La Escuela Económica | Esteban Delgado (@estebandelgadoq)
Se puede ahorrar, aunque se gane poco.
Veamos un ejemplo
Uno
de los argumentos socorridos por las personas para no ahorrar es relativo a que
sus ingresos son muy bajos, es decir, que tienen un salario tan insuficiente o
compromisos de gastos tan altos, que no les queda dinero para guardar.
Sin
embargo, ese argumento se cae cuando se analizan algunos asuntos. Por ejemplo,
está el caso de que la mayorÃa de gente que dice tener problemas con sus
finanzas personales, es decir, que el dinero no les rinde, tienen niveles
salariales adecuados, es decir, no están en sueldo mÃnimo, sino que devengan
una cantidad relativamente aceptable.
Pero,
además, está el hecho de que hay gente con salarios deprimidos y, aun con esas
limitaciones, hacen el esfuerzo de sacar algo para ahorrar. Aunque sea un
poquito. Lo importante, al fin y al cabo, es que usted busque la forma de sacar
parte de sus ingresos para ahorrarlos.
Lo
primero para estos fines es tomar en cuenta que el ahorro va primero. Muchas
personas, cuando deciden hacer un plan de ahorro, tienden a sacar, primero, las
partidas correspondientes a sus gastos fijos y no fijos para la quincena o el
mes completo, y luego, tras identificar todo lo que van a gastar, buscan de lo
que les sobra para el ahorro. El punto está en que, generalmente, no sobra nada
y la partida del ahorro se torna inexistente.
La
clave aquà es que, cuando se trata de ahorro, no se debe dejar su lugar de
último, sino, todo lo contrario, ponerlo de primero. Por ejemplo, suponga que
usted tiene un salario den RD$40,000 mensuales y decide que cada mes va a
ahorrar el 10% de su ingreso. Esto es RD$4,000 mensuales.
De
ser asÃ, cada vez que usted cobra su sueldo, supongamos que es quincenal, lo
primero que debe hacer es sacar los RD$2,000 correspondientes al ahorro de esa
quincena. Luego, los RD$18,000 es lo que usted debe asumir como su ingreso real
y con esa cantidad cubrir todos sus gastos cotidianos. Si ese monto no le
alcanza, usted debe hacer que alcance, ya sea recortando aquà o allá,
determinados consumos innecesarios y prescindibles.
En
la quincena siguiente tiene que hacer lo mismo, sacar el 10% del ahorro
primero, ponerlo en un lugar donde usted esté seguro de que no lo va a tocar,
no porque no pueda hacerlo, sino porque ya usted decidió que esa parte es el
ahorro y que ese ahorro es “intocable”.
Puede
que usted considere que no le serÃa posible reservar el ahorro primero, no
tocarlo, y bandeárselas con el dinero restante. Pero sà se puede. Un ejemplo de
eso es el aporte que usted, cada mes, le hace al sistema de seguridad social
para su seguro de salud y su plan de pensiones.
De
acuerdo con la Ley 87-01 de Seguridad Social, cada mes a usted le descuentan de
su salario alrededor de un 3% para el plan de pensiones y otro 3% para su
seguro de salud y el de sus dependientes cercanos. Eso indica que cada mes
usted ahorra un 6% de su propio salario y “no pasa nada”. Usted lo hace
consciente o inconscientemente, pero lo hace.
La
diferencia está en que ese descuento de 6% de su salario se realiza de manera
automática y usted no tiene la posibilidad de evitarlo, porque se trata de una
especie de “aporte obligatorio”, la mitad para su salud y la otra mitad como un
ahorro con propósito, el propósito de su pensión hacia el futuro.
AsÃ
como en términos contractuales usted acepta que su empleador le descuente cada
mes el 6% de su salario, usted también puede hacerlo con el 10% de su mismo
salario o tal vez un porcentaje menor, pero con la caracterÃstica de que la
reserva de ese ahorro usted la hará, antes de hacer uso del sueldo completo.
Eso
es lo que hace efectivo el ahorro por medio de la Ley 87-01, que la reserva de
ese dinero usted la está haciendo “antes de recibir el resto del salario”, por
lo que termina administrándose con un salario del que ya fue excluido el monto
correspondiente al ahorro. Entonces, aplÃquese usted mismo una especie de ley
de ahorro y saque esa partida primero que todo, antes de disponer de los gastos
cotidianos que se cubren con su salario.
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