La lectura y sus efectos sobre el cerebro
Santa Teresa de Jesús escribió “Lee y conducirás, no leas y serás conducido” reconoció tempranamente la importancia de la lectura activa, pero a su vez le adscribió un rol de empoderamiento a las personas que leen; igualmente que el gran maestro de las letras argentinas y del mundo fue reconocido entre tantas frases por una contundente y lapidaria “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leÃdo”.
La lectura supone un reto inmenso para el cerebro y sus efectos son asombrosos hasta el punto de que puede moldearlo y transformarlo profundamente, es decir que la lectura, activa la neuroplasticidad incluso hasta el final de nuestros años.
Una investigación realizada en una treintena de mujeres analfabetas a las que se les enseño a leer fue publicada en la revista Science Advances reforzo la idea del poder de la neuroplasticidad del órgano que rige nuestras vidas podrÃa ser un vector sobre algunos trastornos de la lectura, como la dislexia.
Leer es una capacidad nueva en el desarrollo ontológico del cerebro por lo que no puede estar «grabada» en los genes. Cuando aprendemos a hacerlo, el cerebro debe pasar por una especie de «reciclaje» y las áreas destinadas al reconocimiento de objetos complejos, como las caras, tienen que participar en la traducción de las letras. Y algunas regiones de nuestro sistema visual se convierten en «interfaces» entre lo que el ojo ve y el lenguaje.
Nuevos descubrimientos
La situación es que, hasta ahora, los cientÃficos suponÃan que esos cambios se limitaban a la corteza cerebral adaptándose rápidamente a los nuevos desafÃos, pero resulta que la transformación que provoca abrir un libro y comprenderlo va mucho más allá. Investigadores alemanes del Instituto Max Planck de PsicolingüÃstica y del Max Planck de Cognición humana y Ciencias del Cerebro, junto con cientÃficos indios del Centro de Investigación Biomédica Lucknow y la Universidad de Hyderabad, descubrieron que cuando una persona adulta aprende a leer, su cerebro pasa por una reorganización que se extiende a estructuras profundas en el tálamo y el tallo cerebral. El relativamente joven fenómeno de la escritura humana, por tanto, cambia regiones cerebrales que son muy antiguas en términos evolutivos.
La lectura no es solo un puente para neuroplasticidad es además un caldo de cultivo para futuras investigaciones en el neurodesarrollo, cuando llega el fatÃdico black Friday corremos en masas a comprar televisores inteligentes, al 2 por uno, a mitad de precio, pero los inteligentes son los televisores no los televidentes, porque estas ofertas nunca las vemos en las librerÃas, nos consume el consumismo, el facilismo, la prontitud, el Netflix y si cada hombre viene con su pan debajo del brazo debajo del otro brazo deberÃa traer un libro para que sea dogma y verdad lo que decÃa el epónimo de la poesÃa granadina: Federico Lorca “No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pedirÃa un pan; sino que pedirÃa medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquà violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos”.
Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan y aquà concluyo con mi humilde investidura de cientista y escritora, los hombres son y saben porque el cerebro cambia y seguirá cambiando, no lo dejemos anquilosar en frente de una pantalla inteligente que nos convierte en humanos bobos. ADH 843
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