La Escuela Económica | Esteban Delgado (@estebandelgadoq)
Cuidado con la atención médica a
haitianos indocumentados
El presidente
Luis Abinader ha dispuesto un protocolo para las atenciones médicas en los
hospitales del Estado para los extranjeros en el país tanto documentados como
indocumentados. La medida garantiza, en todo caso, la atención a los pacientes
que así lo requieran, pero con la inclusión de condicionantes que pudieran
tener un efecto más negativo que positivo en la política migratoria local.
Se indica que en
los casos de extranjeros debidamente documentados la atención es normal, toda
vez han de contar con un seguro médico, ya sea en el régimen contributivo o en
el subsidiado por el Estado. Además, por tratarse de hospitales del Estado,
recibirían la atención de todas formas.
En los casos de
los extranjeros en condición migratoria irregular, es decir, los
indocumentados, se les ofrecerá la atención médica requerida, pero de inmediato
se avisará a la Dirección General de Migración para que proceda a su
repatriación una vez el paciente ya esté recuperado.
Es obvio que esta
medida va dirigida a los ciudadanos haitianos. Esto así, porque las
estadísticas del Servicio Nacional de Salud (SNS) indican que alrededor del 10%
de las atenciones médicas en los hospitales (consultas, laboratorios, cirugías,
internamientos, emergencias y otros) son a ciudadanos haitianos. Ese porcentaje
se triplica en los casos de partos a madres haitianas, que en 2024
representaron el 35.9%.
El problema es
que la medida, aunque parece tener la intención de regular y limitar la
inmigración ilegal en el país, puede tener otras implicaciones que resultarían
más costosas que lo poque que pudiera ahorrarse el Estado en los gastos que
destina a esas atenciones en los hospitales.
Por ejemplo, se
puede producir un incremento en la insalubridad, pues muchos haitianos sin
documentos que van a los hospitales cuando tienen una situación de salud,
podrían no hacerlo, aunque estén en condición precaria, lo cual agravaría su
condición, incrementaría la insalubridad y le resultaría más costoso al Estado,
en vista de que pudieran provocar contagios de sus afecciones.
El otro aspecto
es el de la debida supervisión y regulación en los hospitales. Se plantea en el
protocolo que habrá un inspector de Migración en cada centro médico. Uno se
pregunta cuál será el salario de esos inspectores. Esto así, porque puede darse
el caso de que se presten al “macuteo”, es decir, a cobrar por hacerse de la
“vista gorda” y no proceder con los trámites de repatriación.
En otras
palabras, se pueden dar casos en que los pacientes indocumentados vayan a
procurar su atención médica y que luego deban pagar “por la izquierda” al
inspector de Migración para que no los repatrie o al personal del hospital
encargado del ingreso, para que no los reporte.
De otro lado,
está el aspecto humanitario. Ya el presidente del Colegio Médico Dominicano
(CMD), Waldo Ariel Suero, ha expresado que la labor del personal de salud es
atender a los pacientes y no bregar con asuntos migratorios. A eso se agrega el
hecho de que, atender a un paciente y luego reportarlo con Migración pudiera
estar muy cercano a la línea de la violación de derechos humanos.
Pero volviendo
con la parte humanitaria, es posible que tanto el personal administrativo como
el de salud de los hospitales decida no delatar o reportar con Migración a los
pacientes que sean atendidos y que estén en condición de indocumentados para
evitar que sean repatriados en perjuicio de su condición de salud.
Otro aspecto por
considerar: imagine que llega una haitiana indocumentada en labor de parto,
posiblemente en condición prematura. Se le ofrece atención inmediata, su niño
nace al cabo de uno o dos días de recuperación, tanto ella como su recién
nacido son montados en un camión con destino a la frontera para ser depositados
allá sin ningún tipo de amparo.
Finalmente, en el
caso de las parturientas, está el aspecto migratorio legal. Si el padre de “la
barriga” como se dice regularmente es dominicano, entonces el niño a nacer
también tiene ese derecho. ¿Se repatriará a la madre y se dejará al bebé en el
país? ¿Qué pasa si los repatrian a los dos porque el padre no estaba presente
para declarar al niño como dominicano y luego se entera de que fue repatriado a
lugar desconocido en Haití junto con la madre?
Presidente
Abinader, tenga cuidado con eso.
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