La Iglesia Hoy | Christopher Wells
Cardenal Gregory:
"Dignitas infinita" es un documento equilibrado y desafiante
El arzobispo
de Washington D.C. habla con Vatican News sobre la dignidad humana, el
"Renacimiento EucarÃstico nacional" y el SÃnodo sobre la sinodalidad.
Dignitas infinita (DI), la nueva Declaración del
Vaticano sobre la dignidad humana, es "probablemente el resumen más
completo" de la doctrina de la Iglesia sobre el tema "que podrÃa
publicarse en este momento", afirma el cardenal Wilton Gregory.
Preguntado por
las cuestiones planteadas por DI, el cardenal Gregory reconoció que el
documento tocaba una serie de temas "candentes" y ha suscitado
controversias en diversos sectores. "Pero si tomas el documento en su
conjunto, no es un documento sobre un tema especÃfico más allá del hecho de que
trata a los individuos humanos, a las personas humanas, como dignos de una
manera que es insustituible, que nunca perdamos la dignidad que Dios nos confÃa
al crearnos".
También
asegura que la Declaración es "humilde en su contexto, pero también muy,
muy profundamente arraigada en las enseñanzas morales y antropológicas
católicas".
Un documento desafiante
Al mismo
tiempo, el cardenal Gregory cree que el DI será un "reto" para la
gente. "Todo el mundo -quizá sea exagerar- encontrará probablemente algo
con lo que esté de acuerdo de todo corazón, y algo sobre lo que tendrá que
reflexionar".
"Y para
ser totalmente honesto", añade, "creo que ese es el signo de un
documento exitoso. Afirma lo que entiendes, aceptas, sostienes y a lo que te
aferras, pero también te empuja a considerar otras dimensiones de nuestra vida
eclesial, de nuestra vida social, que pueden plantear un desafÃo".
Utilizando el
ejemplo de la pena de muerte, el cardenal Gregory sostiene que la Iglesia
"ha reforzado continuamente su oposición a la pena capital",
acercándose a la postura de que nunca está realmente justificada. "Y para
un cierto número de personas, eso va a ser un problema", dice el
purpurado, al tiempo que subraya que DI insiste en que incluso las personas que
han cometido crÃmenes atroces "no han perdido la dignidad que tenÃan desde
el dÃa de su concepción".
Cuestiones de
importancia crÃtica
El cardenal
Gregory destacó una serie de cuestiones de vital importancia para su
archidiócesis de Washington, en particular el trato a las personas LGBTQ+ y a
las personas preocupadas por su identidad de género.
"El documento
reconoce su dignidad humana, pero también les llama a aceptar y comprender el
hecho de que Dios les ha dado la dignidad de una identidad en su
creación", afirma.
El Cardenal
también llama la atención sobre la "dignidad de nuestra comunidad
migrante". A veces, dice, los migrantes "son denigrados" por
quienes tienen "sentimientos muy fuertes" sobre la migración,
mientras que al mismo tiempo se plantean cuestiones sobre cómo "admitir y
respetar a las personas que vienen a nuestras fronteras buscando las mismas
ventajas de vida" que los antepasados de los actuales residentes buscaron
cuando llegaron a América en el pasado.
"Asà que
esas cuestiones van a tener una importancia crÃtica", enfatiza el cardenal
Gregory.
Dignitas
infinita, concluye, es "un documento muy equilibrado, y una forma muy
equilibrada de considerar toda la gama de cuestiones que nos plantean [la
pregunta]: "¿Cómo podemos respetar mejor la dignidad humana en cada
momento de su existencia?"".
¿Quiénes somos como pueblo eucarÃstico?
Preguntado por
el actual Renacimiento EucarÃstico Nacional en Estados Unidos, el cardenal
Gregory dice que los obispos estadounidenses estaban motivados en parte por la
comprensión de que algunas de las enseñanzas de la Iglesia sobre la EucaristÃa
"no se han transmitido eficazmente a una nueva generación".
Al mismo
tiempo, insiste, "también tenemos que ver el simple hecho... de que ser un
pueblo eucarÃstico tiene consecuencias. Las consecuencias son que te conviertes
en aquello que recibes. Actúas en nombre del Cristo cuya comida has
compartido".
El Cardenal
Gregory continúa explicando que "el Renacimiento EucarÃstico tiene
ciertamente la intención de traer una conciencia más profunda y una aceptación
de la enseñanza de la Iglesia, pero también tiene que centrarse en quiénes
somos como pueblo eucarÃstico. ¿Cómo debemos comportarnos? Cuando ceno con el
Señor de la vida, ¿qué obligaciones se derivan de ese encuentro?".
La arquidiócesis, bendecida con un diálogo sincero
El cardenal
estadounidense habló también del proceso sinodal, iniciado hace tres años y que
continúa este otoño con la segunda sesión de la Asamblea General del SÃnodo
sobre la Sinodalidad.
"Soy muy
afortunado de ser el pastor de, creo, una comunidad sinodal bien
organizada", dice el cardenal Gregory, destacando a los fieles de la
archidiócesis de Washington que han asumido el liderazgo en la Iglesia local.
"Me siento bendecido de que estemos en el camino correcto como Iglesia
local", dice el Arzobispo, añadiendo que la sinodalidad "ha llamado
mucho la atención y ha generado mucho interés".
El cardenal
Gregory dice que su arquidiócesis ha sido "bendecida... con un diálogo
honesto".
Reconociendo
que la sinodalidad no va a resolver inmediatamente todas las cuestiones, el
Cardenal explica que "escuchar y hablar con caridad significa que puedes
plantear cuestiones que todavÃa no están resueltas, que todavÃa son
controvertidas, pero en el fondo, lo haces de una manera reverencial hacia la
persona que está hablando", añadiendo que esa fue su experiencia en la
primera sesión de la Asamblea General del SÃnodo.
Venerable Augustus Tolton
Para concluir
la entrevista, el cardenal Wilton Gregory expresa su amor por la ciudad de
Roma, señalando especialmente la acogida que la ciudad brindó a Augustus
Tolton, el primer sacerdote afroamericano que sirvió abiertamente en los
Estados Unidos. La causa de canonización de Tolton ha seguido su curso en Roma,
con el Papa Francisco aprobando el decreto que reconoce sus "virtudes
heroicas" y le concede el tÃtulo de "Venerable".
"Estoy
muy orgulloso de que nuestra Iglesia, la Iglesia aquà en Roma", proporcionara
la educación y la oportunidad para que el Venerable Augustus se convirtiera en
sacerdote, dice el cardenal. "Y simplemente me hizo sentir muy orgulloso
de estar aquà en Roma, sabiendo que su trabajo aquà le preparó para sentar las
bases, para ayudar a sentar las bases de la comunidad católica negra en los
Estados Unidos, que Roma proporcionó una oportunidad que ningún otro seminario
en los Estados Unidos aceptó".
Por último,
preguntado sobre si volverá a Roma para el Jubileo del próximo año, el cardenal
Gregory responde con una sonrisa: "¡Si Dios quiere!".
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