Convivencia | Edoardo Giribaldi
Los misioneros digitales de
todo el mundo rezan juntos por el Sínodo
En la Jornada
Mundial de las Misiones un momento de oración 'on line' desde la Capilla
Clementina de la Basílica de San Pedro. Los protagonistas fueron los misioneros
digitales llamados a dar su contribución al camino sinodal.
Evangelizar
"los espacios en los que las personas buscan sentido y amor", como se
afirma en el punto (c) de la sección 17 del informe de síntesis de la primera
sesión del Sínodo de los Obispos, titulado "Misioneros en el entorno
digital", fue el concepto reiterado varias veces durante el momento de
oración con los "misioneros digitales" conectados de todo el mundo
que se celebró en la Capilla Clementina de la Basílica de San Pedro. Estuvieron
presentes, monseñor Luis Marín De San Martín, Subsecretario de la Secretaría
General del Sínodo; Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación
y Presidente de la Comisión de Información del Sínodo; monseñor Lucio Ruiz,
Secretario del Dicasterio para la Comunicación.
Juntos en la evangelización digital
Durante su
intervención, monseñor Ruiz ha anunciado una cita para el próximo Jubileo de
los misioneros católicos e influenciadores digitales, los días 28 y 29 de julio
de 2025. "¡Qué hermoso regalo le han hecho ustedes a la Iglesia! ¿Lo ven,
lo sienten?", fue el elogio que el secretario del Dicasterio para la
Comunicación reservó a los misioneros digitales, señalando cómo su labor encaja
en el "gran caudal misionero de la Iglesia".
«Sigamos
soñando juntos», añadió Ruiz, “y haciendo cosas hermosas que muestren la
alegría de Dios en un mundo que necesita esperanza”. Su discurso fue seguido de
una canción en español que introdujo el tiempo de oración interactiva, en el
que las partes normalmente reservadas a la asamblea fueron ocupadas de vez en
cuando por los jóvenes conectados en línea.
Misioneros «pioneros» de un mundo nuevo
Monseñor Ruiz
leyó el Evangelio elegido por el Papa Francisco para la Jornada Mundial de las
Misiones de hoy, con el lema " Vayan e inviten a todos al banquete",
al que siguió una reflexión de Monseñor Marín De San Martín, que enmarcó la
figura de Jesús como una "persona viva" y no como un mero
"avatar", o "identidad digital". En consonancia con el tema
de la Jornada Mundial de las Misiones, la invitación de monseñor Marín De San
Martín fue a cumplir "dos mandatos", a saber, "id,
invitad", abandonando “comodidades” y "egoísmos" y testimoniando
"la alegría del Señor Jesús" con "el entusiasmo de los que
aman". Una misión que debe alejarse de la creación de "grupos
selectos" y de "élites arrogantes y autosuficientes", capaces
por el contrario de mancharse "con el polvo del camino, con el barro de la
historia".
El testimonio de los gemelos libaneses
A
continuación, se mostraron algunos testimonios de jóvenes conmovidos por el
trabajo de los misioneros digitales. Entre ellos, dos gemelos libaneses,
empeñados en compartir en Internet la "belleza del cristianismo" en
Oriente Próximo. La interactividad volvió a cobrar protagonismo cuando varios
misioneros expresaron sus intenciones de oración a todos los presentes, cada
uno en su propio idioma. A continuación, se les pidió que escribieran algunas
de las palabras que caracterizan la labor misionera en las redes sociales y las
nuevas plataformas. Entre ellas, "fraternidad", "escucha",
"alegría", pero también "dolor", "gozo",
"sed" y "necesidad de Dios".
Una misión que cumplir con humildad
Por último,
Ruffini tomó la palabra, invitando a los presentes a asumir un sentido de
responsabilidad frente a las plagas que afligen a la sociedad actual. «Si el
paradigma de nuestro tiempo, incluso entre los bautizados, parece ser el del
odio en lugar del de la misericordia, ¿a quién debemos rendir cuentas?», fue
una de las muchas preguntas que planteó el Prefecto del Dicasterio para la
Comunicación, que puso a San Pablo como ejemplo de gran comunicador, “capaz de
hacerse verdaderamente todo para todos” estando entre la gente. San Pablo
sirvió al Señor "con toda humildad y entre lágrimas" y éste, asegura
Ruffini, es el camino a seguir, eligiendo siempre "la comunión y no la
distinción". Un momento final de oración, también con aportaciones
digitales de los participantes, y la invitación final de Monseñor Ruiz:
"¡Vayan! Hasta los confines del mundo",
concluyó el encuentro.
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