La Familia | Natalia Posada/LFI
Cuando la familia y el colegio trabajan de la mano, los más
beneficiados son los hijos
Los
principales agentes educadores de los hijos son la familia y el colegio. Ambos
deben ir en la misma dirección, compartir una filosofía similar y ser
coherentes con lo que se enseña en cada escenario.
El
colegio debe reafirmar lo que se aprende en casa y viceversa. Es por eso, que
es tan importante que los padres se sientan identificados con el colegio, ya
que tienen un proyecto común de educación.
Los
padres no deben dejarle todo el esfuerzo a la escuela. Ambos tienen sus
funciones delimitadas y el colegio nunca podrá llenar el vacío que deja la
familia, pues es ella la primordial fuente de amor y educación de los hijos. El
colegio es quien continúa la labor desarrollada en el hogar, es el apoyo de los
padres y es quien ratifica lo que allí se enseña.
Cuando
hablamos de formación, debemos percatarnos de transmitir un ideario coherente y
unos mismos valores. Es así como escuela y familia se convierten en aliados.
Ambas partes deben coincidir frente a los principales campos de la formación
integral: el campo material, el campo intelectual, el campo humano y el campo
espiritual.
“Estos
campos no podemos verlos nunca como entes aislados. Los niños en ningún tema
que incumba a su educación, pueden tener dos puntos de vista o dos fuentes de
información diferentes. Al elegir el colegio tendremos que tener siempre en
cuenta y por encima de todo, nuestras costumbres, nuestra forma de pensar y en
definitiva lo más importante, nuestro estilo y formas de vida. Y cuando en algún
tema esto no se cumpla, habrá que poner en la balanza para saber en conciencia
que es lo que conviene a nuestros hijos” expone Virginia Uribe de
Sontushijos.com.
La
función del colegio
Para
la escuela es fundamental conocer el entorno familiar en donde se desarrolla el
niño o el joven, con el fin de comprenderlo mejor, ayudarle en algún momento
determinado, y establecer un modelo educativo teniendo en cuenta las
condiciones personales e historia familiar.
Asimismo,
padres de familia y colegio deben evitar desautorizarse entre sí, por ejemplo,
cuando en casa excusan al estudiante por no haber hecho una tarea o no haber
asistido a clase sin causa justificada. Por ende, los padres también deben
convertirse en el soporte de la escuela y estar en la misma sintonía.
Desde
la familia
Como
sabemos, los padres son el principal ejemplo de sus hijos. Si los chicos
observan que en casa hay una actitud abierta y una relación recíproca con el
colegio, ellos se harán conscientes de que ambos conforman un equipo que tiene
como objetivo principal su bienestar e integral educación.
Por
eso es importante que los padres participen en las diferentes actividades
programadas por la escuela, tengan contacto con los profesores, conozcan a los
compañeros de sus hijos y a sus familias, apoyen a la escuela en algún comité,
acudan al colegio cuando tengan dudas, preocupaciones o quejas.
También
es importante que los padres se refieran al colegio en términos positivos y
muestren una actitud alentadora hacia los hijos. Es muy difícil exigirles que
quieran el colegio cuando como padres expresamos totalmente lo contrario.
Cuando
la familia y el colegio trabajan en conjunto, los más beneficiados son los
hijos, así les brindamos una educación integral.
Publicado
por LaFamilia.info
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