Papa Francisco | Alina Tufani Díaz/VN
Francisco en Malta: “Que
nuestra compasión no se agote en palabras vanas”
En la gruta de San Pablo en Rabat, el Papa recordó el naufragio del
Apóstol de los Gentiles, primer evangelizador de Malta quien fue acogido tras
su naufragio con cordialidad y buen corazón, una compasión que debe seguir viva
para reconocer a quienes hoy son arrastrados por las olas del mar hasta sus
costas.
El Papa Francisco rezó, esta mañana, en la Gruta de San Pablo en Rabat,
allí donde el Apóstol de los Gentiles predicó, bautizó y sanó enfermos
mostrando el Evangelio de Cristo a quienes no lo conocían, a quienes como
buenos samaritanos, lo habían acogido, alojado y alimentado tras el terrible
naufragio del barco que lo llevaba a Roma para ser juzgado, allí donde a las
piedras y tierra se le reconocen virtudes milagrosas.
Puntualmente, a las 8.30 el Papa llegó a la Basílica de San Pablo donde
fue recibido por el Arcipreste y el Capítulo de la Colegiata. Tras un breve
saludo, el Pontífice descendió a la gruta para una oración privada ante la
imagen del Apóstol, para luego encender una lámpara votiva sobre la cual está
grabada la palabra “PAX”.
Una oración la del Papa que narra de la cordialidad de las gentes que
dieron refugio, seguridad y asistencia al apóstol Pablo y los prodigios que el
anuncio del Dios Salvador hizo en ellos, una oración en la que pide nuevamente
la gracia de un buen corazón que palpite en las personas, para que reconozcan
las necesidades de cuantos llegan a la costa arrastrados por las olas,
para que no se agote su compasión y que el calor de la acogida permanezca
encendido e ilumine el camino de la paz.
Una vez terminada la oración, entre cantos corales, el Santo Padre firmó
el Libro de Honor: "En este lugar sagrado, que conmemora a San
Pablo, Apóstol de las Gentes y padre en la fe de este pueblo, doy gracias al
Señor y le pido que conceda siempre a los malteses el Espíritu de consuelo y el
ardor del anuncio".
Luego, Francisco saludó a varios líderes religiosos, antes de dirigirse
al interior de la Basílica de San Pablo para reunirse con enfermos y pacientes
asistidos por Cáritas entre gestos amorosos, sonrisas y caricias. Ante el
Santísimo, el Papa se despidió con una oración y su bendición apostólica, tal
como lo hicieran Juan Pablo II, el 27 de mayo de 1990 y Benedicto XVI el 17 de
abril de 2010.
ORACIÓN EN LA GRUTA DE SAN PABLO
Dios de misericordia,
en tu admirable providencia
quisiste que el apóstol Pablo
anunciase tu amor a los habitantes de Malta,
que todavía no te conocían.
Él les proclamó tu palabra
y curó sus enfermedades.
Salvados del naufragio,
san Pablo y sus compañeros de viaje
encontraron aquí para acogerlos
gente pagana de buen corazón,
que los trató con una cordialidad
fuera de lo común,
dándose cuenta de que necesitaban
refugio, seguridad y asistencia.
Ninguno conocía sus nombres,
su procedencia o condición social;
sólo sabían una cosa:
que necesitaban ayuda.
No era tiempo para las discusiones,
para los juicios, los análisis y los cálculos;
era el momento de prestar auxilio;
dejaron sus ocupaciones
y así lo hicieron.
Encendieron un gran fuego,
y los hicieron secarse y calentarse.
Los acogieron con corazón abierto
y, junto con Publio,
primero en el gobierno y en la misericordia,
encontraron alojamiento para ellos.
Padre bueno,
concédenos la gracia de un buen corazón
que palpite por amor a los hermanos.
Ayúdanos a reconocer desde lejos las necesidades
de cuantos luchan entre las olas del mar,
golpeados contra las rocas de una costa desconocida.
Haz que nuestra compasión
no se agote en palabras vanas,
sino que encienda la hoguera de la acogida,
que hace olvidar el mal tiempo,
da calor a los corazones y los une;
fuego de la casa construida sobre roca,
de la única familia de tus hijos,
hermanas y hermanos todos.
Tú los amas sin distinción
y quieres que sean uno
con tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor,
por el poder del fuego que enviaste del cielo,
tu Espíritu Santo,
que quema toda enemistad,
y en la noche ilumina el camino
hacia tu reino de amor y de paz.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...