• Noticias

    sƔbado, 13 de marzo de 2010

    La Bachata Electoral

    Oficialmente, la campaƱa electoral ha comenzado el pasado 12 de febrero, en un acto de lanzamiento realizado por la Junta Central Electoral, con la participación de delegados de todos los partidos polĆ­ticos. Nuevamente, nos enfrentaremos a miles de promesas anunciadas desde potentes altoparlantes trasladados en vehĆ­culos, las famosas “peinadoras”, que violarĆ”n no solo la Ley contra la contaminación sonora, sino que tambiĆ©n atentarĆ”n contra el mĆ­nimo de veracidad que se puede esperar de un discurso comprometido con la realidad social y la bĆŗsqueda de la justicia. Sólo una actitud de firme oposición a la mentira polĆ­tica y la confianza en una prĆ”ctica ciudadana responsable y organizada, podrĆ”n sacar luz en medio de tanta tiniebla polĆ­tica.
    En este año de 2010, la campaña tiene una peculiaridad. Las autoridades congresuales y municipales serÔn electas para un período de seis años, con vistas a unificar estas elecciones con las presidenciales, como establece la nueva Constitución dominicana proclamada el pasado 26 de enero. La longitud de los cargos hace la postulación mÔs atractiva, en una cultura política que no disocia, sin siquiera disimularlo, la ocupación de cargos públicos del enriquecimiento personal.
    De todos modos, los temas preocupantes de la cultura política dominicana quedan pendientes. El PLD se afirma como partido sin oposición, cuasi-omnímodo, lo que permitirÔ al régimen actual aumentar su control sobre la sociedad dominicana, incluso sobre los logros mÔs democrÔticos de la nueva Constitución Nacional recién aprobada. El acuerdo establecido entre el candidato presidencial del PRD, Miguel Vargas Maldonado, y el Presidente FernÔndez, justamente para obtener una manipulación constitucional, debilita al principal partido opositor como alternativa real a los modos maquiavélicos de gobernar que han sido la norma predominante después de la Revolución del 1965. Esta falta de oposición eficaz nos pone al borde de un régimen totalitario, que no necesitarÔ de la represión física para controlar cualquier disenso o protesta, como bien ha reflexionado la pensadora Hannah Arendt.

    Dos puntos luminosos
    Pero no todo es oscuro en esta coyuntura polĆ­tica. Dos hechos singulares le sacan el cuerpo a la “bachata electoral”. Uno es la campaƱa “Ninguno”, que ha buscado que la población descontenta con la prĆ”ctica polĆ­tica dominante pueda obtener un reconocimiento en el conteo final de los votos. El procedimiento de conteo actual, que solo permite ver votos “nulos”, no votos “anulados”, impide la expresión del disenso ante el estado de nuestra vida polĆ­tica, y en ese sentido, no permite hacerse sentir en la opinión pĆŗblica la falta de legitimidad con que nos vienen gobernando desde hace aƱos. Este movimiento, puramente ciudadano, no partidista, estĆ” vinculado al nuevo movimiento social juvenil que consiguió el aƱo pasado que una cementera no fuese instalada en el Parque Nacional de los Haitises. Estamos ante un nuevo modo generacional de ejercer la ciudadanĆ­a, con compromiso por lo pĆŗblico y con creatividad expresiva.
    El otro punto de luz es la Ley de Partidos PolĆ­ticos que espera por su aprobación. Esta Ley serĆ” vital contra el actual estado de cosas que hacen de la campaƱa una “bachata electoral”. Una Ley de partidos apunta esencialmente a dos cosas fundamentales: primero, a regular el modo en que los partidos polĆ­ticos consiguen sus fondos para la campaƱa y para su operación; segundo, regula la relación de la Junta Central con los partidos polĆ­ticos. El primer aspecto es fundamental en estos momentos, en que existen evidencias de la implicación del narcotrĆ”fico en la vida polĆ­tica. El segundo aspecto es fundamental para garantizar que los candidatos electos no sean coartados excesivamente en su libertad de conciencia por “la lĆ­nea del partido”. Ahora bien, el actual Proyecto de Ley de los Partidos deberĆ” ser elaborado de otra manera, porque no ataca de manera adecuada el mal fundamental de nuestro proceso electoral actual, que es el financiamiento de la campaƱa, y porque otorga demasiado poder a las cĆŗpulas de los partidos sobre sus candidatos electos. En la fórmula actual del Proyecto de Ley, una disidencia partidaria pondrĆ­a en juego el propio cargo ganado en las elecciones. Este excesivo poder otorgado a las cĆŗpulas partidarias no solucionarĆ” lo que pretende solucionar, a saber, el transfuguismo. Perder un cargo en un momento por responder a una llamada de la propia conciencia antes que a una lĆ­nea del partido considerada como injusta, darĆ” a este candidato electo mĆ”s legitimidad para presentarse en una próxima elección bajo el color de otro partido.
    Ante este cuadro, queda reiterada la invitación que mÔs arriba hemos evocado. Es el momento de fortalecer un movimiento social ciudadano, responsable, amplio y plural, que permita observar, denunciar y hasta someter a la justicia, a candidatos electos que se creen dueño de lo público, incluyendo sus propios cargos. Un primer paso consistirÔ en hacer presión para que tengamos una buena Ley de Partidos.
    No es lo mismo ni es igual / Pablo Mella / Bonó, Espacio de acción y reflexión

    Generaciones

    Entradas Recientes

    Temas de Salud

    VIDEO DEL PAPA: FRATERNIDAD


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿QuiĆ©nes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Convivencia

    Entradas populares