Rincón
de la Palabra | Hna. Ángela Cabrera, mdr.
La
Misión de Jesús en Galilea: Una reflexión a partir del Evangelio de Lucas
(Lucas 4,14-44; 5,1__9,62)
EN
LA MISMA MISIÓN, JESÚS CONVOCA A SUS DISCÍPULOS MISIONEROS (LUCAS 5,1-11.
27-32; 6,12-16; 8,1-3; 9,1-6). (5)
REFERENCIA
A LOS TEXTOS:
Observamos que, en Lucas, antes de llamar a los discípulos y los seguidores, Jesús ya tiene un recorrido misionero. Este recorrido, su fama, su testimonio, sirven de validez para conquistar el sí de aquellos que apuestan por su proyecto. Si el el testimonio es válido, entonces las vocaciones son fértiles.
Identidad de la persona a quien llama |
En qué momento la llama |
Palabras para la integración al
discipulado |
Respuesta de la persona llamada |
Simón, Santiago, Juan (Lc 5,1-11). |
Estaban
pescando en el lago de Genezaret |
No
temas, desde ahora serás pescador de hombres |
Dejándolo
todo, le siguieron |
El publicano Leví (Lc 5,27-28) |
Sentado
en una mesa, cobrando impuestos. |
Sígueme |
Dejándolo
todo, se levantó y lo siguió |
Conforma el grupo de los Doce: Simón
(Pedro), Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago,
Simón (Zelota), Judas de Santiago, Judas Iscariote (56,12-16). |
Cuando
se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a Doce entre ellos, a los que
llamó Apóstoles. |
Elección
y llamada |
Le siguieron |
Mujeres que habían sido curadas: María
Magdalena, Juana, Susana, muchas otras (8,1-3) |
Habían
sido curadas y sanadas |
Experiencia
de Jesús |
Le
acompañaban |
Espiritualidad Misionera
El maestro de los maestros llama a sus
seguidores para estar con Él. Estando con Jesús es la única vía para vivir el
discipulado. Con el maestro se aprende, se transforma la vida y la existencia,
se nace nuevamente. Estando con Él es la única manera de crecer integralmente.
Cerca de Jesús se puede conocer su manera de pensar, de hacer las cosas, de
cumplir la voluntad de Dios. Pero, el seguimiento de Jesús no es un nido para
encubarse, y ya, sino que es un requisito para tomar vitaminas y salir a la
misión, llevando su palabra en el corazón, como una braza encendida.
Lucas 9,1-6 narra la convocatoria de
parte de Jesús a los Doce: dándoles autoridad y poder sobre los demonios, así
como para curar enfermedades. También, luego de estas señales, les pide que proclamen
en Reino. Observamos que primeros son los signos, luego la predicación.
Les da esta orden: “No tomen nada para
el camino: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengan dos túnicas cada
uno. Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se marchen de allí.
Y si algunos no les acogen, salgan de aquel pueblo y sacudan el
polvo de sus pies como testimonio
contra ellos” (9,3-4).
Puede considerarse que este llamado
misionero a los Doce recoge sintéticamente todo lo que Jesús ha vivido. No le
pide nada de lo que Él ha hecho antes. Y en su propia persona le concede
autoridad y poder. Ellos confiaron en su Palabra y partieron conforme le había
sido indicado.
En Lucas 9,10-17 se narra el retorno de
los misioneros. Vuelven felices donde Jesús para compartirles la experiencia.
¿Usted ha pensado en lo que Jesús hacía mientras los discípulos estaban de
misión? El hecho es que le seguía tanta gente, que la misión no paraba. Era
misión en “gerundio”, o sea, sistemáticamente. De ahí que los “cinco panes y
los dos peces” multiplicados anticipan la llegada del Reino, en medio de su
pueblo, hambriento de pan y de vida.
El texto del envío misionero recuerda a
una persona cristiana, pero que tenía el defecto de quejarse mucho, porque era
muy pobre. Entonces, le fue recordado este pasaje, que habla sobre el despojo
que necesita la persona para ser portador de Buena Noticia. Alguien dijo: “solo
se llena lo que está vacío”. Jesús invita a este vacío de cosas para llenarse
de Dios y su Reino, para poder llevarlo en la vasija del interior. Entonces,
ese hombre quejoso de su pobreza material, se dio cuenta de que realmente
estaba más adelantado que los propios ricos para ser discípulo misionero. En
adelante, no se quejó más, sino que centró toda su atención en estar desocupado
de asuntos materiales para acoger en su vida la Buena Noticia y llevarla a cada
momento, en todos los lugares.
¿QUÉ
NOS PROVOCAN LOS TEXTOS?
Jesús integra a las personas en su
proyecto misionero:
1. ¿Acojo a las personas para que participen de la misión?
2. ¿Involucro a las personas para que se sientan útiles e
importantes en la misión?
3. ¿Les comparto autoridad y liderazgo para que emprendan, con
iniciativas, el proyecto misionero?
4. En este sentido ¿qué estamos haciendo bien y qué debemos
mejorar en nuestra comunidad cristiana?
5. ¿Qué necesitamos llevar a la misión? ADH 840
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