
Pero el espanto surge cuando los Medios reportan hechos espeluznantes contra las mujeres: en Rep. Dominicana, en 2008, hubo 185 mujeres vÃctimas de la violencia, según cifras de la ProcuradurÃa General. Otra estadÃstica, esta es de Sevilla, de acuerdo con un estudio de la Federación de Mujeres Progresistas, el 80% de las mujeres maltratadas 'han pensado en suicidarse' y el 64 % lo intentaron. En Madrid, más de 50,000 mujeres maltratadas acuden a diario a consultas de salud. Hay diez paÃses donde se practica la mutilación genital femenina: República Unida de Tanzania, Burkina Faso, Costa de Marfil, Djibouti, Egipto, Ghana, Guinea, República Centroafricana, Senegal y el Togo.
La violencia de género contra la mujer es “toda acción o conducta pública o privada en razón de su género que cause daño o sufrimiento fisico, sexual o psicológico a la mujer mediante el empleo de fuerza fÃsica o violencia psicológica, verbal, intimidación o persecución”.
La Organización Mundial de la Salud define la violencia como “el uso intencional de la fuerza o el poder fÃsico( de hecho o como amenaza) contra uno mismo, otra persona o comunidad, con muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones y pueden ser de dos categorÃas: domésticos, si ocurren entre personas que comparten lazos de parentesco o de consanguinidad y social, entre individuos que no comparten esos lazos”.
La violencia basada en el género se desarrolla en parte a raÃz de la condición subordinada de la mujer en la sociedad. Y el abuso por parte del compañero Ãntimo se conoce como violencia doméstica.
La violencia familiar ocurre en todas las clases sociales y puede darse hacia los mayores, entre cónyuges, hacia los niños, adolescentes, discapacitados, etc. La casuÃstica más frecuente de violencia ocurre entre niños y mujeres. Los golpes a la cónyuge suele ser la forma más generalizada de violencia contra la mujer. Los hombres maltratados es de 2%.
El hombre y la mujer se unen, como Dios manda, para quererse y complementarse, pero si existe violencia hay que reconocer el problema y conversar con la pareja y decirle que nada justifica la violencia. Se debe pedir ayuda y orientación o denunciarlo y recurrir a instituciones pertinentes.
La situación de violencia intrafamiliar se agrava toda vez que las maltratadas tienen reticencia a denunciar los atropellos. Esto obedece a que esperan cambio espontáneo del agresor o agresora, se aceptan disculpas, se creen las promesas de que no volverá a ocurrir, temor al prejuicio social, la dependencia económica, el miedo a represalias, falta de credibilidad en los canales jurÃdicos...
Las estadÃsticas reportan que el 56.7% de los agresores repiten modelos de crianza parentales, pues fueron golpeados en la infancia.
Hay que aprovechar especialmente el mes de noviembre para erradicar el mal social de los atropellos, especialmente hacia la mujer. El 25 de noviembre es “DÃa internacional contra la violencia hacia la mujer”. Esto constituye un homenaje a las ilustres hermanas Mirabal. Los incumbentes y todo el que puede colaborar en esta tarea deben procurar tolerancia cero con la violencia de género. Que quede atrás la desdichada frase de 'es pleito de marido y mujer' como si eso obviara el peligro y el sufrimiento del agraviado(a).
El Estado debe velar por la protección de las personas involucradas en los maltratos mediante acciones concretas: leyes y demás normativas, generación de espacios educativos, contención e intervención comunitaria, asistencia psicológica...
Los seres humanos y especÃficamente las parejas deben expresarse más afecto, escuchar mejor, controlar impulsos, tomar como modelo la sagrada familia, saber que cualquier disgusto o resquemor lo cura el tiempo con una actitud de perdón; mantener dignidad y decoro, comprenderse con sus diferencias individuales, respetarse y comunicarse con calidez y afecto.
Lic. Pedro B. Grullón, LMSC
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