Jueves de Cine | Juan Orellana
Si todas las puertas se cierran. Una historia cada
vez más actual
Son ya unas
cuantas congregaciones religiosas o institutos los que se han animado a
producir películas que den a conocer su obra a través de las vidas de sus
fundadores o de santos de su institución (Poveda, La sirvienta, Luz de soledad, Petra de San José). En este caso son las Oblatas
del Santísimo Redentor —que celebran el bicentenario del nacimiento
de su fundadora— las que han querido difundir su trabajo con las prostitutas y
la historia de sus cofundadores, Antonia María de Oviedo y
Schönthal y el obispo benedictino José María Serra. La película
de Cuadri sigue la misma fórmula que ha usado Pablo Moreno en sus biopics de santos: alternar dos tramas, una
histórica referida a la vida del santo y otra de ficción ambientada en la
actualidad. Pero, a diferencia del director mirobrigense, Antonio Cuadri le
dedica mucho más tiempo y desarrollo a la historia actual que a la de época.
La vida de
los fundadores nos lleva a la España de la segunda mitad del siglo XIX. El
argumento arranca en 1948, cuando Antonia (interpretada por Alexandra Ansidei),
suiza, viene a España para ser la institutriz de las infantas Amparo, Milagros
y Titina, hijas de la reina María Cristina de Borbón (Ruth Gabriel). Durante su
trabajo en la Corte va a ir creciendo su sensibilidad hacia las mujeres que
están en la calle y cuya precariedad las hace especialmente vulnerables. Ella
comparte sus inquietudes con el padre Serra (Roberto Álvarez), quien le ayudará
a dar pasos en su discernimiento vocacional.
En paralelo
a esta historia, otra trama nos lleva a la actualidad. Rebeca (Paula Iglesias)
es una joven maestra de 25 años que trabaja en un colegio de Madrid. Le gusta
su puesto, pero no está satisfecha, se encuentra en búsqueda de algo que le
llene más. Un día descubre que una de sus alumnas, Alika, de 6 años, tiene unos
comportamientos que sugieren que en su casa ocurre algo malo. Citada la madre,
Sharik (Toyemi), para una tutoría, Rebeca se da cuenta de que está invadida por
el miedo y oculta algo. Y decide involucrarse por el bien de la niña. Así conoce
el mundo de la trata de personas, del que Sharik es una víctima.
La película
entrelaza estas dos tramas para mostrar la desgraciada actualidad que tiene la
obra de Antonia más de un siglo después. Si el delito se ha vuelto mucho más
organizado, también lo están las religiosas oblatas, que tienen casi 100 casas
extendidas por 15 países de Europa, América, África y Filipinas. La cinta del
veterano director está rodada con fuerza, sin espacio a edulcoramientos o
ñoñería. Trata de ofrecer una historia interesante para el gran público,
independientemente de que sea creyente o no. Cuadri tiene una larga trayectoria
como guionista y director de series de televisión muy populares (Cuéntame, Al salir de clase, Abogados, Manolito Gafotas…).
Recientemente dirigió Corazón ardiente,
sobre la historia de la devoción al Sagrado Corazón.
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