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Por una Iglesia sinodal y misionera, los pasos
hacia el Sínodo 2024
Los cardenales Grech y Hollerich escriben a los
obispos del mundo explicando las etapas de trabajo para los próximos meses con
vistas a la asamblea del próximo año
Continúan los trabajos del Sínodo sobre la Sinodalidad
con vistas a la sesión conclusiva de octubre de 2024, y las Iglesias están
llamadas a reflexionar sobre el documento de síntesis publicado el pasado mes
de octubre, a promover nuevas consultas y a preparar contribuciones para los
trabajos del próximo año. Los obispos de todo el mundo han recibido de la
secretaría del Sínodo un documento de cuatro páginas acompañado de una carta de
los cardenales Mario Grech (secretario general) y Jean-Claude Hollerich
(relator general).
El documento subraya en primer lugar la importancia de
la experiencia vivida por los miembros del Sínodo, recordando que "su relato
puede transmitir la riqueza de una experiencia que ningún texto puede condensar
y que, en cambio, constituye una parte irrenunciable del don que hemos
recibido". A continuación, se explica que el proceso sinodal seguirá
determinadas líneas. Se precisa, citando palabras pronunciadas por el Papa
Francisco al aprobar este documento, que "el Sínodo trata sobre la
sinodalidad y no de un tema u otro... Lo importante es cómo se
hace la reflexión, es decir, de manera sinodal".
Respecto a cada uno de los temas que han surgido hasta
ahora, el documento subraya que algunos de ellos "deben ser tratados a
nivel de toda la Iglesia y en colaboración con los Dicasterios de la Curia
Romana, como, por ejemplo, el estudio preliminar con vistas a la actualización"
del Código de Derecho Canónico, de la Ratio fundamentalis sobre
la formación de los ministros ordenados o la profundización de la investigación
teológica y pastoral sobre el diaconado y el acceso de las mujeres al
diaconado. "Como fruto de los trabajos de una Asamblea sinodal, se
presentará al Santo Padre una lista de estos temas. Sobre los que él indique,
se convocará a grupos de expertos de todos los continentes para trabajar, con
la implicación de los Dicasterios competentes de la Curia Romana, en una
dinamización eclesial coordinada por la Secretaría General del Sínodo". En
la sesión de octubre de 2024 se presentará un informe sobre la marcha de estos
trabajos.
La cuestión fundamental indicada para continuar los
trabajos es: "¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?". El objetivo
es identificar los caminos a seguir y los instrumentos a adoptar para
"potenciar la originalidad de cada bautizado y de cada Iglesia en la
misión única de anunciar al Señor resucitado y su Evangelio al mundo de
hoy". No se trata, por tanto -afirma el documento-, de limitarse al plan
de mejoras técnicas o de procedimiento que hagan más eficaces las estructuras
de la Iglesia, sino de trabajar en las formas concretas del compromiso
misionero al que estamos llamados, en el dinamismo entre unidad y diversidad
propio de una Iglesia sinodal".
A este respecto, se cita el número 27 de la Evangelii
gaudium, texto programático del pontificado: "Sueño con una opción
misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos,
los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se conviertan en un cauce
adecuado para la evangelización del mundo actual, más que para la
autopreservación. La reforma de las estructuras que exige una conversión pastoral
sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más
misioneras...".
La pregunta orientadora se abordará a dos niveles,
tomando siempre como referencia el Informe de Síntesis. A nivel de las Iglesias
locales, ¿cómo potenciar la corresponsabilidad diferenciada en la misión de
todos los miembros del Pueblo de Dios? ¿Qué modos de relación, estructuras,
procesos de discernimiento y decisión respecto a la misión permiten
reconocerla, configurarla, promoverla? ¿Qué ministerios y órganos de
participación pueden renovarse o introducirse para expresar mejor esta
corresponsabilidad?”. Mientras que en el plano de las relaciones entre las
Iglesias y de la relación con el Obispo de Roma, cómo pueden "articularse
creativamente estas relaciones para encontrar ‘un equilibrio dinámico entre la
dimensión de la Iglesia en su conjunto y sus raíces locales’". A partir de
la pregunta orientadora y de los dos niveles que se acaban de indicar, se
invita a cada Iglesia local a llevar a cabo una ulterior consulta.
No se trata, sin embargo, explica el documento,
"de volver a empezar de cero ni de repetir el proceso de escucha y
consulta que caracterizó la primera etapa. En esta etapa, además de los órganos
de participación a nivel diocesano y del equipo sinodal ya constituido, será importante
implicar a personas y grupos que expresen una variedad de experiencias,
competencias, carismas, ministerios dentro del Pueblo de Dios y cuyo punto de
vista sea particularmente útil para centrarse en el "cómo"". Se
invita a la participación de expertos teólogos y canonistas, así como de
instituciones académicas en la materia.
Tras recoger las aportaciones de las diócesis, las
Conferencias Episcopales "tienen la tarea de preparar un resumen de una
extensión máxima de 8 páginas, que se enviará a la Secretaría General del
Sínodo antes del 15 de mayo de 2024. Sobre la base del material así recogido,
se redactará el Instrumentum laboris de la Segunda Sesión”. También se invita a
las Iglesias locales "a recorrer todo el Informe de síntesis y a recoger las
peticiones más acordes con su situación”. Sobre esta base, "podrán
promover las iniciativas más adecuadas para implicar a todo el pueblo de Dios
(actividades formativas, profundizaciones teológicas, celebraciones de estilo
sinodal, consultas de base, escucha de las poblaciones minoritarias y de los
grupos que viven en condiciones de pobreza y marginación social, espacios en
los que abordar temas controvertidos, etc.)". Cada Iglesia local que lo
desee podrá remitir a la Conferencia Episcopal "un breve testimonio del
trabajo realizado y de las experiencias vividas (máximo dos páginas),
compartiendo una buena práctica que considere significativa para hacer crecer
un dinamismo sinodal misionero".
Por último, el documento pide a las Conferencias
Episcopales que acompañen este proceso y cuiden la profundización de la
pregunta orientadora también a nivel de las agrupaciones de Iglesias, para
elaborar la síntesis de las aportaciones recibidas o elaboradas. Y respecto al
compromiso de mantener vivo el dinamismo sinodal, se pide a las Conferencias
Episcopales que sigan promoviendo iniciativas para crecer como Iglesia sinodal
en misión también a nivel de los grupos de Iglesias; que recojan los
testimonios y buenas prácticas y los envíen todos, sin sintetizarlos, a la Secretaría
General del Sínodo, también antes del 15 de mayo.
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