Actualidad Mundial | Noticias ONU
Los adultos del 25% de hogares con niños pasaron uno o más
días sin comer durante la pandemia
Un
nuevo estudio del Fondo de la ONU para la Infancia y el Banco Mundial destaca
que “el panorama es desolador”, y que las familias más pobres “se están
hundiendo aún más en la pobreza". Ambas organizaciones solicitan una
rápida ampliación de los sistemas de protección social para los niños y sus
familias.
Los
efectos de la pandemia de COVID-19 han sido generalizados a nivel mundial y han
afectado de forma desproporcionada a las capas más vulnerables de la población
incluidas las familias con niños.
Un
nuevo informe de UNICEF y el Banco Mundial concluye que al menos dos terceras
partes de los hogares con menores sufrieron pérdidas de ingresos desde el
inicio de la epidemia de coronavirus.
El
estudio, que analizó esta cuestión mediante encuestas telefónicas en 35 países,
destaca que el 75% de los hogares con tres o más hijos vieron como menguaban
sus ingresos, en comparación con el 68% de los hogares con uno o dos hijos.
Esta
pérdida de renta tuvo consecuencias directas en los adultos que viven con
niños, ya que uno de cada cuatro reportó no haber comido durante uno o más días
y casi la mitad de ellos se saltó una comida por falta de dinero.
Menos
recursos y menos acceso a servicios esenciales
El
director del Grupo de Programas de UNICEF alertó que los modestos avances en
materia de pobreza infantil registrados durante los últimos años a nivel global
corren el riesgo de perderse.
“Las
familias han sufrido pérdidas de una magnitud asombrosa. Mientras que el año
pasado la inflación alcanzó su nivel más alto en años, más de dos tercios de
los hogares con niños ingresaron menos dinero. Las familias no pueden
permitirse alimentos o servicios sanitarios esenciales. No pueden permitirse
una vivienda. El panorama es desolador, y los hogares más pobres se están
hundiendo aún más en la pobreza", advirtió Sanjay Wijesekera.
El
estudio también destaca que en estas situaciones los niños se ven privados de
los elementos más esenciales, entre ellos el de la enseñanza. Un 40% de los
hogares encuestados afirmó que los menores no realizaron ningún tipo de
actividad educativa cuando la pandemia obligó al cierre de las escuelas.
Teniendo
en cuenta que los datos se recopilaron a nivel de hogar, es probable que la
tasa de participación real a nivel individual sea aún menor, especialmente para
los niños que provienen de hogares con tres o más hijos.
“Las
interrupciones que afectan a la educación y a la atención sanitaria de los
niños, unidas a los enormes gastos sanitarios que afectan a más de 1000
millones de personas, podrían frenar el desarrollo del capital humano, es
decir, los niveles de educación, salud y bienestar que necesitan las personas
para convertirse en miembros productivos de la sociedad", afirmó la
directora mundial de Pobreza y Equidad del Banco Mundial.
Niños
con un peor nivel de vida que sus padres
Carolina
Sánchez-Páramo destacó que esta situación podría afianzar el aumento de la
desigualdad de las generaciones venideras y reducir la posibilidad de que los
niños logren un mejor nivel de vida que sus padres o abuelos.
Pese
a todas las carencias y en el otro lado de la balanza, el estudio indica que
los hogares con tres o más hijos fueron los que más sufrieron la pérdida de
ingresos pero que también fueron los que más ayuda recibieron de los gobiernos.
El 25% de las familias con menores recibió este tipo de asistencia, en
comparación con el 10% de los hogares sin hijos.
Ante
esta situación, UNICEF y el Banco Mundial instan a una rápida ampliación de los
sistemas de protección social para los niños y sus familias. El apoyo se
materializaría mediante la entrega de transferencias de dinero en efectivo y la
universalización de las prestaciones para los niños. Estas inversiones se
consideran fundamentales y pueden ayudar a sacar a las familias de las
dificultades económicas y prepararlas para futuras crisis.
Según
el informe, antes del inicio de la pandemia del COVID-19, uno de cada seis
niños en todo el mundo –356 millones– vivía en la pobreza extrema, ya que su
entorno familiar trataba de sobrevivir con menos de 1,90 dólares al día.
Más
del 40% de los niños vivían en una situación de pobreza moderada, mientras que
cerca de 1000 millones vivían en la pobreza multidimensional en los países en
desarrollo, una cifra que desde entonces ha aumentado en un 10% como resultado
de la pandemia.
Desde
el inicio de la epidemia de COVID-19, el Banco Mundial apoyó con 12.500
millones dólares la implementación de los miles de medidas de protección social
adoptadas por más de 200 países o territorios, una ayuda que ha llegado a unos
1000 millones de personas en todo el mundo.
Publicado
por Noticias ONU
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