Nuestra Fe | P. Ciprián Hilario, msc
Homilía para la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San
Juan de Letrán
(Domingo
9 de noviembre 2025)
Queridos
hermanos y hermanas en Cristo:
Hoy
celebramos la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán,
la catedral del Obispo de Roma, el Papa, y madre de todas las iglesias.
Esta basílica, consagrada en el siglo IV, simboliza la unidad de la
Iglesia universal y nos recuerda que cada templo es signo de la presencia viva
de Dios entre su pueblo. Las lecturas de Ezequiel 47,1-2.8-9.12; 1 Corintios
3,9-11.16-17 y Juan 2,13-22 nos invitan a contemplar el templo como lugar
de vida, de fundación sólida y de purificación. Partamos de ellas en 10
puntos clave para iluminar nuestra fe y nuestra misión.
1.-
El agua viva que brota del templo (Ez 47,1-2): Ezequiel ve un río que
sale del lado derecho del templo, simbolizando la gracia de Dios que fluye
desde su morada. En Letrán, dedicada a Cristo Salvador, recordamos que la
Iglesia es fuente de vida espiritual para el mundo.
2.-
Sanación y fertilidad por el agua divina (Ez 47,8-9): Este río
transforma el mar muerto en agua dulce, haciendo abundar peces. Así, la
Iglesia, como templo consagrado, sana las aguas estériles del pecado y produce
frutos de conversión y caridad.
3.-
Árboles frutales a las orillas (Ez 47,12): Los árboles dan fruto
cada mes y hojas medicinales. La Basílica de Letrán nos evoca la Iglesia como
jardín de Dios, donde los sacramentos nutren la vida eterna y curan las heridas
del alma.
4.-
Somos edificio de Dios (1 Cor 3,9): San Pablo nos llama
"campo de Dios, edificio de Dios". La dedicación de Letrán celebra no
solo piedras, sino la comunidad viva que construye el Reino con amor y
obediencia.
5.-
Cristo, el único fundamento (1 Cor 3,11): "Nadie puede poner
otro fundamento que el ya puesto, Jesucristo". Letrán, como sede papal,
afirma que toda iglesia se edifica sobre Cristo, roca inamovible contra las
tormentas del tiempo.
6.-
Somos templo del Espíritu Santo (1 Cor 3,16-17): "¡Vosotros sois
templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en vosotros!". Esta fiesta nos
urge a respetar la santidad de la Iglesia visible y de cada bautizado,
destruyendo todo lo que profane su pureza.
7.-
La purificación del templo por Jesús (Jn 2,13-22): Cristo expulsa a los
mercaderes con celo por la casa de su Padre. En Letrán, renovamos nuestro
compromiso de mantener las iglesias como lugares de oración, no de comercio
mundano o distracciones.
8.-
"Casa de oración" vs. "cueva de bandidos" (Jn 2,16): Jesús cita
las Escrituras para reclamar la santidad del templo. Hoy, la Basílica de Letrán
nos interpela: ¿Es nuestra vida parroquial un espacio de encuentro con Dios o
de intereses egoístas?
9.-
El templo de su cuerpo resucitado (Jn 2,19-21): "Destruid este
templo y en tres días lo levantaré". Los discípulos entienden después de
la Resurrección que Jesús es el verdadero Templo. Letrán apunta a Cristo,
destruido en la cruz y reconstruido en gloria.
10.-
Unidad eclesial en la madre de las iglesias: Estas lecturas convergen
en Letrán como símbolo de la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Desde
el agua vivificante de Ezequiel, el fundamento de Pablo y el celo de Juan,
somos llamados a ser templo vivo, irradiando la luz de Cristo al mundo.
Hermanos,
que esta fiesta nos impulse a vivir como templos santos: purificados por la
Eucaristía, fundados en Cristo y fructíferos por el Espíritu. Que la Virgen
María, Madre de la Iglesia, interceda por nosotros. Amén.


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