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Adviento 2025: guía práctica para
vivir este tiempo
El Adviento es el tiempo de
preparación para la Navidad, un periodo de esperanza, renovación interior y
encuentro con Dios. Durante cuatro semanas, la Iglesia nos invita a encender
una vela cada domingo, meditar la Palabra y cultivar un corazón dispuesto para recibir
a Jesús.
Si buscas una guía sencilla, práctica y profunda
para vivir este tiempo en familia o a nivel personal, ¡aquí la tienes!
1. ¿Qué es el
Adviento y por qué es importante?
El Adviento marca el inicio del año litúrgico y
comprende los cuatro domingos anteriores a la Navidad. Su nombre
viene del latín ad-venire, que significa “venida”.
Es un tiempo para:
- Preparar el
corazón para la
llegada de Cristo.
- Avivar la
esperanza en medio
de la rutina y el cansancio.
- Reflexionar sobre la vida espiritual y renovar lo que
se ha enfriado.
- Vivir la fe en familia, con gestos sencillos y significativos.
- Hacer la
Corona de Adviento: es un símbolo de este tiempo y consta de cuatro velas (tres moradas y
una rosada), cada domingo se enciende una nueva luz que simboliza el avance
hacia la Navidad.
2. Cuatro
domingos de Adviento
A continuación, te damos una guía práctica para
vivir cada domingo:
*Primer
Domingo de Adviento
Tema: Vigilancia y esperanza
Lectura principal: Mateo 24, 37-44
Vela: Morada (la vela de la esperanza)
Este 2025, el primer domingo de Adviento es
el 30 de noviembre. Este domingo invita a despertar. A
dejar la rutina que adormece el alma y estar atentos a la presencia de Dios en
la vida diaria.
La pregunta clave es: ¿qué necesito
cambiar para recibir mejor al Señor?
Oración breve:
“Señor, despierta mi corazón. Hazme vigilante,
atento a tu presencia y dispuesto a cambiar lo que me aleja de ti. Que esta
primera luz renueve mi esperanza”.
* Segundo
Domingo de Adviento
Tema: Conversión
Lectura principal: Mateo 3, 1-12 (Predicación de Juan
el Bautista)
Vela: Morada (la vela de la conversión)
El Segundo Domingo de Adviento es el 7 de
diciembre. La figura de Juan el Bautista nos llama a una conversión
concreta. No solo sentir deseos de cambiar, sino actuar: reconciliarse,
perdonar, ordenar la vida y sanar vínculos.
Oración breve:
“Señor, dame un corazón humilde y valiente para
cambiar. Que esta luz me ayude a dejar todo lo que oscurece mi vida y la de
quienes amo”.
* Tercer
Domingo de Adviento – Gaudete
Tema: Alegría
Lectura principal: Mateo 11, 2-11
Vela: Rosada (la vela de la alegría)
El Tercer Domingo de Adviento es el 14 de
diciembre y es llamado ‘Domingo de Gaudete’ (“alégrense”,
en latín). Este domingo la Iglesia hace una pausa para recordarnos
que la fe es alegría, incluso en medio de las dificultades. Es un
buen momento para agradecer, sonreír más, buscar lo bueno y compartir
esperanza.
Oración breve:
“Señor, llena mi vida de tu alegría. Que mi hogar
sea un lugar de paz, gratitud y generosidad. Que esta vela rosada ilumine
nuestras tristezas”.
* Cuarto
Domingo de Adviento
Tema: Preparación interior
Lectura principal: Mateo 1, 18-24 (el sueño de San
José)
Vela: Morada (la vela del amor y la cercanía final de Jesús)
El cuarto domingo de Adviento es el 21 de diciembre. En el Evangelio de este día, se narra el sueño de San José, en donde el ángel le pide que acepte su misión de esposo y de padre adoptivo.
Por tanto, José nos enseña a confiar incluso
cuando no comprendemos del todo. Este domingo es para afinar el corazón,
poner orden en la vida interior y disponernos a recibir a Jesús con serenidad.
Oración breve:
“Señor, dame la fe confiada de San José. Prepara
mi corazón y mi hogar para recibir tu amor en esta Navidad”.
3. Cómo vivir
el Adviento: ideas sencillas
Aquí tienes acciones sencillas que puedes aplicar
en casa, en pareja o en familia.
Encender la Corona de Adviento
cada domingo: Ese pequeño ritual en familia
crea un ambiente espiritual muy especial.
Hacer una obra de caridad por
semana:
- Llamar a alguien solo para saludar.
- Donar ropa o comida.
- Ayudar a un vecino mayor.
- Ser paciente con alguien difícil.
Leer el Evangelio del domingo
Puedes hacerlo al encender la vela, con una breve
oración personal.
Reducir lo que te distrae
Menos ruido, menos pantallas, menos prisa. Un
minuto de silencio al día ya es una forma de abrir espacio a Dios.
Vivir el Adviento con los niños
- Hacer el pesebre navideño.
- Crear un árbol de buenas acciones.
- Preparar un rincón de oración sencillo.
Practicar la gratitud
Anota cada día una cosa por la que agradeces. El
Adviento enseña a mirar la vida con ojos más luminosos.
Te recomendamos: Cómo enseñar la gratitud a los hijos:
11 ideas prácticas
Conclusión
La Navidad no empieza el 24 de diciembre: empieza
en el corazón que se prepara desde ahora. El Adviento es una invitación a
detenerse, escuchar, ordenar, agradecer y confiar. Es hacerle espacio a Dios en
medio del ruido y de la prisa.
Que esta guía te acompañe en ese camino de luz.
Que cada vela encendida te recuerde que no estás solo: Dios viene, Dios se
acerca, Dios ilumina.


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