Evangelización | Carlos Pérez Laporta
Si quieres, puedes limpiarme
Viernes.
San Ireneo, obispo y mártir / Mateo 8, 1-4
Evangelio: Mateo 8, 1-4
Al bajar Jesús del monte, lo siguió
mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso,
se arrodilló y le dijo:
«Señor, si quieres, puedes
limpiarme».
Extendió la mano y lo tocó
diciendo:
«Quiero, queda limpio».
Y enseguida quedó limpio de la
lepra. Jesús le dijo:
«No se lo digas a nadie, pero ve a
presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les
sirva de testimonio».
Comentario
Es un evangelio muy breve y
sencillo. Es curioso porque, aunque «lo siguió mucha gente» le pide que se lo
diga «a nadie». Esta curación tiene que haberse producido en un momento en el
que pudieron hablar a solas, sin que nadie los oyese, en el que nadie más vio
aquel milagro; de lo contrario no tendrÃa sentido que Jesús le pidiese que
evitase la publicidad del acontecimiento. Quizá porque nadie quiso acercarse al
leproso, salvo Jesús. Todo el mundo quedó lo suficientemente lejos como para no
escuchar las palabras y no percibir el suceso.
Fue pues un encuentro personal. Un
diálogo entre ellos dos, como los que tenemos nosotros con Él. Lejos del
bullicio de la gente. También nosotros nos arrodillamos y le suplicamos en el
secreto de nuestra soledad. También nosotros tenemos manchas, heridas, pecados
y defectos que tenemos que ocultar, que no podemos mostrar a los demás sin que
nos rechacen. «Señor, si quieres, puedes limpiarme». A veces esa petición se
alarga durante años de encuentros con el Señor. Y el siempre dice «quiero»,
pero casi siempre suspende ahà la frase. Aunque siempre añade «no se lo digas a
nadie». Nos pide silencio, más silencio; y dice «ve a presentarte al sacerdote
y entrega la ofrenda». Y despumes de la oración, volvemos a la eucaristÃa
esperando que la voluntad de Dios de curarnos se haga a través de la ofrenda
eucarÃstica. Asà cada vez. Quizá algún dÃa, en esta vida o en la otra, podamos
escuchar «queda limpio».
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...