AL: Crisis al doblar la esquina

Actualidad mundial | Ramón Arturo Guerrero.

América Latina: crisis acecha al doblar la esquina 
“La devaluación del yuan ha ocasionado desplomes en los precios del oro ya que su valor está afectado por las inmensas reservas que tiene China cuyo valor estimado anda por los 3.65 trillones de dólares”. Dr. Virgilio Malagón Álvarez, economista dominicano
China arrastra al mundo
La noticia económica que domina los titulares de prensa durante las últimas semanas es la devaluación del yuan, la moneda china, y sus consecuencias para la economía mundial. El significado directo e inmediato de la devaluación del yuan es su efecto sobre la economía estadounidense, a la cual coloca en desventaja competitiva mientras aumentarían las importaciones de mercancías chinas, creando desempleo y desacelerando la anhelada recuperación económica de ese gran país. Esta medida conduciría finalmente a una contracción económica mundial debido a que China estimulará una disminución en los precios de bienes y servicios a una escala temible.
En el periódico digital Acento.com.do del 18 del mes pasado el destacado economista dominicano Dr. Virgilio Malagón Álvarez ofrece un resumen de la situación interna de China que da origen a las medidas tomadas por el gobierno del gigante asiático, vale decir, por la dirigencia del Partido Comunista Chino: “Nadie competía con China mientras pagaba un salario que representaba una proporción muy baja de la media mundial. Permitió que el gobierno, dueño de casi todas las grandes empresas, en tres décadas se adueñara del ahorro mundial y subiera al primer lugar en la escala mundial de inversión…ahora es el principal comprador de bonos y papeles del Tesoro de los Estados Unidos. Después de dos décadas de crecimiento constante… China enfrenta un cambio excepcional en su devenir económico. Su población económicamente activa va en declive lo que implica que más personas pasarán a ser de “la tercera edad” y las mismas tareas productivas tendrán que ser realizadas por menos personal. De ahí que a los “económicamente productivos” habrá que pagarles más, aumentando el costo de las nóminas. En otras palabras, la demanda por bienes y servicios se verá afectada al reducirse la población activa. A partir del 1º de septiembre de 2002 China implementó la Ley de Planificación sobre la Población y la Familia. El impacto sobre la fuerza laboral y su renovación generacional ha sido beneficioso para ellos en el corto plazo, pero fatal para el futuro cercano. Al devaluar su moneda, China controlará la demanda por divisas duras como el dólar y el euro. Este impulso a las exportaciones aumentará las ganancias de las empresas atrayendo más inversionistas locales y extranjeros. De ahí que podrían crearse más puestos de trabajo, pero más costosos”.
América Latina depende de China y EEUU
El alto crecimiento chino elevó el precio de las materias primas, lo que por años benefició a las economías extractivistas de Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Perú y Venezuela. Ahí yace la razón de que América Latina evadiera el impacto de la crisis financiera de 2008 que golpeó fuertemente a Estados Unidos y sumiera a Japón y la Unión Europea en un marasmo del que todavía no se recuperan. El costo fue la alta dependencia de nuestros países de los zarandeos de la economía china. Si el Producto Interno Bruto (PIB) chino acelera un punto porcentual, el de América Latina sube 0.7 puntos porcentuales. Sin embargo, el modelo chino perdió competitividad cuando sus salarios se triplicaron, una señal de ello es que muchas industrias de zona franca están regresando de Asia a nuestra región. La devaluación china reduce inmediatamente las ventas de la región. En cuanto a nuestra relación con los Estados Unidos, cuando aquel país decrece su PIB un punto porcentual el nuestro desacelera 1.5%. Nuestros países no han hecho las reformas económicas que los hagan independientes, concentrándose en cambio en fortalecer el extractivismo (la extracción de materias primas y productos poco elaborados); Venezuela es el mejor ejemplo, la caída de los precios del petróleo, aunada a la guerra económica implacable que libra con EE. UU, ha colocado a ese país al borde del estallido social.
Europa no se recupera
Otro factor que amenaza la capacidad de América Latina para sortear una crisis económica de envergadura es la situación anémica de las economías de Europa y Japón. La falta de vínculos importantes con el resto de los BRICS (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica) no nos ayuda en nada.
El motivo por el que la situación china está causando estragos en los mercados es sobre todo por la fragilidad de la economía mundial, sustentada en la especulación de las bolsas de valores. La pugna alrededor de Grecia es una muestra de ello. Los bancos alemanes no quieren ceder porque de ello dependen sus préstamos tóxicos, que han hundido al país helénico. Y eso es solo una muestra, la más representativa.
EE.UU no puede hacer nada
Por otra parte, es poco lo que puede hacer Estados Unidos para frenar la economía mundial en su camino al despeñadero. La superpotencia hace lo que sea para no perder la hegemonía global, pero es débil frente a su propia situación económica y ante China. En términos generales, la cuestión es compleja para el Occidente entero.
EE.UU pasa ahora mismo por una situación similar a la que condujo a la gran debacle de 1929. Tiene una deuda pública superior a 18 billones de dólares, equivalente a 103% su PIB. El pago de intereses sobre la deuda de 230 mil millones de dólares, implica que cada habitante debe pagar 56,714 dólares, que ha crecido 70% durante la gestión del presidente Barack Obama. Los principales acreedores son China y Japón.
La aceleración de China ha sido tan sorprendente que, entre 2006-2013, EE. UU era el principal socio comercial de 127 países comparado con 70 de China, en el último año las cifras se invirtieron en proporción de 124 a 76.
El dinamismo chino se expresa en que entre 2000 y el 2008 sus importaciones aumentaron 403% y sus exportaciones en 474%, lo que aceleró la actividad de las materias primas de los países llamados dizque “emergentes”, entre ellos Latinoamérica, Asia y África.
RD en la antesala
República Dominicana está entre los países de Latinoamérica que evadió el impacto de la crisis de 2008. Aunque, no en las proporciones que alegan nuestras autoridades, quienes acostumbran a maquillar cifras de crecimiento basadas más que otra cosa en las espectaculares ventas de celulares, la mayoría de ellos maquitos. Nuestra economía, basada en tres pilares: remesas, zonas francas y turismo, va a sufrir. Peor aún, el sector extractivista de nuestra economía, aunque no sea demasiado significativo (oro y níquel), ha comenzado a desplomarse. El gobierno está “sin sitio” ante las ventas de acciones de las mayores compañías mineras. El 20 de agosto el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, informó que actualmente no existe concesión minera para la empresa Americano Nickel Limited, que adquirió el 100% de las acciones del consorcio Glencore en Falconbridge Dominicana. Una amenaza sin base alguna y fuera de lugar, cuando lo que hay que afrontar es la situación del mercado de minerales que está en baja y seguirá en baja mientras la economía china no se reacomode.
En cuanto a la mina de oro, que también vendió acciones, la situación es peor porque enfrenta serios problemas ambientales, a tal grado que el erudito ministro ha perdido el sueño, según confesó en un programa de televisión. Isa Conde, entrevistado por los periodistas Marino Zapete y Edith Febles, de la televisora SIN canal 9, “sostuvo que la búsqueda de una solución a la presa de Cola de Mejitas, que almacena desechos contaminantes desde hace mucho tiempo en Cotuí, no le deja dormir, pero señaló que se ha completado el Plan de Remediación ambiental elaborado por diversas instituciones del sector público y Barrick Pueblo Viejo.
RD y el Informe de la Cepal
La Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal), uno de los pocos organismos internacionales cuya credibilidad no se pone en duda, dice en su informe sobre las perspectivas para el 2015 que: “La dinámica de la actividad económica observada en el primer trimestre de 2015 en los países de América Latina y el Caribe hace proyectar para el año en curso un crecimiento significativamente inferior al 1,1% registrado en 2014. Si bien la desaceleración es un fenómeno generalizado en la región, la evolución del crecimiento ha sido muy heterogénea entre países y subregiones. República Dominicana llegará a 2016 con dos escollos muy fuertes:
• Una apreciable desaceleración de su economía.
• Una previsible crisis de deuda. Tras sustentar en créditos gran parte de las obras públicas, la corrupción y el crecimiento de la nómina estatal, ahora debe comenzar a pagar lo que pronto estaremos llamando “platos rotos”, ese progreso de vitrina que tanto gustan de exhibir nuestros líderes. ADH 793.