Gasto Social y Presupuesto Nacional

El Gasto Social en el Presupuesto Nacional 2010.   Desde hace unos años, el Centro Montalvo viene auspiciando un “Observatorio de Políticas Sociales”, centrado en el análisis y supervisión del gasto social en el presupuesto nacional. Como parte integrante de este observatorio, se vienen desarrollando actividades educativas para que la ciudadanía dominicana reflexione sobre cuatro puntos cruciales: 1ro.) La importancia de conocer el presupuesto nacional en su diseño y ejecución, para entender y explicar muchas de las cosas que suceden en nuestro país; 2do) El hecho de que el presupuesto revela las verdaderas opciones políticas de nuestros gobernantes y el modelo de sociedad que promueven, así como los sectores que realmente desean beneficiar; 3ro.) La mentira de que el presupuesto nacional sea algo extremadamente técnico, inalcanzable para la comprensión de no economistas: 4to.) La verdad de que lo que no está consignado en el presupuesto es promesa vacía, demagogia.
Analicemos qué ha sucedido con el presupuesto de 2010, para conocer los planes reales de nuestros gobernantes.

1. ¿Está diseñado el presupuesto de 2010 para luchar contra la pobreza y la desigualdad?
En una sociedad tan desigual como la dominicana, el presupuesto nacional debe estar orientado en primer lugar a mejorar la vida de los más pobres, que componen la mayoría de la población. ¿Ayudará el presupuesto de 2010 a romper la inequidad existente?
Antes de responder directamente esta pregunta, los técnicos del Observatorio del Centro Montalvo nos invitan a plantearnos una pregunta previa: ¿cómo se financia el gasto público? Es decir, ¿de dónde saca el gobierno el dinero que gasta? Porque en realidad, el presupuesto es la Ley General de Ingresos y Gastos del país. Al responder esta pregunta, nos daremos cuenta de quién carga más pesado para pagar las facturas del gasto público.
Los Estados modernos tienen cinco fuentes fundamentales de recursos financieros:
a) El cobro de impuestos (ingresos tributarios)
b) El cobro de tasas y tarifas por servicios (por tanto, ingresos no tributarios… p. ej., pago del agua y la electricidad… aunque sea por debajo de precio del mercado)
c) Donaciones y transferencias
d) El endeudamiento público (préstamos internos o externos, emisión de bonos)
e) Emisión monetaria (los famosos “pesos inorgánicos”, actualmente en desuso)
Históricamente, la fuente principal de ingresos de nuestros gobiernos ha sido los impuestos, es decir, el ingreso tributario. Esta fuente de recursos ha venido perdiendo fuerza con el tiempo, porque ha crecido en importancia el recurso a operaciones financieras (crédito en forma de préstamos o de emisión de “bonos soberanos”).
Ahora bien, los ingresos tributarios se han nutrido históricamente principalmente de impuestos indirectos, no de impuestos directos. Los impuestos directos son los que gravan directamente la riqueza de las personas. La fuente de financiamiento de los gobiernos ha sido inequitativa, pues ha gravado las operaciones comerciales normales de todos los días, no la riqueza.
En el período comprendido entre 1991 y 2009, el 23% de los ingresos fiscales ha correspondido a impuestos directos, mientras el 70% a impuestos indirectos. Además, debe de tomarse en cuenta que las empresas que podrían tributar suelen tener exenciones. Desde hace dos años, se cuenta con una nueva ley para beneficiar a los industriales dominicanos, la Ley 392-07, que vendría a ser una nueva versión de la Ley 299 de los años 60, ahora en el contexto de la ideología de la competitividad de la economía capitalista global.
Como veremos, el presupuesto de 2010 sigue esta regla histórica. Con esta observación obtenemos la primera pista para responder negativamente si el mismo lucha contra la desigualdad. Y esto a pesar de que en el país el nivel de exención de impuestos sobre los salarios es razonable (actualmente, sólo se cobra renta a los que ganan más de 29 mil 100 pesos).
Esta desigualdad en la recaudación de impuestos ayuda a comprender un dato curioso en la economía dominicana y criticar su modelo de desarrollo. Nuestro país ha tenido un creciente aumento del PIB, por lo tanto, de la riqueza global. Pero, ilógicamente, las recaudaciones no han aumentado al mismo ritmo. Se concluye que el modelo tributario dominicano es regresivo, es decir, carga el peso del gasto público sobre los más pobres, y que la creciente riqueza dominicana no se está redistribuyendo para lograr una sociedad más igualitaria.

2. Una mirada sobre el financiamiento del presupuesto de 2010
El presupuesto de 2010 es el mayor de la historia dominicana; asciende a casi 379,000 millones de pesos. Mostremos ahora cómo el modo de financiarlo no rompe con la tendencia histórica antes explicada. Los ingresos tributarios aportan un 64% del total de los ingresos. Y nuevamente, predominan los impuestos indirectos sobre los directos. El peso porcentual de los impuestos directos representa sólo un 18% del total. El 15% corresponde al impuesto sobre la renta; y sólo el 3.1% corresponde al patrimonio y la riqueza.
La otra gran fuente de financiamiento del presupuesto de 2010 será el endeudamiento. El 21% se piensa financiar con préstamos externos, y el 9% con préstamos internos. Es decir, el 30% del gasto del gobierno se financiará con préstamos. Como veremos con más detalle a seguir, esto compromete seriamente el gasto social.

3. Perspectivas para el gasto social en 2010
¿Qué perspectivas tenemos para el gasto social? Dependerán de los ingresos reales que tenga el gobierno. El gobierno debe ingresar en promedio unos 31,580 millones mensuales. En enero 2010, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) no cumplió con la meta que tenía, recaudando RD$800 millones menos de lo que tenía proyectado. Su tarea mejoró para febrero de 2010, logrando captar RD$379 millones más de lo que tenía calculado para ese mes, pero no consiguiendo compensar los 800 millones que dejó de recaudar en enero. La DGII debe recaudar el 75% de los ingresos tributarios del gobierno, ascendiendo a un total de RD$192.3 mil millones. Es decir, debe recaudar un promedio mensual de RD$16 mil millones. A partir de los ingresos reales del gobierno en enero de 2010, se puede estimar un déficit de cerca de 24 mil millones en los ingresos.
Las cosas se complican más porque todavía hay deudas con contratistas privados. Para este año, se adeudarán más de RD$51,500 millones con contratistas, sin considerar otras deudas internas y las que se contraerán por préstamos. Honrar estas deudas representará cerca del 30% del presupuesto de 2010. Es decir, el gobierno está descansando casi un tercio de su presupuesto sobre endeudamiento interno y externo. Ya en marzo se aprobaron a todo vapor bonos soberanos por mil millones de dólares, con la sospecha que tiene dicha aprobación en un año electoral. En diciembre, el Ministro de Economía había anunciado la emisión de bonos por 600 millones de dólares; la diferencia es enorme. Existe la desconfianza de que este endeudamiento externo se use para financiar de algún modo la campaña electoral, no para desarrollo humano, además de situar al país como una economía poco confiable para la inversión extranjera.

4. El gasto social proyectado
Con un escenario tan limitado de ingresos, y sabiendo que el actual gobierno vive soñando con el progreso tecnológico, el gasto social de este año está seriamente comprometido. La segunda línea del metro, un gasto absurdo sabiendo de los resultados muy negativos de la primera línea, es un testimonio de esa indolencia social.
Pero el gasto social está comprometido desde los mismos cálculos iniciales. Su participación porcentual en el presupuesto 2010 ha bajado con relación al año anterior. En 2009, ascendía a 39.8% del total del presupuesto nacional; este año es solo de 38.9%. Si bien aumentó ligeramente el gasto presupuestado en educación y salud (0.2% y 0.4% del PBI respectivamente; se sigue violando la Ley de educación que establece el 4%) se redujo en deportes, recreación y religión, en asistencia social, en servicios municipales y, quizá lo más grave, 0.3 % en seguridad social. Permanecieron iguales vivienda y agua potable y alcantarillado. Teniendo en cuenta el serio déficit acumulado en todos estos aspectos, no esperemos una mejoría sustancial de la calidad de vida de los dominicanos en este año.
No es lo mismo, ni es igual / Pablo Mella. Bonó, Espacio de Acción y Reflexión