Las cosas de Dios
Zambia se está preparando a celebrar elecciones generales que tendrán lugar en agosto. En esa ocasión, los obispos escribieron una carta pastoral para llamar a los candidatos y sus partidarios a evitar la violencia. La campaña se realiza especialmente en las ciudades y no es tan folclórica como en la República Dominicana. Aquà en la sabana poco se sabe sobre las elecciones y la vida sigue su curso sin mayores problemas. El tema de conversación número uno es la cosecha que poco a poco se acerca. La temporada de lluvia se ha terminado y tendremos que esperar hasta noviembre para ver otra vez el precioso lÃquido caer del cielo. Aquà en el centro de "las Flores de Sol" los miembros de nuestra familia dedican su tiempo libre en cuidar el conuco para evitar que los ladrones se sirvan. Este año, hemos sembrado 10 hectáreas de tierra: 6 hectáreas con maÃz y los demás con girasoles, habichuelas y sorgo. Especialmente los girasoles han crecido bonito y miles de solecitos no se cansan de contemplar el gran sol y de moverse poco a poco para no perder nada del generoso astro luminoso. Los problemas se suceden y se resuelven al pasito y en equipo. A pesar de las dificultades, podemos sentir la mano de Dios que siempre nos anima a seguir pa´lante; De vez en cuando suceden cosas que son claramente cosas de Dios. He aquà algunos ejemplos.
Nuestro bebe, Laston ha cumplido un añito el 24 de abril pasado. El ha superado su estado de malnutrición y empieza a caminar. Natasha lo considera como su hermano y pasa parte de su tiempo con él. Para celebrar la vida de Lastón, hemos decidido bautizarlo en la presencia de los 91 miembros de nuestra gran familia. Joseph y Violet se juntaron a la celebración y bautizamos también a MarÃa, la hijita de tres meses de la pareja. Los tambores y las canciones transformaron la celebración en una verdadera fiesta. ¡Cosas de Dios!
Más de 400 bautizados
Hablando de bautismos, durante la vigilia pascual en la que participaron más de 400 personas provenientes de toda la sabana, yo bauticé 35 adultos. Entre ellos se destacaba el primero de la fila: VÃctor, un joven belga de unos 20 años de edad, el único "musungu" del grupo ("musungu" es el nombre dado a los europeos). Unas semanas antes de la navidad del año pasado, su padre se habÃa puesto en contacto conmigo para preguntarme si su hijo podrÃa visitarnos y quedarse con nosotros unos seis meses para vivir una nueva experiencia y redescubrir un sentido a la vida. Después de consultar a los educadores encargados de acompañar a nuestros niños y jóvenes, di la luz verde a VÃctor y él desembarcó aquà unos dÃas antes de la navidad. Después de unas semanas de convivencia con los huérfanos. él se comunicó con su padre para decirle que era la primera vez en su vida que él se sentÃa útil Unas semanas antes de Pascua, él me preguntó si él podÃa recibir el bautismo. El habÃa descubierto la mano de Dios en nuestra familia y querÃa celebrar formalmente la ternura de Aquel que nunca nos abandona. ¡Cosas de Dios!
Proyecto “Mission Possible”
Para dar de comer a todos los miembros de nuestra familia (91 niños y 8 trabajadores sociales) inútil decirles que necesitamos mucho dinero. Además de la comida, tenemos que comprar ropa para cada uno, pagar las inscripciones escolares y asegurar una cama para cada persona. Tratamos de producir nosotros mismos lo que consumimos pero se trata de una gótica de agua en el mar. Necesitamos la ayuda de todas las personas de buena voluntad Unos 50 niños están apadrinados por belgas y norteamericanos. Hace poco, una amiga cubana-norteamericana, lanzó una campaña para conseguir nuevos zapatos para nuestros muchachos y muchachas. La campaña fue exitosa y pudimos comprar 91 pares de zapatos. En los Estados Unidos, cada año, un grupo de personas recoge dinero para mejorar nuestro centro. Este año, ese grupo llamado "Mission possible" tiene el plan de construir una biblioteca que estará a la disposición no sólo de nuestros huérfanos pero también de todos los jóvenes de los pueblitos vecinos. Desde Bélgica, Francia e Italia contamos con varios bienhechores quienes cada mes nos envÃan una contribución, Varias veces a la semana, digo a todos los miembros de nuestra familia que tenemos el deber de cuidar todo lo que recibimos y agradecer a Dios por todo el apoyo puesto que la solidaridad es obra de Dios quien mueve los corazones de las personas y les anima a compartir con nosotros. ¡Cosas de Dios!
Solidaridad
La solidaridad no viene sólo de fuera: también aquà en Zambia, contamos con amigos y amigas. Cada año, algunas parroquias recogen ropa y comida para nosotros. Aquà a unos kilómetros de nuestro centro, un "club de barcos" constituido por unos 100 miembros organiza una carrera de bicicletas por los montes y regala los beneficios a nuestro orfanato. Y no podemos dejar de mencionar el apoyo del doctor Cirilo Balonda. El trabaja como cirujano en los dos hospitales de la ciudad de Kabwe. Hace un poco más de un año, él me llamó para pedirme pasar por su consultorio. Yo nunca lo habÃa encontrado y yo me preguntaba el por qué de esa invitación. Entonces, unos dÃas después de su llamada, yo lo visité; él me entregó un sobre con dinero: "Se trata del diezmo. Es mi contribución para los huérfanos que Usted ha acogido;" Desde entonces, este médico nos visita un fin de semana cada mes y pasa su tiempo a examinar cada niño y niña. En esta sabana más grande que la provincia Barahona, no hay ni un solo médico. La visita sistemática del doctor Cirilo es un verdadero regalo de Dios. ¡Cosas de Dios!
PodrÃa mencionar muchas otras cosas de Dios; de hecho, cada mañana, cuando veo a todos esos niños y jóvenes comiendo nuestro pan y preparándose para ir a la escuela con una magnÃfica sonrisa en la cara, pienso que Dios es muy bueno y que nunca le agradeceré bastante por haberme dado la oportunidad de compartir mi vida con los más pequeños de este mundo.
ADH 801
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