Vida Religiosa | Begoña Aragoneses/A&O
Curso en San Dámaso: «Los santos son hombres
reales, no héroes ni superhombres»
«Los cristianos ya somos santos» por la acción de
Dios, pero a la vez «estamos llamados a ser a fondo lo que ya somos», subraya
el obispo auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino al inaugurar el
curso Las causas de los santos
La Universidad San Dámaso ha
inaugurado el curso Las causas de los santos. Perspectiva teológica,
histórico-hagiográfica y jurídica, que nace con el objetivo, entre
otros, de promover la pastoral de la santidad. En él se han
matriculado ya 75 alumnos.
El obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez
Camino, SJ –profesor del mismo–, pronunció la lección inaugural, que abrió con
el «llamados a ser santos» que san Pablo expresó a los corintios, aunque en
otras ocasiones, matizó, el apóstol se refería a los cristianos directamente
como «santos». «Los cristianos ya somos santos», aseveró el prelado, porque «el
Dios tres veces santo» se ha acercado al hombre en Jesucristo «y nos ha dado
parte en su vida a través del Espíritu Santo».
Santos, añadió, por la participación en los
sacramentos; santos por «pura gracia» de Dios, santos «porque sin mérito alguno
de nuestra parte […] Dios nos da parte en su amor eterno». Si esto no se tiene
en cuenta, se caerá en un concepto de santidad equivalente «a ser bueno»;
«caeremos en el pelagianismo».
En busca del amor perfecto
A la vez, «estamos llamados a ser a fondo lo que ya
somos, es decir, santos». El Concilio Vaticano II, que proclamó la llamada
universal a la santidad, puso el acento en el camino que ha de recorrer todo
bautizado: «Encauzar rectamente sus afectos, sus deseos, para que el uso de las
cosas de este mundo y apego a las riquezas no les impidan […] buscar el amor
perfecto». En definitiva, resumió el obispo auxiliar, «ordenar la vida» hacia
ese amor. En este camino, el testimonio de los santos juega un papel relevante,
destacó. Ya lo vio en su día san Ignacio, de cuya conversión se cumplen ahora
500 años y que incluyó en la segunda semana de sus ejercicios espirituales una
aproximación a la vida de los santos. «Si san Francisco hizo aquello, ¿por qué
no yo?», pensaba el santo de Loyola.
Ningún otro concilio, continuó Martínez Camino,
«había enseñado algo tan fuerte, como se dice ahora», sobre los santos. A
través de ellos, se asegura en los documentos conciliares, «Dios nos habla»;
ellos son «medios de revelación de Dios». Ya sobre «esta llamativa enseñanza
del concilio» habían escrito con anterioridad los teólogos Hans Urs von
Balthasar y Joseph Ratzinger; el primero se llegó a referir a los santos como
«el Evangelio viviente», y el segundo había asegurado poco antes del concilio
que los santos «son interpretación actual de Jesucristo, el cual toma forma
concreta en sus vidas». Ellos «traducen lo divino en lo humanos», aseguraba,
«son para nosotros los maestros del arte de ser hombres».
«Cada santo es una misión», dice el Papa Francisco en Gaudete et exsultate, que, aseguró el prelado,
«prolonga» la misión de Cristo «con acentos especiales». En este punto, el
obispo auxiliar apuntó que habría que escribir la historia de la Iglesia al
hilo de los grandes santos que «Dios ha mandado en cada momento». «¿Qué tipos
de santos ha habido en cada época?», preguntó en voz alta, antes de dar por
concluida su exposición.
España, tierra de santos
En la inauguración estuvo también presente, de
manera online, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos. «Para los que trabajamos en la
congregación –admitió– es una profunda satisfacción que se haya puesto esta
iniciativa bajo nuestro patrocinio». El cardenal hizo un repaso rápido por las
diferentes fases de una causa de beatificación y valoró el curso porque,
aseguró, el éxito de la fase diocesana «depende mucho de la competencia» de las
personas que trabajan en ella. Sobre la santidad, el prefecto destacó la
aportación del Papa Francisco en este aspecto al hablar de «los santos de la
puerta de al lado», y reconoció a España, «que ha regalado tantos santos a la
Iglesia».
Por su parte, Javier Prades, rector de la
Universidad San Dámaso, expresó su «alegría» por este curso y reflexionó sobre
la santidad como el «testimonio más alto de la fe eclesial», que se ve «de
manera paradigmática en los mártires» y en todos aquellos que con su vida
«comunican la verdad del amor de Dios en Jesucristo para todos los hombres».
«Los santos son hombres reales, no héroes ni superhombres», afirmó, que no
buscan la autoperfección, sino «la identificación plena con Jesucristo».
Entre los asistentes y participantes también se
encontraba el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza; el obispo de Córdoba,
Demetrio Fernández González, promotor del curso; el arzobispo emérito de
Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela; la directora de la oficina para la
Causa de los Santos de la Conferencia Episcopal, Lourdes Grosso, y el delegado
episcopal para las Causas de los Santos del Arzobispado de Madrid, Alberto
Fernández.
Publicado por Alfa&Omega
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