Mensajes | Salvatore Cernuzio
El Papa: superar la concepción ideológica
iluminista de la educación
Francisco recibió a los religiosos Maristas con motivo de la conferencia
general y les instó a trabajar en el campo de la educación, para contrarrestar
la "mentalidad mundana que contamina la ecología, haciéndola ideológica y
superficial": "El horizonte de Dios es, en cambio, el de una ecología
integral, que mantiene unidas las dimensiones social y ambiental".
"Mirar más allá para educar a mirar más allá", para superar
"la concepción iluminista de la educación que es copiar ideas, ideas,
ideas" y que lleva a una perspectiva "ideológica" de la
educación. Son indicaciones precisas que el Papa Francisco ofrece a los
religiosos maristas, una "familia multicultural y multiétnica", para
llevar a cabo la misión educativa propia de su instituto. El Pontífice recibió
en el Palacio Apostólico a unos 40 participantes en la Conferencia General, una
cita que tiene lugar cada ocho años y que, según él, representa "un
momento fuerte de reflexión, de lectura de los signos de los tiempos", así
como una forma de "superar las fronteras, no tanto geográficas, sino de
mentalidad".
En esta perspectiva el Papa pide a los maristas a ayudar a los jóvenes a
ser, o, mejor dicho, a aprender a ser "custodios de la Creación" a
través de un "camino educativo" que les permita no caer en eslóganes
e ideologías superficiales, sino madurar en la importancia de "una
ecología integral, que mantenga siempre unidas las dimensiones ambiental y
social, el grito de la Tierra y el grito de los pobres". Esto, afirma, “es
el horizonte de Dios”.
"Educar a mirar más allá para enseñar a mirar más allá",
insiste el Papa dejando el discurso de lado. "Esta es precisamente la
denuncia más fuerte contra la concepción iluminista de la educación, que es la
de copiar ideas, ideas, ideas... No. Educar a mirar más allá para enseñar a
mirar más allá. Esto destruye toda la concepción estática iluminista e
ideológica de la educación. La educación es un reto para toda la persona, para
el pensamiento, los sentimientos y el trabajo de las personas".
Su mirada, dice el Papa, debe apuntar siempre "hacia
adelante", nunca "hacia atrás": "Como quien está al timón
de una embarcación: para ver si el camino es correcto, no mira la estela que
hay detrás de él, sino que mira hacia adelante, sin perder de vista dos o tres
puntos de referencia que le orienten". Sin embargo, esto "no
significa desprenderse de sus raíces":
¡No, en absoluto! No hay contradicción entre la
fidelidad a las propias raíces y la apertura universal. Por el contrario, según
el modelo de Cristo el Señor, es precisamente permaneciendo fieles hasta el
final al pacto de amor con el pueblo que nos ha sido confiado que nuestro
servicio se hace fecundo para todos, por la fuerza de la gracia de Dios.
A continuación, Francisco indica las prioridades para "poner las
cosas en su justo orden" durante este tiempo de Cuaresma: "En primer
lugar Dios y su Palabra". Fácil de decir, pero difícil de hacer,
"sobre todo cuando la Palabra nos pide 'mirar más allá'". "Más
allá", es decir, dice el Papa Francisco, "de la mentalidad mundana,
más allá de los intereses efímeros, más allá de una perspectiva parcial, para
abrirse al horizonte de una fraternidad universal".
Precisamente la fraternidad, subraya el Pontífice, es la misión
primordial que hay que realizar hoy, en una "realidad cambiante, con las
características de las nuevas generaciones". Los jóvenes, señala el Papa
Francisco, por ejemplo, están mostrando "sensibilidad e interés" por
la ecología.
Aquí hay un gran campo de educación; porque desgraciadamente
la mentalidad mundana -permítanme el juego de palabras- también contamina la
ecología, la reduce, la hace ideológica y superficial. En cambio, el horizonte
de Dios es el de una ecología integral, que mantiene siempre juntas las
dimensiones ambiental y social, el grito de la Tierra y el grito de los pobres.
"Los niños y los jóvenes están predispuestos a convertirse en
custodios de la creación, pero tienen que aprender que esto no es sólo un
eslogan, no es sólo una denuncia, es una forma de vida, requiere paciencia,
fortaleza, templanza, justicia", afirmó el Papa. En definitiva, "no
se nace siendo custodio de la Creación, sino que se llega a serlo a través de
un camino educativo".
El ejemplo de la ecología puede aplicarse a otros campos, como el del
compromiso social y político, el de la comunicación, o incluso antes el del
estudio y el trabajo, siempre, recomienda el Pontífice, "visto desde el
punto de vista de la promoción integral de la persona". Todo esto
pertenece a los maristas, como religiosos, porque la "educación
espiritual" es "la base del crecimiento integral".
Jesucristo es el Maestro de la vida y de la verdad,
el camino a seguir para llegar a ser hombres y mujeres en plenitud, y el
Espíritu Santo es el Maestro interior que forma a Cristo en nosotros. ¡Qué
vocación, qué misión, hermanos, cooperar con Cristo y el Espíritu para
acompañar a los jóvenes en esta aventura! Es realmente demasiado grande para
nosotros, pobres pecadores.
Sin embargo, Dios -dice el Papa, citando las palabras de la Virgen en el
Magnificat- ama hacer grandes cosas con los pequeños y los pobres, con tal de
que se abran humildemente a Él y acojan su Palabra, poniéndose a su
disposición.
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