
Cuando sectores ultranacionalistas, encabezados por los diputados PelegrÃn Castillo e Ito Bisonó, se concentraban el domingo 27 de septiembre en el Parque Duarte de la zona colonial para pedir que se excluyera el Jus solis de la nueva Constitución, ya estaban decididas las primeras planas de ListÃn Diario de las dos semanas siguientes. Se trataba de una de las campañas mejor pensadas que he podido leer en nuestra prensa en los últimos años.
En estas reflexiones tocaremos solamente un aspecto de lo que se esconde detrás de esta campaña antihaitiana del más rancio trujillismo, que no puede separarse de las oscuras negociaciones de compra del más antiguo de nuestros medios de prensa impresos. Quiero mostrar cómo se manipula el discurso noticioso para enardecer un sentimiento antihaitiano, analizando los recursos tergiversadores con los que se construyeron los titulares principales del ListÃn de esas dos semanas de campaña.
En estas reflexiones tocaremos solamente un aspecto de lo que se esconde detrás de esta campaña antihaitiana del más rancio trujillismo, que no puede separarse de las oscuras negociaciones de compra del más antiguo de nuestros medios de prensa impresos. Quiero mostrar cómo se manipula el discurso noticioso para enardecer un sentimiento antihaitiano, analizando los recursos tergiversadores con los que se construyeron los titulares principales del ListÃn de esas dos semanas de campaña.
1. Primer recurso: introducción sistemática de las palabras “haitianizado” y “haitianización”, asociándolas unilateralmente con comportamientos destructivos, que sólo la fuerza militar puede controlar. Estos son los titulares, perfectamente estudiados, para golpear sistemáticamente en la conciencia de los lectores: “Depredación agresiva en los pueblos haitianizados de RD” (martes 29 de septiembre); “Asentarán a militares en la zona haitianizada” (miércoles 30 de septiembre); “Gobierno va hoy a la frontera a verificar zonas haitianizadas” (jueves 1ro. de octubre); “Cierran escuelas en lugares haitianizados de la frontera” (domingo 4 de octubre); la palabra “haitianización” aparece repetida en los cintillos.
2. Segundo recurso: focalización de los males sociales dominicanos en la presencia de población haitiana, sin hacer mención de las pésimas polÃticas sociales dominicanas. EcologÃa: “Depredación agresiva en los pueblos haitianizados” (martes 29 de septiembre); educación: “Cierran escuelas en lugares haitianizados de la frontera” (domingo 4 de octubre); salud: “Salud de los haitianos le cuesta cada año al paÃs RD$500 mm” (martes 6 de octubre) ; polÃticas focalizadas: “Niños de Haità reciben en RD educación y desayuno gratis” (jueves 8 de octubre); vivienda: “Presencia de haitianos encarece alquiler de casas en ElÃas Piña” (sábado 10 de octubre); trabajo: “Ciudadanos del vecino paÃs también ofertan más barata la mano de obra” (sábado 10 de octubre)
3. Tercer recurso: repetición de los lugares comunes del discurso trujillista-balaguerista: “invasión pacÃfica”; penetración pacÃfica”; “depredación agresiva”.
4. Cuarto recurso: manipulación de las voces alternativas al discurso promovido por la campaña. Mientras el periódico Hoy titulaba la declaración de los Obispos reunidos para trazar el Plan Nacional de Pastoral: “Obispos piden buen trato a los extranjeros” (3 de octubre), el ListÃn titulaba: “Obispos rechazan que RD asuma los asuntos de HaitÔ (3 de octubre). El Hoy destacaba estas declaraciones de monseñor Camilo: “Hablando a nombre de los otros prelados, monseñor Antonio Camilo González, de la diócesis de La Vega, abogó por una solución de las contradicciones entre haitianos y dominicanos. Llamó a trabajar porque imperen relaciones justas con los inmigrantes. Muchos dominicanos sufren cuando se sienten discriminados en Estados Unidos y en Europa. “Todos somos hermanos, hijos de una misma tierra y debe primar el amor”, dijo”. El ListÃn resaltaba una parte de las declaraciones del Cardenal y de Monseñor Ozoria poniendo el acento en que Estados Unidos debe ser el principal responsable de la situación haitiana.
5. Quinto recurso: invocación del fantasma del plan internacional de “fusionar” ambos paÃses para cargarnos con todos los problemas haitianos: “EEUU: Asuntos HaitÃ-RD no son dos cosas aparte. Shapiro plantea que muchas de las soluciones de Haità están en República Dominicana” (viernes 2 de octubre); “Iglesia, JCE y polÃticos rechazan el ‘entronque’ RD y HaitÃ. El Cardenal dijo que a EEUU y a otros paÃses les corresponde hacer más por los haitianos” (sábado 3 de octubre)
Los recursos de manipulación discursiva de esta campaña inmoral del ListÃn son muchos más, pero serÃa necesario más espacio para analizarlos detalladamente, cosa que cumpliremos en un estudio más extenso de corte cientÃfico. Sólo quiero destacar también el artÃculo titulado “El dÃa que quitaron la frontera”, firmado por Edgar Hernández, y entregado en dos partes (1 y 2 de octubre). Adoptando el estilo de las “gestas patrias” de la historia oficial, el autor pinta un avance dantesco de tropas haitianas que todo lo arrasan. El artÃculo acaba describiendo que todo lo narrado era “un sueño” de un militar que se durmió, en vez de estar despierto “como una serpiente”, para parar esta pesadilla que nos quita la paz. ¡La guerra patriota está declarada!
Es preocupante que se alimente el resentimiento contra nuestros hermanos haitianos, culpándolos unilateralmente de nuestros males, especialmente en la zona fronteriza. ¿Por qué tomarlos una vez más como chivos expiatorios? ¿Para legitimar el desastre de Reforma Constitucional? Tenemos que darnos cuenta y reaccionar. El “nacionalismo fraudulento” está más activo que nunca, preside la Comisión Nacional de Etica e influye medios tan importantes como el ListÃn Diario para aumentar la animadversión haitiana en beneficio de sus intereses.
Es difÃcil enfrentar el nacionalismo, sobre todo cuando forma parte de las estructuras de poder de una sociedad y viene auspiciado con tantos recursos propagandÃsticos. Me queda tranquila la conciencia de escribir estas lÃneas, más para la posteridad que para el presente. Llegará un dÃa en que gestionaremos los problemas sociales, a escala mundial, más allá de los estados-nación. Porque lo importante y duradero será el que se defienda la dignidad del ser humano, no su condición nacional; a eso apuntan la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional al que deben someterse todas las polÃticas estatales, también las migratorias. La actitud moral correcta sobre el tema está brillantemente resumida por Benedicto XVI en el número 62 de su última EncÃclica, Caritas in veritate, que corona con esta sentencia conclusiva: “Todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación”.
CARITAS IN VERITATE
62.
Otro aspecto digno de atención, hablando del desarrollo humano integral, es el fenómeno de las migraciones. (…) Podemos decir que estamos ante un fenómeno social que marca época, que requiere una fuerte y clarividente polÃtica de cooperación internacional para afrontarlo debidamente. Esta polÃtica hay que desarrollarla partiendo de una estrecha colaboración entre los paÃses de procedencia y de destino de los emigrantes; ha de ir acompañada de adecuadas normativas internacionales capaces de armonizar los diversos ordenamientos legislativos, con vistas a salvaguardar las exigencias y los derechos de las personas y de las familias emigrantes, asà como las de las sociedades de destino. Ningún paÃs por sà solo puede ser capaz de hacer frente a los problemas migratorios actuales. (…) Todos podemos ver el sufrimiento, el disgusto y las aspiraciones que conllevan los flujos mi-gratorios. ”
Pablo Mella, sj, Centro Bonó
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