Reflexión | Robert Joel Feliz P.
Buscando una respuesta en mi interior, siento que
debería reestructurar la pregunta. La pregunta es ¿por qué no? Para muchos escépticos
la palabra “creo” puede resultar en duda, se puede percibir en ocasiones como
un signo de inseguridad. Ahora bien, si
crees, si tienes fe, y siendo la fe la certeza de lo que no se ve, entonces
afianzamos nuestra certeza, ella misma, conjuga la creencia y la confianza, la
fe misma, es tener la certeza de su existencia.
Ya antes me han cuestionado sobre esto y pienso que se
cuestionan a si mismos buscando fuera lo que está dentro de cada uno, que sí
creemos en Dios. Y siempre digo que "sí" pero a la vez les pregunto ¿por
qué no creer?
No veo lógica en que elementos tóxicos dieran paso a
la vida “por una explosión cósmica” y cuando interactúan con ella no pueden
resistirlas, de igual modo, si somos fruto de elementos químicos, por qué no
aparece nuestra nomenclatura en la tabla periódica; sólo aparecen elementos
inertes, pero no hay un elemento químico que tenga vida propia. Teoría que me
hace cuestionar, ¿por qué las explosiones en Hiroshima y Nagasaki no dieron
paso a nueva vida? ¡También fueron explosiones! Es curioso que siendo
descendientes del mono seamos los únicos sapientes, si todos los organismos
vivos y no vivos fueron expuestos a los mismos estímulos.
Pero siendo más espiritual e interiorizando, buscando
la lógica de las cosas, veo respuestas en aquellas cosas que las personas comúnmente
pasamos desapercibidas, como el concepto del bien y el mal, ¿A quién se le ocurrió
esto? ¿Por qué no fue a la inversa? creer en lo que no veo, ¿creer en el color?
¿creer en el tiempo? pero si estos no existen según la ciencia porque no han
podido ser estudiados, y hasta hace poco supe que el olor como lo conocemos
tampoco existe. Cuestiones evolutivas y científicas me llevan a afirmar mi fe
en Dios, por tanto, pregunto, ¿por qué no creer en Dios?
Creo que esto es una lógica que se aplica a su
existencia, así como percibimos el tiempo, los olores y el color, también
percibimos a Dios en nuestro interior y a la vez tenemos un concepto
intelectual y emocional, porque si Él está sobre toda lógica, no puede ser
rebajado a la lógica humana sin su consentimiento, o dejaría de ser
todopoderoso.
Concluyo con un anónimo: "Creer que el universo
es fruto de una explosión, es creer que el libro perfecto es fruto de la
explosión de una imprenta".
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