Peregrinando a campo traviesa | Manuel P. Maza Miquel/LD
Partido Obrero Socialdemócrata Ruso
Nació en 1898, pero ya en
1899, Eduard Bersntein, socialdemócrata alemán, proponía que “la clase obrera
debería luchar por su causa a través de las organizaciones sindicales y los
sistemas parlamentarios establecidos, en vez de dedicarse a plantear revoluciones”.
Igual pensaban los llamados economicistas rusos: “el liderazgo político
correspondía exclusivamente a los intelectuales mientras que los obreros
deberían luchar por la mejora de sus condiciones laborales a través de las organizaciones
sindicales”.
Pero el marxista Plejanov
se oponía, pues consideraba “que los obreros perderían así su identidad propia
como fuerza revolucionaria, apartándose de la lucha de clases.”
Los mecanismos de represión
de los zares preferían que los obreros pelearan batallas sindicales y dejaran a
otros las luchas políticas.
Vladimir Ilich Uliánov,
alias Lenin (1870 – 1924) se opuso a los economicistas. En su panfleto “¿Qué
hacer?” de 1902 afirmaba que el partido debía ser como la vanguardia de la
clase obrera. “Solo el liderazgo fuerte de una pequeña élite de revolucionarios
profesionales podría garantizar la unidad del partido y el control de los obreros.”
Eventualmente, este pequeño grupo podía dirigir un proceso revolucionario,
incluso en una sociedad campesina como lo era Rusia en un 95%.
En 1903 ocurrió la ruptura
del Partido Obrero Revolucionario. Lenin abogaba por que “una pequeña élite
revolucionaria controlara el partido, mientras que Martov proponía una
dirección más democrática. Lenin pensaba que cuando cayera el Zar se debía establecer
“una dictadura revolucionaria provisional del proletariado y el campesinado,
con lo que anticipaba así el uso del terror a fin de establecer la dictadura”
(Robert Service, 2016, 38).
En una de las votaciones,
el grupo de Lenin tenía la mayoría y por eso les llamaron los bolcheviques,
aunque luego la perdieran. La facción de Martov fue conocida como los mencheviques,
la minoría. Los mencheviques seguían ortodoxamente las ideas de Marx, es decir,
Rusia tenía que progresar primero y pasar a ser una sociedad industrializada,
con organismos liberales y una clase obrera importante. Luego, esa clase obrera
haría la revolución hacia el socialismo.
Despuesto el Zar y fracasado
el gobierno provisional, el 5 de mayo de 1917 los mencheviques y los eseristas
formarían gobierno. Milagrosamente, Lenin, exiliado ruso residente en Suiza,
había llegado a la estación de trenes Finlandia. Contaba con pocos partidarios,
pero entendía la situación mejor que nadie. Era el 3 de abril, 1917.
Publicado por ListínDiario
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