Reportajes | Benedetta Capelli
Israelíes y palestinos: “El
futuro depende del respeto al otro”
Al clausurarse
hoy el Encuentro de Rímini, uno de los muchos testimonios que destaca es el de
“The Parents Circle", la asociación a la que pertenecen el israelí Rami
Elhanan y el palestino Bassam Aramin. Ambos han perdido a sus hijas y juntos
emprenden un largo camino de reconciliación entre los dos pueblos que va más
allá de la guerra que ha estallado entre Israel y Hamás.
Las fotos de
Abir y Smadar se proyectan en el escenario del Meeting de Rímini. Son niñas que
se parecen en la frescura de su edad, las dos llevan el pelo recogido, la
mirada profunda. Smadar, de 13 años, fue asesinada por un terrorista suicida
palestino en el centro de Jerusalén; Abir, de 10, murió por los disparos de un
joven soldado israelí a la salida de su escuela. Un destino similar, trágico,
violento, incluso inexplicable y desgraciadamente atribuible al conflicto
palestino-israelí. Sus familias, como tantas otras, han llorado y sufrido y hoy
se encuentran dando testimonio de paz y reconciliación. Sus padres, Rami
Elhanan y Bassam Aramin, participan desde hace años en la asociación “The
Parents Circle”, fundada en 1995 por iniciativa de Isaac Frankenthal, cuyo hijo
Arik había sido secuestrado y asesinado por grupos terroristas afiliados a
Hamás. En el escenario del Encuentro, el viernes 23 de agosto, los reunió la
presentación del libro de Colum McCann, autor de la novela “Apeirogon”, en el
que relata su encuentro, el reconocimiento de sus respectivos dolores y su
compromiso de trabajar por un futuro diferente. Es uno de los encuentros más
conmovedores de los 140 que animaron, durante una semana, la kermesse Comunión
y Liberación y representa esa búsqueda de lo esencial, tema y corazón de tantas
reflexiones, charlas y encuentros.
Entre el odio y el perdón
Bassam Aramin,
palestino, relata el momento en que cambió de perspectiva. «Estaba en la cárcel
y quería disfrutar viendo una película sobre el Holocausto. Para mí era una
especie de venganza, quería ver cómo torturaban y mataban a otros, pero en
lugar de eso empecé a llorar. Comprendí que se trataba de personas inocentes:
esta película, después de 25 años, me impulsó a escribir una tesis sobre el
Holocausto para comprender el miedo presente en la mentalidad judía». Conocer a
tu enemigo es empezar a comprenderlo: es el primer paso, dice Bassam, sentarse
juntos y hablar. Ser palestino no es fácil, dice, sobre todo bajo la ocupación
israelí, hay que acabar con eso para no seguir matándose. “Hamás -explica
Aramin- no representa al pueblo palestino, sino que forma parte de los
palestinos. La opresión crea resistencia y esta situación no ha cambiado en
décadas, sólo está creando más sufrimiento, más víctimas, el gobierno israelí
debe reconocer el derecho de los palestinos a la autodeterminación”.
Las grietas del muro
El israelí
Rami Elhanan se centra en la fraternidad. “Para expresar el amor -dice- no hace
falta experimentar el dolor para comprenderlo, no hace falta estar en nuestro
lugar. Muchos padres, que han vivido lo que nosotros, buscan venganza. Hay
gente enfadada, encerrada en un círculo de violencia, otros mueren solos, pero
nosotros estamos aquí, somos reales, somos un ejemplo concreto”. Rami cuenta el
asombro de muchos niños israelíes y palestinos cuando él y Bassam llevan su
testimonio de amistad y respeto a las escuelas. “Nos miran con los ojos muy
abiertos, es como si la tierra vibrara y como entrar en la boca de un volcán
activo: un río de sangre fluye entre nuestras dos naciones y a menudo todo
cambia cuando oyen que nos llamamos hermanos, cuando yo digo unas palabras en
árabe y Bassam habla en hebreo. Es como ver y oír las grietas de un muro que se
desmorona y la luz que lo atraviesa”.
Es necesario respeto
Tanto Rami
como Bassam recuerdan con intensidad su encuentro con el Papa Francisco en el
Vaticano el 27 de marzo de 2014, relatando su emoción al ver las fotos de sus
hijas. Para concluir el encuentro, el israelí Rami Elhanan dice que no tiene
ningún motivo para amar a Hamás. “Hamás mató a mi hija”, dice Rami, pero
subraya que lo ocurrido el 7 de octubre ha vuelto a llamar la atención del
mundo sobre la cuestión israelo-palestina. “No conozco la solución, pero sé que
nuestro futuro juntos depende de una palabra: ¡respeto!”. Un respeto que pasa
por el reconocimiento del Estado palestino, dice Rami. “Que se ponga fin a la
ocupación y que se pase página a nuestra historia”.
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