La Escuela Económica | Esteban Delgado (@estebandelgadoq)
¿Tasa fija o variable? Depende del
préstamo y la coyuntura
Cuando uno decide
tomar un préstamo, ya sea de consumo o hipotecario, para comparar un vehículo,
una maquinaria, emprender un negocio, adquirir una vivienda o local o cualquier
otra propiedad, tiende a interesarse en la tasa de interés del préstamo y el plazo
más conveniente.
Eso es lógico,
pues de ahí usted podrá determinar si está en la capacidad de pagar la cuota
mensual que le corresponderá para el saldo del préstamo en las condiciones
acordadas.
Sin embargo, hay
ocasiones en que desde esta misma columna hemos aconsejado a las personas para
que, en caso de tomar un préstamo, consideren básicamente dos aspectos: si
usted realmente necesita ese préstamo y, si usted sabe que podrá pagar con
holgura la cuota que le toque, independientemente de la tasa de interés
establecida en el momento. Esto así, porque, al final esos son los elementos
básicos para un deudor de un préstamo.
Ahora bien, es
lógico que lo ideal es obtener la menor tasa de interés posible, a los fines de
pagar una cuota mensual relativamente baja y de mayor comodidad para la
condición económica de quien toma el préstamo.
Por eso es bueno
dar seguimiento al comportamiento de las tasas de interés y las perspectivas
que haya de su posible variación hacia la baja o alta en los meses o años por
venir. Por ejemplo, en la actualidad las tasas de interés bancarias están
altas, pero las perspectivas son de que esa alza no será muy prolongada en el
tiempo, es decir, se estima que en el corto plazo habrá una tendencia a la
baja. Eso puede ser dentro de dos o tres años o tal vez antes.
Ante
esa situación, ¿conviene tomar un préstamo a tasa fija o a tasa variable? La
respuesta va a ir combinada con determinadas circunstancias. Por ejemplo, en
las circunstancias actuales, para un préstamo de largo plazo (hipotecario) a
diez, 15 o 20 años, no es conveniente tomarlo con tasa fija durante toda su
vigencia.
Esto
así, porque actualmente las tasas para préstamos hipotecarios rondan el 14%
fija el primer año, 15% fija ellos primeros dos o tres años y cerca de un 17%
fija durante toda la vigencia del financiamiento. Como se puede observar, la
fija permanente está muy alta, por lo que será conveniente tomar el préstamo
con tasa fija solo el primer año, que está más baja y esperar a su variación a
la baja en el corto plazo.
Lo
anterior es porque cuando se toma un préstamo a tasa fija durante el plazo
completo, generalmente, no se permite negociar una tasa a la baja en caso de
que se registren variaciones en el mercado. Entonces, si tomas en préstamo con
tasa fija permanente en momentos en que está alta, no te la van a bajar en caso
de que haya una tendencia de mercado a la baja.
En
cambio, si lo tomas con tasa fija solo de un año y variable en los años por
venir (siempre considerando la perspectiva real de que se espera una tendencia
a la baja en el corto plazo), tendrías la oportunidad de negociar esa reducción
de tasa en los períodos de revisión.
Esto
parece un poco complicado, más tomando en cuenta que los adquirientes de
préstamos no son expertos en perspectivas de tasas, por lo que no es fácil
saber cuándo van a subir o a bajar. Pero, para esos casos están los asesores,
es decir, los propios oficiales de cuenta de los bancos, que son asignados a
los clientes, le pueden dar ciertas orientaciones; además de que usted puede
informarse dando seguimiento a las noticas sobre los temas financieros.
En
cambio, si el préstamo es de corto plazo, entiéndase a tres o cuatro años, para
comprar un vehículo o cualquier otro artículo, lo ideal sería tomarlo a tasa
fija, aunque esté relativamente alta. En ese caso lo que usted debe tomar más
en cuenta es su capacidad para pagar la cuota mensual que le toque sin afectan
mucho sus finanzas.
Los
préstamos para compra de vehículos tienden a ser de corto plazo, mientras que
los hipotecarios son de largo plazo. En ambos casos se pueden conseguir buenas
tasas porque se pone el artículo a adquirir como garantía, pero siempre hay que
estar al tanto de las condiciones de pago (plazo, tasa de interés fija o
variable y otras condiciones como los períodos de revisión de tasas). No deje
de leer el contrato, especialmente las letras pequeñas.
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