Testigos de la Fe | Renato Martinez
L’Aquila. Sacerdote colombiano: El Papa
viene a darnos mucha esperanza
A pocos días de la visita pastoral del Santo Padre a la diócesis
italiana de L’Aquila, don Juan De Dios Vanegas Gallego, sacerdote colombiano
incardinado en esta diócesis, comparte su testimonio de esperanza e invita a
experimentar la misericordia de Dios a través del sacramento del perdón.
“Él Papa vendrá a acompañarnos, a darnos un testimonio de esperanza, no
solo a las personas de esta región, sino también a las personas que están en
las ciudades limítrofes”, lo dijo don Juan De Dios Vanegas Gallego, sacerdote
colombiano -Director de la Oficina diocesana de Misiones de la Diócesis de
L’Aquila, Italia- explicando las expectativas de la visita pastoral del Papa
Francisco a esta diócesis italiana, el próximo 28 de agosto, con ocasión de la
celebración de la 728 “fiesta del perdón” (perdonanza celestiniana) y apertura
de la Puerta Santa.
Del Valle del Cauca a los Abruzos italianos
El sacerdote natural de Restrepo, ciudad situada en el Valle del Cauca
(Colombia) es uno de los 8 presbíteros latinoamericanos incardinados en la
Diócesis de L’Aquila, y se encuentra en Italia desde hace más de 25 años. “Vine
a Roma a estudiar teología, y mientras estaba estudiando en la Universidad
Gregoriana conocí a otro sacerdote colombiano que estaba incardinado en la
Diócesis de L’Aquila. Entonces – explica Don Juan De Dios – empecé a frecuentar
la diócesis, conocí al Obispo de ese entonces, que era monseñor Giuseppe
Molinari y después de conocernos, me invitó a quedarme aquí en la diócesis y me
ordené sacerdote aquí, hace 21 años”.
Desde entonces ha ocupado algunos cargos como el de Asistente espiritual
en el Movimiento Cristiano de Trabajadores, Director de la Oficina para la
Pastoral del Trabajo y de los Migrantes, Administrador parroquial y Notario en
el Tribunal Eclesiástico Metropolitano.
La experiencia misionera fuera de la diócesis
Actualmente, don Juan De Dios Vanegas es Director de la Oficina
diocesana de Misiones de la Diócesis de L’Aquila, cargo que asumió tras su
experiencia misionera en África. “Nosotros, aquí en L’Aquila, en el 2009
tuvimos un terremoto que destruyó prácticamente la ciudad y en ese momento tuve
la posibilidad de conocer a muchísimas personas que nos colaboraron y con esas
personas nacieron grandes amistades. Muchas de estas personas trabajaban en
África con misiones y allí – precisa el sacerdote – llegué a envolverme en ese
mundo y empecé a conocer un poquito más sobre la misión. El año pasado mi
Obispo después de que había conocido que había viajado a África y que había
conocido este mundo, me invitó a dirigir la Oficina Diocesana de Misiones”.
La “perdonanza celestiniana” o fiesta del perdón
El sacerdote colombiano recuerda la historia de la “perdonanza
celestiana” o “fiesta del perdón”, que este año se celebra el número 728 de la
ciudad de L’Aquila. “El Papa Celestino V, abdicó, y él hizo construir la
Basílica de Santa María de Collemaggio. Él emitió una Bula pontificia (Inter
sanctorum solemnia, ndr) donde en 1294 empezó a conceder la Indulgencia
Plenaria a todo aquel que, confesándose y arrepintiéndose, se acercara a la
Basílica, desde las vísperas del 28 de agosto a las vísperas del 29 de agosto,
cada año. Las personas deben atravesar la Puerta Santa que viene abierta para
ese evento y ésta se llama “la perdonanza”, o “el camino del perdón”. La
Basílica de Santa María de Collemaggio, es la única que tiene una Puerta Santa
fuera de las cuatro Basílicas de Roma. En este momento, esta Puerta Santa es un
patrimonio inmaterial de la UNESCO y fue elegida así en el año 2019.
El Papa viene a darnos un testimonio de esperanza
Asimismo, don Juan De Dios Vanegas explica cómo nació la visita pastoral
del Papa Francisco a las diócesis de L’Aquila. “El cardenal Giuseppe Petrocchi,
Obispo de la diócesis, hace un año decidió proponerle al Papa si podía
visitarnos para este evento tan grande de la ‘diócesis aquilana’. Y el Papa
escuchó su petición y este año vendrá a abrir la Puerta Santa. El domingo las
expectativas son muy grandes”.
“El Papa es una persona latinoamericana, él ya tiene sus añitos encima y
de pronto en este momento está también un poquito agobiado, porque él tiene un
problema de una rodilla, tiene problemas para deambular, pero yo pienso que eso
será un gran designio para este Iglesia de L’Aquila, porque él estará cercano a
través de su vida, no solamente en la espiritualidad, sino a través del
sufrimiento físico a todas las personas que en éste momento tienen de pronto
alguna angustia por una enfermedad, por un dolor, porque él a pesar de sus achaques
digamos, así, es una persona que está llevando el nombre de Cristo a toda la
Iglesia, en este caso a ‘la Iglesia aquilana’ específicamente. Él vendrá a
acompañarnos, a darnos un testimonio de esperanza y pienso que esas sean las
cosas más importantes para todas las personas que vendrán, porque no se
acercaran a L’Aquila solo las personas de esta región, sino también personas
que están en las ciudades limítrofes”.
Redescubrir la misericordia de Dios
En este sentido, el sacerdote colombiano dijo que, la cosa más
importante es entender de verdad el sacramento de la penitencia. “Mucha gente,
cuando uno habla con ellos dice, yo me confieso directamente con Dios porque yo
sé que el sacerdote también es pecador. Yo pienso que será muy importante el
hecho de entender que a pesar de que el sacerdote que confiesa también sea una
persona pecadora es más grande la misericordia de Dios. Entonces buscar este
sacramento es como alimentar el alma, liberarse de pronto de las cosas que uno
sabe que está haciendo mal y escuchar la palabra de otra persona que es
completamente neutral, que te ayude entender dónde te estás equivocando”.
Entonces lo fundamental es descubrir de nuevo el sentido de este sacramento de
la penitencia y más en una situación tan particular como ésta, que se llama
precisamente la “fiesta del perdón” o “perdonanza”.
Devolver la esperanza a la gente con el perdón
Finalmente, don Juan De Dios Vanegas dijo que vivir este evento del
“perdón celestiniano” es muy importante, porque somos muy privilegiados de
tener esta Puerta Santa fuera de las cuatro Basílicas de Roma, es una gracia y
yo tengo la fortuna de vivir precisamente en esta ciudad. “Del 28 hasta el 29
de agosto, durante toda la noche, muchos sacerdotes confesaremos a las personas
que vendrán llenas de problemas o de angustias, y después, tú ves como el
rostro de esas personas se transformaran, se renuevan, volviéndose de verdad
lleno de esperanza”.
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