Vida Religiosa | Marek Weresa
Parolin: Inútil construir
una sociedad que excluya a Dios
El cardenal
Pietro Parolin presidió el 24 de agosto en Leżajsku (Polonia) la consagración
episcopal de monseñor Kryspin Dubiel. Sacerdote de la archidiócesis de
Przemyśl, fue nombrado nuncio apostólico en Angola y Santo Tomé y Príncipe por
el Papa Francisco.
«Conserva el
depósito de la fe apostólica que se te ha confiado, custodíalo como un buen
administrador y derrama ampliamente sus tesoros, para que, como una buena
semilla, dé fruto en la Iglesia y en la sociedad civil», fue el deseo expresado
por el cardenal Parolin.
Urge el anuncio de la redención
Dirigiéndose a
monseñor Kryspin Dubiel, el Secretario de Estado recordó lo necesario que es
para los hombres de estos tiempos confusos proclamar que el Señor ha asumido la
naturaleza humana y la ha redimido definitivamente, ha tomado posesión de
nuestra realidad de una vez por todas. «Por eso, de nada valen nuestros
esfuerzos por construir la ciudad secular si excluimos de ella la presencia de
Dios», declaró.
Unido al Señor con mayor intensidad
Hablando del
nuevo arzobispo y recordando su trayectoria vocacional y su ministerio
sacerdotal, recordó que había experimentado el deseo de enriquecer sus
conocimientos y permanecer fiel al Señor. «Ahora el Señor, que conoce tu
pasado, te llama a unirte a Él con mayor intensidad», señaló.
Al servicio de la Iglesia y del mundo
El cardenal
Parolin habló también de las tareas del nuevo nuncio: «Es un servicio prestado
para el bien de la Iglesia y la paz en el mundo. Será tanto más fecundo cuanto
más se sostenga tenazmente en la oración y en la meditación de la Palabra de
Dios», subrayó el purpurado.
La celebración
tuvo lugar en la Basílica Menor de Leżajsk (Polonia), de donde procede monseñor
Dubiel. También participaron en la liturgia los obispos y cardenales Stanisław
Dziwisz y Kazimierz Nycz, a la cabeza, así como monseñor Antonio Filipazzi,
nuncio apostólico en Polonia, y monseñor Marek Marczak, secretario general de
la Conferencia Episcopal Polaca. Los co-consacrantes fueron Monseñor Salvatore
Pennacchio, Presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica de Roma y
Monseñor Adam Szal, Metropolitano de Przemyśl.
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