Convivencia | Federico Piana/VN
Un sacerdote de Odessa: "Hay miedo a la guerra, pero la
Iglesia no huye"
En
la ciudad ucraniana que da al Mar Negro, las explosiones son cada vez más
frecuentes e intensas, señal de que los soldados rusos están a las puertas. El
padre Oleksandr Smerechynskyj, de la Iglesia greco-católica: "Todos
quieren huir, pero nosotros nos quedamos. Agradecemos al Papa la jornada de
oración y ayuno del 2 de marzo que no nos hace sentir solos"
En
Odessa, el terrible sonido de las explosiones es cada vez más cercano, más
insistente. Los militares rusos aún no han entrado en la cuarta ciudad más
poblada de Ucrania, pero están muy cerca, más cerca de lo que uno puede
imaginar. Para entenderlo, basta con asomarse al puerto, uno de los más
importantes y estratégicos del paÃs, y, a poca distancia, ver las siluetas de
los buques de guerra, imponentes y amenazantes. "De vez en cuando oÃmos
explosiones en la distancia y vemos caer un misil. A pocos kilómetros de aquÃ,
murieron al menos 19 personas, mientras que en el cercano puerto de Yujhnyi, a
unos 50 kilómetros, fueron bombardeados dos barcos mercantes", declaró a
Radio Vaticano/Vatican News el padre Oleksandr Smerechynskyj, sacerdote
diocesano de la Iglesia greco-católica y capellán de los marÃtimos.
Sacerdotes
junto a los fieles
"La
gente tiene miedo, muchos quieren abandonar la ciudad. Se forman largas colas
para conseguir las últimas provisiones de alimentos y gasolina, sacar dinero de
los cajeros automáticos se ha vuelto casi imposible", explica el
sacerdote, insinuando que el pánico se ha apoderado de la situación. Pero si casi
todo el mundo intenta escapar, los sacerdotes han decidido quedarse. “Lo hacen
- dice el padre Smerechynsky - para tranquilizar a los fieles, a la población.
Y que no se pierdan las celebraciones eucarÃsticas: cada mañana se celebran en
todas las iglesias de la ciudad y de la región". Hasta ahora, no se ha
cancelado ninguna misa.
Comprometidos
con la fe y la caridad
La
Iglesia greco-católica concentra sus esfuerzos en dos frentes. El primero es el
de la fe: "Los fieles han participado activamente en el ayuno por la paz y
en los diversos momentos de oración, incluida la oración ecuménica, que
tuvieron lugar tanto en enero como en el mes de febrero", hace presente el
padre Smerechynskyj, que agradece al Papa Francisco la convocatoria de una
jornada mundial de oración y ayuno para el 2 de marzo, inicio de la Cuaresma.
"El Papa - añade el sacerdote - no nos hace sentir solos en estos momentos
difÃciles. Y, junto con él, nos afligimos por el trágico ejemplo que estamos
dando como naciones cristianas".
Atención
a los pobres y a los refugiados
La
caridad y la asistencia son el segundo frente del compromiso. Ya en las
próximas semanas, miles de refugiados del este de Ucrania podrÃan llegar a
Odessa. Nuestra Cáritas diocesana - especifica el P. Smerechynskyj - ha
empezado a aumentar sus actividades de intervención, que incluyen una atención
especial a los ancianos y a los pobres. Estamos acumulando alimentos para
montar un comedor y también vamos a abrir un segundo. Además, hemos creado un
centro de ayuda psicológica: lo necesitaremos mucho".
Publicado
por Vatican News
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