La Escuela Económica | Esteban Delgado (@estebandelgadoq)
El elevado costo de tomar
prestado al “prestamista”
María
es una mujer emprendedora que ha logrado mantenerse bien económicamente más por
su determinación que por sus capacidades. Es madre soltera, pero ya tiene casa
propia, sus dos hijos son casi adultos y estudian, mientras que ella también ha
decidido terminar una carrera universitaria, aunque más por deseo de tener un
título que por necesidad.
¿De qué
vive? Ella es prestamista informal. Una labor que desarrolla con poco capital,
en términos relativos, que suficiente como para generar ganancias por el orden
de los 200,000 pesos mensuales, según confiesa (es posible que sean más).
La
conocí mientras ofrecía una breve charla sobre finanzas personales a un grupo
de estudiantes. Yo hablaba de lo perjudicial que resulta tomar préstamos
informales con una exagerada tasa de interés de 20% mensual, que resulta en un
240% anual.
Fue
entonces cuando María levantó la mano para hacer una breve referencia:
“Profesor -dijo- yo le presté hace un tiempo 200,000 pesos a una persona y no
le pedí un 20% mensual, sino que fue a la mutad: un 10% mensual, por lo que él
me pagaba 20,000 pesos mensuales”.
Luego
continuó explicando que al cabo de un año y medio pagando intereses su deudor,
quien por suerte tiene un negocio que le genera suficiente dinero como para
pagar esa cuota, no le había pagado el capital y le pidió que le hiciera un
descuento para pagárselo junto.
Ella
accedió a que él le saldara la deuda con un aporte de 170,000 pesos en lugar de
200,000, lo cual implicó un descuento de un 15% de ese capital. “Pero, mire
profesor -agregó María- cuando yo revisé, me di cuenta de que, en esos 18
meses, es decir, en un año y medio, él me había pagado en intereses 360,000
pesos, o sea, casi el doble de la deuda que todavía seguía teniendo conmigo”.
Entonces,
ese cliente de María terminó pagando, en un año y medio 360,000 pesos de
interés más otros 170,000 pesos de saldo de la deuda (con descuento), para un
total de 530,000 pesos. Y eso, que ella le estaba cobrando una tasa de 10%
mensual. Por lo regular es un 20% cada mes.
Lo
anterior pone de manifiesto cuán perjudicial para el bolsillo de la gente
resulta tomar préstamos informales con esas exageradas tasas de interés.
¿Quiénes incurren en esa práctica? Generalmente, aquellos que trabajan en la
informalidad y no tienen acceso a préstamos formales en los bancos, los cuales
cobran tasas de interés que, en el peor de los casos, no pasarían de 36% anual,
es decir, apenas un 3% mensual.
Pero
también lo hacen quienes, estando en la formalidad, han acumulado tantas deudas
de préstamos anteriores o de tarjetas de crédito, que dejan de ser sujetos de
crédito para los bancos y terminan recurriendo al prestamista informal.
Se usa
mucho esa práctica por, además, el préstamo informal tiene la característica de
que solo se pagan intereses durante la vigencia del compromiso y es al final
cuando se debe pagar el capital. Incluso, hay casos como el de aquel cliente de
María, en que se puede exceder el plazo para pagar siempre que se continúen
pagando los intereses. Ese préstamo era a un año y ya tenía un año y medio
pagando, hasta que decidió saldar ese compromiso para no continuar drenando sus
finanzas con la elevada tasa de interés que pagaba.
Hay
algunas personas a quienes el préstamo informal no les afecta tanto, porque
pueden pagar los intereses. Esos son aquellos que se dedican al comercio
informal y generan suficiente dinero para pagar el elevado costo que implica.
Pero, en todo caso, si les alcanza para pagar y les sobra, no se ven en la
necesidad de recurrir al crédito formal, aunque esa forma de vida les implica
un costo que bien podría convertirse en un ahorro.
Para
éstos últimos, el préstamo informal no resulta tan perjudicial. Pero para
quienes son asalariados, tomar préstamos informales cada mes para completar sus
necesidades corrientes, es sencillamente fatal, pues te sumerge en una deuda en
forma de bola de nieve que cada día crece más y te “enlía” más hasta hacer más
difícil encontrar la salida de ese círculo vicioso. Cuidado con eso. Deje de
perder dinero y haga un pequeño sacrificio para saldar lo que debe y convertir
en ahorro lo que actualmente paga de intereses.
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