Rehabilitando a Rehabilitación

Reflexiones | Telésforo Isaac | Obispo emérito Iglesia Episcopal/Anglicana.
Rehabilitando plenamente a Rehabilitación
El Gobierno Dominicano debe rehabilitar plenamente a Rehabilitación ahora, y desde luego el Estado está llamado a seguir apoyando, honrando, y respetando la autonomía de esa singular y destacada institución de servicio de esta nación.
Doña Mery de Marranzini ha hecho y esta haciendo un servicio social encomiable para la población atraves de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), y en particular para los discapacitados. Hay que reconocer y agradecer lo que ha hecho y está haciendo esa notable ciudadana, una madre ejemplar y de sensibilidad social.
Lo que hace doña Mery sobrepasa a los gobernantes, políticos, o personalidades; pues ha pensado y actuado de manera constante, con voluntad propia, y decisión efectiva para brindar servicios de rehabilitación a personas necesitadas de todas clases y condiciones de minusvalía en el país. El programa de la Asociación Dominicana de Rehabilitación para el mejoramiento sicomotor de discapacitados, fue iniciado y es llevado a cabo por más de medio siglo bajo la dirección, el continuo empuje, la sensibilidad espiritual, y la capacidad intelectual de Doña Mery de Marranzini, esa singular mujer.
Con la iniciativa y bajo la dirección de la Señora Mery de Marranzini, con la asistencia del Ministerio de Salud Publica, el Ministerio Administrativo de la Presidencia, y el Poder Ejecutivo, conjuntamente con los ministerios que tienen y pueden tener las facultades para solventar a la ADR, deben proceder de inmediato para proveer el apoyo, y los recursos necesarios, para la plena normalización económica de la ADR.
La ADR ha venido haciendo durante medio siglo, lo que el Estado no ha hecho, ni a demostrado interés fehaciente de hacer, aparte de ayudar con recursos para ciertas actividades llevadas a cabo por la institución.
Se debe destacar otras actividades coyunturales, que además de lo que la ADR ha estado brindando de manera permanente y ascendente, entre otros hechos esta el esfuerzo para rehabilitar a muchos afectados por las armas y otros atropellos a consecuencia de la guerra de abril del año 1965. Un número considerable de dominicanos que sufrieron traumas físicos fueron atendidos en el Centro de la ADR en Santo Domingo y otras partes del país. Además, es de notar que la erradicación de la poliomielitis en todo el país fue ejecutada por la vacunación de infantes de 0 a 5 años en la década de 1980. Gracias a la iniciativa de doña Mery, la orientación del Doctor Albert Bruce Sabin (1906-1993), la asistencia técnica y estratégica de la Secretaria de Salud Pública, y la colaboración del Consejo Nacional de Iglesias, representadas en el país por el Servicio Social de Iglesias Dominicanas (SSID).
La ADR ha tenido visión, voluntad de brindar servicios carentes en el Estado, y que difícilmente se hagan sin interferencia de política gubernamental. La estructura de la ADR, su acervo, capacidad administrativa, continuo esfuerzo de superación, y transparencia, son particulares en las áreas características de servicios sociales en el país. Por eso, el gobierno debe actuar de modo efectivo para rehabilitar plenamente las finanzas de la Asociación Dominicana de Rehabilitación.