Reflexión | José Francisco Gomez/VN
Todavía lo necesitamos
Hace
poco me preguntó un reportero de cierta revista muy conocida en México:
“¿Conoce algún cura que sea al mismo tiempo joven y revolucionario? Necesito
entrevistar a uno para preguntarle sobre el Sínodo por una Iglesia Sinodal“.
Con
tristeza le respondí que no. ¿Revolucionario?, quizá algún viejito que añora
los 70’s del siglo pasado, porque los jóvenes cronológicos se han vuelto
conservadores existenciales. Y creo que no sólo en los terrenos eclesiásticos,
sino en muchos otros ambientes, las utopías sociales que alimentaron las
esperanzas de tantos chavos, los afanes transformadores de varias generaciones,
han cedido ante la instalación y la inmovilidad, disfrazadas de modas
postmodernas. Los ancianos, en muchos casos, abren horizontes más juveniles que
los mismos mozalbetes.
Un
ejemplo lo constituye el papa Francisco. Esta semana que termina cumplió ocho
décadas y media de vida, y su impulso renovador parecería el de un curita
recién ordenado… pero hace 50 años.
Llama
la atención, asombra sobremanera, que con esos calendarios a cuestas mantenga
una frenética producción doctrinal, no cesa en sus viajes hacia los lugares más
recónditos y, sobre todo, machaconamente, nos invita a abrir las puertas, a
salir hacia las periferias existenciales, a dejar de lado actitudes
clericalistas, a facilitar y no impedir el acceso a los sacramentos, a vivir la
cultura de la sinodalidad.
Y,
aunque no faltan también ancianos entre sus enemigos, sobre todo agrios
cardenales y pálidos monseñores de la Curia Vaticana, son los clérigos de
mediana edad quienes más se oponen a sus deseos cambiarios. Hoy ser un
joven eclesiástico no es sinónimo de innovación, salvo que esta sea tecnológica.
La pasión social la han cambiado por la añoranza de liturgias ya idas.
En
la célebre canción de los Beatles, “When I’m sixty four”, que nos acompañó a
muchos cuando llegamos a esa edad, el protagonista le pregunta a su amada si lo
seguirá necesitando. Creo que ese gran amor del papa Francisco, la Iglesia, le
dice hoy en su cumpleaños 85: te seguimos necesitando, con tu empuje, tu
energía, tu lucidez, tu testimonio. Ojalá y nos dures muchos años más.
Pro-vocación
Y
hablando de “conservas” tradicionalistas. La Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos acaba de responder a las
solicitudes de aclaración sobre ciertos aspectos de la ‘Traditionis
custodes’, motu proprio que golpeó a los defensores de las misas en latín
y otras prácticas litúrgicas pre-conciliares. Es un ajuste todavía más claro de
las restricciones ya impuestas.
Publicado por Vida Nueva
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