Para vivir mejor | Dra. Miguelina Justo
Un punto azul pálido contra el narcisismo
Dedicado a la Sociedad Astronómica Dominicana
Carl Sagan (1934 – 1996) fue astrónomo y divulgador científico, quien
acercó a millones de personas al estudio del Universo, gracias a la popular
serie televisiva Cosmos. Trabajó en varios proyectos de la NASA, entre
ellos, las memorables misiones espaciales Voyager I y Voyager II (Mullen,
2001). Estas naves fueron lanzadas desde
Cabo Cañaveral, en la Florida, en el verano de 1977. Desde entonces, han
explorado a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno; sus lunas y anillos. Más de cuarenta años después, habiendo
atravesado la frontera del Sistema Solar, avanzan en el espacio interestelar. ¡Un verdadero triunfo del ingenio
humano!
De acuerdo a las NASA (2007), gracias a estas misiones hoy sabe, por
ejemplo, que Júpiter cuenta con una atmósfera turbulenta, con docenas de
huracanes que interactúan como un sistema de tormentas. Se descubrió que
la atmósfera Titán, una de las lunas de Saturno, está conformada por nitrógeno,
tal como la atmósfera de la Tierra, y que pudiera tener mares de metano y
etano. Al recoger información sobre la
temperatura de los cuerpos encontrados, hoy se puede afirmar que,
sorprendentemente, Urano es el planeta más frío del Sistema Solar, a pesar de
no ser el más lejano. Esto se debe a que dicho planeta carece de una
fuente interna de calor. El encuentro
con Neptuno permitió el descubrimiento de seis nuevas lunas en su órbita. Muchos datos, fascinantes ciertamente. Nada parece indicar que existiera vida fuera
de la Tierra, al menos, en el Sistema Solar.
La Tierra es el único lugar habitado y habitable en este segmento del
Universo.
Gracias a la insistencia de Sagan, en febrero del 1990, el Voyager I se
tomó unas fotografías que se conocen como “El retrato familiar del Sistema
Solar”. A una distancia de seis mil millones de kilómetros del Sol, se
capturaron imágenes de Venus, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y también de la
Tierra. Esta aparece, tal como Sagan la describiera, como un “punto azul
pálido”, pequeño, insignificante en la vastedad sideral.
Sagan (1994), reflexiona con la profundidad que lo caracterizó,
invitando a considerar los ríos de sangre que a lo largo de la historia
emperadores y generales han derramado a costa de saberse dueños momentáneos de
este pequeño “punto”. Afirma que esta imagen, que muestra al planeta
Tierra como un objeto casi imperceptible, riñe con el delirio de grandeza que
lleva a considerar que los seres humanos tenemos una posición privilegiada en
el Universo, que nos autoriza a hacer y a deshacer en nombre de este
estatus. Sagan reconoce que este punto diminuto, es el único lugar donde
los seres humanos podemos vivir, el único lugar al cual podremos llamar hogar. Invita a un trato amable entre las personas y
al cuidado del planeta, ya que nadie, tal asegura, vendrá de fuera a salvarnos
de nosotros mismos.
El discurso de Sagan apunta a un reconocimiento del afán de ser y poseer
como semillas de destrucción. Peligrosamente, la sociedad actual promueve
este delirio de grandeza, este narcisismo, que, en las distancias cortas, en
las relaciones cotidianas, prueba ser igualmente pernicioso, tal como lo afirma
el filósofo coreano Byung-Chul Han, entrevistado por Martínez (2019). Han
sostiene que el neoliberalismo intensifica el narcisismo, promoviendo un modelo
donde cada quien pretende realizarse a sí mismo, siendo empresario de sí
mismo. “El sí mismo” es un producto que se vende, una marca que se explota.
Estos énfasis en el “yo” deja a la persona sin conexión real con el otro y
consigo mismo. El otro es competencia o
es consumidor.
El punto azul pálido tan pequeño, este “yo” tan diminuto se ha creído el
centro del universo, le han hecho creer, que lo es, peor, que debe serlo.
Tiene que brillar con luz propia, crecer, “posicionarse”, “empoderarse”. El pánico, la hipocondría contaminan el
descanso y el trabajo. La atmósfera se vuelve irrespirable, tóxica, asfixiante,
deprimente. La angustia consume el espacio habitable.
Este pequeño punto azul tiene ahora las tormentas de Júpiter, el metano de Titán, el viento gélido de Urano y lunas de Neptuno, que observan para juzgar. Queriendo renunciar a su pequeñez, a su palidez, se ha convertido en lugar interior inhabitable. Ha olvidado que, en esa pequeñez, en esa palidez, se encuentran ríos cristalinos y volcanes majestuosos, montañas gigantescas y valles preñados de hermosura; desiertos y selvas; existen aves que surcan el cielo y animales que respiran bajo el agua. No necesita nada más que ser esto que es, en la pequeñez bendita, en la palidez fecunda que le hace el único lugar a que podremos llamar hogar. La competencia se transforma en colaboración, el miedo en seguridad y confianza. No es necesario el ser más, basta con ser, esto basta.
Referencias
Martínez, L. (2019, mayo 4). Byung-Chul Han: “El creciente
narcisismo es un gran peligro para nuestra sociedad. Nuestro Tiempo. Recuperado de: https://nuestrotiempo.com.do/2019/05/byung-chul-han-el-creciente-narcisismo-es-un-gran-peligro-para-nuestra-sociedad/
Mullen, L. (2001). Dedication of the Carl
Sagan Center. People. NASA
Science: Solar System Exploration.
Recuperado de: https://solarsystem.nasa.gov/people/660/carl-sagan-1934-1996/
NASA - Voyager's Many Discoveries. (2007). Recuperado de
https://www.nasa.gov/mission_pages/voyager/voyagerf-20070820.html
NASA - Voyager - Mission Timeline. (s.f.). Recuperado de
https://voyager.jpl.nasa.gov/mission/timeline/#event-pale-blue-dot-and-friends
NASA - Voyager - Planetary Voyage. (s.f.). Recuperado de
https://voyager.jpl.nasa.gov/mission/science/planetary-voyage/
Sagan, C. (1994). A pale blue dot: A vision of the human future in the
space. Recuperado de https://www.academia.edu/6256068/Carl_Sagan_Pale_Blue_Dot
Leyenda de la fotografía:
Fotografía tomada de la Tierra por la nave espacial
Voyager-1 desde una distancia de 6 mil millones de
kilómetros km del Sol el 14 de febrero de 1999. NASA/JPL-Caltech
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...