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Asia es la nueva “curia misionera”
Una
Curia romana con este perfil afecta directamente a Asia, continente donde el
anuncio del Evangelio es necesariamente una experiencia cotidiana en la vida de
las Iglesias, que en la gran mayoría de esos países son un pequeño rebaño en
medio de pueblos que no conocen a Cristo. Y no es casualidad que, en los
últimos años, precisamente cuando se estaba gestando esta reforma, el Papa
Francisco haya prestado especial atención a Oriente, no solo para la elección
de nuevos cardenales sino también para las responsabilidades dentro de los
dicasterios vaticanos.
El
Papa Francisco promulgó el texto de la esperada Constitución Apostólica
“Praedicate evangelium” sobre la Curia romana y el servicio que ésta presta al
mundo. Fruto de una larga reflexión a cargo de un consejo especial de
cardenales designado por el pontífice pocos meses después de su elección,
entrará en vigor el 5 de junio, solemnidad de Pentecostés. El documento no sólo
modifica la estructura y organización de los dicasterios vaticanos, sino que
también se centra en la primacía del anuncio del Evangelio, exhortando a la
Iglesia a una «conversión misionera», a dar testimonio «con palabras y obras,
de la misericordia que ella misma ha recibido gratuitamente».
Muy
significativa en este sentido es la decisión de crear un nuevo Dicasterio para
la evangelización que estará presidido por el mismo Papa. Será un organismo
único dividido en dos secciones, que tendrán a su cargo tanto las cuestiones
fundamentales de la evangelización en el mundo (catequesis, inculturación,
nuevos lenguajes para el anuncio del Evangelio, que hasta ahora eran tratados
por el Pontificio Consejo para la nueva evangelización) como el tema de la
primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares en los lugares de
misión (las áreas actualmente a cargo de la Congregación para la Evangelización
de los Pueblos).
Entre
las novedades que plantea la «Praedicate evangelium» también está la idea de
que los dicasterios del Vaticano ya no deberían ser sólo prerrogativa del Papa,
los obispos y los ministros ordenados. “La reforma – escribe Francisco – debe
prever la implicación de los laicos, incluso en funciones de gobierno y
responsabilidad. Por su vida familiar, por su conocimiento de las realidades
sociales y por su fe que los lleva a descubrir los caminos de Dios en el mundo,
pueden hacer valiosas contribuciones, especialmente cuando se trata de promover
la familia y respetar los valores de la vida y de la creación, del Evangelio
como fermento de las realidades temporales y del discernimiento de los signos
de los tiempos”.
Igualmente,
fuerte es la insistencia en la «catolicidad» de la Curia romana, es decir, en
la necesidad de que en ella estén realmente representadas las experiencias
concretas de las Iglesias de todo el mundo. El Papa pide expresamente que no
sólo los cardenales y obispos que conducirán los dicasterios, sino también los
funcionarios -es decir, sus colaboradores más cercanos dentro de los organismos
vaticanos- «provengan de las distintas regiones del mundo, para que la Curia
romana refleje la universalidad de la Iglesia”. Para favorecer este
intercambio, se establece que su servicio en el Vaticano sea por un período
limitado (normalmente 5 años) tras el cual regresen a sus diócesis de origen.
Una
Curia romana con este perfil afecta directamente a Asia, continente donde el
anuncio del Evangelio es necesariamente una experiencia cotidiana en la vida de
las Iglesias, que en la gran mayoría de esos países son un pequeño rebaño en
medio de pueblos que no conocen a Cristo. Y no es casualidad que, en los
últimos años, precisamente cuando se estaba gestando esta reforma, el Papa
Francisco haya prestado especial atención a Oriente, no solo para la elección
de nuevos cardenales sino también para las responsabilidades dentro de los
dicasterios vaticanos.
Como
se recordará, el 8 de diciembre de 2019 convocó al cardenal Luis Antonio Tagle,
arzobispo de Manila en aquel momento, teólogo reconocido en todo el mundo y
desde 2015 presidente de Caritas internationalis, para presidir la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos. Es fácil pensar que después del 5 de
junio el cardenal Tagle será confirmado como uno de los dos pro-prefectos que,
operativamente, supervisarán el nuevo Dicasterio para la Evangelización.
En
junio de 2021 el Papa Francisco quiso también que hubiera un segundo prelado
asiático a la cabeza de un dicasterio en el Vaticano: el coreano Lázaro You
Heung-sik, ex obispo de Daejeon, fue designado prefecto de la Congregación para
el Clero. En esa oportunidad Mons. You Heung-sik contó personalmente a los
fieles de su diócesis que el mismo Papa -ante sus dudas sobre el nuevo
nombramiento- había subrayado la importancia de que un obispo de Asia ocupara
ese cargo. Y pocos meses después, el 9 de octubre, le pidió que presentara su
testimonio en el Vaticano, durante el momento de apertura del proceso sinodal.
Junto
a los dos jefes de dicasterio de la actual Curia Romana también hay un
secretario que viene de Asia, Mons. Indunil Janakaratne Kodithuwakku
Kankanamalage, natural de la diócesis de Badulla en Sri Lanka, quien es
secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Profundo
conocedor del mundo budista e hindú, también fue nombrado por el Papa Francisco
en julio de 2019 y es el primer asiático que ocupa el cargo de secretario en
ese organismo, que a partir de ahora se eleva al rango de Dicasterio con la
nueva constitución «Predicate evangelium».
A
ellos se suman los subsecretarios y funcionarios de los distintos dicasterios
que -como se mencionó anteriormente- con la nueva constitución apostólica
promulgada ayer el Papa Francisco espera que provengan de todo el mundo. Pero
también añadió otros dos requisitos: un «número adecuado de años de experiencia
en actividades pastorales» y la perspectiva de permanecer en Roma sólo por un
tiempo limitado. Tres requisitos que en su conjunto sugieren que ahora será
mucho más fácil que sacerdotes, religiosos y laicos provenientes de la
experiencia de las diócesis de Asia estén presentes en la Curia romana.
Publicado
por Zenit
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