Mundo | Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
La noche de los cristales de 1938, antesala
del Holocausto
Entre el 9 y el 10 de noviembre de hace ochenta y
dos años, miles de escaparates y casas de judÃos alemanes fueron destrozados en
el gran pogromo nazi desatado por el Ministro de Propaganda, Goebbels. Lugares
de culto y cementerios violados, violaciones, arrestos, docenas de vÃctimas.
Fue el precursor del exterminio nazi.
Nada poético, aunque esa infame "noche de los
cristales" evoca destellos románticos. En cambio, fue una devastación.
Destruyó 267 sinagogas en Alemania y Austria, otras 1400 fueron fuertemente
dañadas. 7.500 tiendas de propiedad judÃa y cerca de doscientas casas fueron
atacadas por los escuadrones de ataque y las Juventudes Hitlerianas. Violaron
cementerios judÃos, arrestaron, golpearon salvajemente e internaron a miles de
personas. De acuerdo con la primera reconstrucción 36 encontraron la muerte esa
noche, varias docenas de suicidios.
Nunca antes se habÃa visto un pogromo de esa
magnitud
La persecución se habÃa prolongado durante años.
Las leyes raciales de Nuremberg ya estaban en vigor desde 1935. Pero un pogromo
de ese tamaño, un ataque sistemático a las propiedades y lugares de culto de la
comunidad judÃa nunca se habÃa visto antes. La antigua región de los Sudetes
checoslovacos, recientemente ocupada por las tropas de Hitler, también se vio
afectada por la destrucción. Según el historiador del Holocausto, Saul
Friedlander, Goebbels llegó a tal barbarie para subir sus precios a los ojos de
Hitler.
El antecedente
La ocasión fue ofrecida al Ministro de Propaganda
nazi por el asesinato de un diplomático alemán en ParÃs por un joven judÃo
polaco, Herschel Grynzspan. La familia del bombardero era uno de los judÃos
polacos que habÃan emigrado a Alemania y a quien le habÃan quitado de repente
la ciudadanÃa. Fueron expulsados de Alemania, pero rechazados en la frontera
polaca, obligados a vagar sin tierra. Herschel, exiliado en ParÃs, decidió
vengarse. Con un revólver en el bolsillo pidió ver al embajador, pero en la
mañana del 7 de noviembre lo llevaron a Ernst vom Rath, un simple funcionario.
Él fue el que recibió el disparo. Murió dos dÃas después.
De la discriminación al exterminio
La noticia llegó a Hitler cuando celebraba el 15º
aniversario del fallido golpe de estado en Munich en 1923. Joseph Goebbels, Ministro
de Propaganda, tomó la situación de frente y le dio mano libre a la SA, ya
preparada para actuar. El régimen declararÃa entonces que fue una explosión
espontánea de ira popular. Aunque siguió siendo un caso único, la Noche de los
Cristales imprimió a la persecución de la minorÃa israelÃ, hasta entonces
basada esencialmente en la discriminación, una violenta aceleración asesina,
hasta el punto de que el pogromo de Goebbels puede considerarse el antecedente
del exterminio cientÃfico de Himmler y Deydrich.
La burla de las indemnizaciones
¿Quién se suponÃa que iba a pagar los 25 millones
de marcos por los daños causados? Las compañÃas de seguros preguntaron a las
autoridades, la cantidad era demasiado alta para ser liquidada por ellas. El
general Göring pidió a las compañÃas de seguros que compensaran a los judÃos en
su totalidad, con la promesa de que las compañÃas serÃan reembolsadas. Al mismo
tiempo, sin embargo, permitió que el estado se apoderara de las propiedades de
los judÃos.
El Papa Francisco y la condena del antisemitismo
Fue en julio de hace dos años, unos meses después
del 80 aniversario de la Kristallnacht, que el PontÃfice recordó el horror
perpetrado contra los judÃos: lo hizo en su discurso a los rabinos en el
"Congreso Mundial de JudÃos de Montaña" en el Cáucaso.
“Cuando el Buen Señor fue reemplazado por la
idolatrÃa del poder y la ideologÃa del odio, se llegó a la locura de exterminar
criaturas”
Y el pasado mes de enero, al recibir en audiencia
a una delegación del "Centro Simon Wiesenthal", comprometido desde
hace años en la lucha contra todas las manifestaciones de racismo y odio de las
minorÃas, el Papa Francisco repitió: "No me canso de condenar firmemente
todas las formas de antisemitismo" e invitó a cultivar juntos el terreno
de la fraternidad, especialmente frente al "bárbaro recrudecimiento del
antisemitismo".
El camino hacia las deportaciones masivas
El feroz episodio de la Noche de Cristal llevó al
embajador americano en BerlÃn, Hugh Wilson, a ser llamado a Washington por el presidente
Roosevelt para consultas; nunca regresó a Alemania. Del mismo modo, el
representante del Tercer Reich en la capital de los EE.UU., Hans Dieckhoff,
regresó a BerlÃn, dejando el puesto vacante. Las élites gobernantes de los
poderes democráticos de Europa eran completamente inertes ante lo que habÃa
sucedido, tanto que el Führer pudo seguir sus planes antisemitas sin ser
molestado. En el otoño de 1938, comenzaron las deportaciones masivas: el campo
de Buchenwald, cerca de Weimar, acogió a los primeros miles de judÃos. La
carrera hacia el Holocausto habÃa comenzado.
Publicado en Vatican News.
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