familia. «Se
celebró el pasado miércoles, 8 de junio, y estuvo presidida por el obispo
auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino», añade el padre del héroe del monopatín, quien, por otro lado, asegura que
la jornada no tiene un significado especial para la familia: «Para nosotros
todas las fechas son iguales. Ignacio murió hace cinco años, sí, pero nosotros
nos acordamos de él a diario».
Que haya pasado un lustro, sin embargo, sí que cambia en algo la
situación, pues es el plazo mínimo que la Iglesia establece para que se pueda
iniciar de forma oficial una causa de canonización. En el caso de Ignacio, cuyo
asesinato coincidió con la aprobación por parte del Papa de una nueva vía de
acceso a la santidad –el ofrecimiento de la vida por los demás–, ya se han dado
algunos pasos previos. Todo comenzó en 2017 con Martínez Camino. «El primero
que habló de la causa fue él, durante unas jornadas universitarias que se
celebraron poco después del atentado», confirma Joaquín. Un año después, «vino
a Las Rozas para presidir la Misa en recuerdo de Ignacio y volvimos a hablar».
Por último, «nos convocó en su despacho del Arzobispado. Acudimos mi mujer y yo
y nos preguntó si estaríamos interesados en abrir, en un futuro, la causa».
Joaquín y Ana dijeron que por supuesto, pero que «no considerábamos que
tuviéramos pito que tocar». Camino «nos dijo que estábamos equivocados, que sin
el interés de la familia no tenía sentido iniciar el proceso, y nos aconsejó
que constituyéramos un grupo que se dedicara a hacer lo necesario para la
apertura y el desarrollo de la causa. Y en eso estamos ahora mismo», asegura
Joaquín Echeverría.
«Vale
la pena ser decente»
Desde hace aproximadamente ocho meses, los Echeverría están trabajando
en la creación de una asociación, que acaba de ser aprobada por el arzobispo de
Madrid, cardenal Carlos Osoro. De ella forman parte distintas personas que
conocieron a Ignacio en algún momento de su vida. «Hay dos amigos de Ignacio,
uno de la infancia y otro de su trabajo, varios parientes y algunos amigos de
la familia», confirma el padre. Hasta el momento, el trabajo de la asociación
se ha limitado a establecer una serie de contactos que puedan ser útiles para
cuando el futuro postulador se dedique a investigar la causa. Por otro lado,
están recopilando toda la información que se publica acerca del héroe del monopatín. Además de la asociación, «hemos
creado una sociedad civil con la que vamos a registrar una serie de marcas para
vender merchandising y así recaudar dinero para costear
el proceso», adelanta Echeverría padre, que también tiene previsto ceder todas
las condecoraciones que le concedieron a su hijo, así como distintas prendas del
joven e incluso uno de sus monopatines, para que esté todo expuesto en la
parroquia de la Visitación.
El objetivo de todas estas actuaciones no es ver la estampa de Ignacio
colgada de la plaza de San Pedro, que también, sino que su ejemplo llegue a más
personas. «Que se iniciara el proceso tendría un efecto multiplicador en la
difusión de su figura. Y que la gente se acuerde de él, sepa lo que hizo y cómo
vivió, creo que puede ayudar a muchos», asegura Joaquín Echeverría. «La vida de
Ignacio fue ejemplar en mil aspectos. Él, por ejemplo, supo rechazar muchas de
las tentaciones a las que todos estamos sujetos. También destacaba por estar
siempre pendiente de los demás, o por tratar de ganarse la vida decentemente.
Su figura habla de que vale la pena ser decente aunque te cueste la vida».
Con idéntico objetivo, la entidad Ven
y Verás Educación creó –con el beneplácito de la familia– el
musical Skate Hero, que recrea las últimas horas de vida de
Ignacio y que está ayudando a propagar su legado. «Ahora se va a representar en
el Encuentro Europeo de Jóvenes, en Compostela, y más tarde en Perú», confirma
Joaquín. La última actuación tuvo lugar en marzo en la Cubierta de Leganés, con
un éxito rotundo de público, y al finalizar se repartió un marcapáginas que
contiene una oración para la devoción privada de los fieles con la que pedir
favores por la intercesión de Ignacio.
En monopatín hacia el cielo
1978: El 25 de mayo de 1978 nació Ignacio Echeverría en Ferrol. Vivió en
Galicia hasta los 9 años.
2016: Estudió Derecho y trabajó en el sector bancario. Tras quedarse en el
paro en 2016, se marchó a Londres.
2017: El 3 de junio de 2017 volvía de patinar cuando se topó con un atentado y
se lanzó contra los terroristas.
2018: El 19 de julio de 2018 el joven recibió a título póstumo la George Medal
otorgada por la reina Isabel II.
2022:
- Tras la actuación de Skate Hero, el 11 de
marzo, se entregó una oración para pedir favores a Ignacio.
- El 3 de junio se cumplió el quinto aniversario de
la muerte de Ignacio. Se celebró una Misa el día 8 en Las Rozas.
- Durante el mes de junio se ha aprobado la
asociación creada para impulsar su causa de canonización.
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