Avivemos nuestra esperanza

Cuaresma | Redacción Amigo del Hogar

Avivemos nuestra esperanza

El tiempo de Cuaresma nos trae siempre el anuncio de la necesaria conversión, para avanzar en el proceso de seguir a Jesús, buscando con sinceridad la transformación de nuestras vidas y el cambio urgente que merece nuestro mundo.

En ese llamado a la conversión resuena la palabra del Señor, quien nos quiere reorientar para que las prácticas cuaresmales expresen formas de relaciones humanas y cristianas auténticas, capaces de acercarnos y provocar la fraternidad y de ese modo, llegar a la Pascua del Señor sintiendo que se transforman nuestras vidas.

Significa recibir la esperanza de Cristo que entrega su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza” 

Nos orientamos por caminos de penitencia, intensidad de la oración, que tiene que ser sincera y humilde; el ayuno, como apertura a las privaciones voluntarias de todo aquello que nos impide dando ya testimonio de la plenitud a la queremos llegar un día, siendo más solidarios, más compasivos, más aproximados al dolor de los demás; el compartir, ese gesto de generosidad, que manifiesta también nuestra apertura a la gratuidad.

En ese caminar, se nos puede olvidar que la cuaresma es también avivar nuestra esperanza. Y en este tiempo difícil, entre fragilidades e incertidumbres, es mucho más necesaria. Dice el Papa en el mensaje cuaresmal que en esa realidad, “hablar de esperanza podría parecer una provocación”.

Sin embargo, “el tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación, mientras que nosotros a menudo la maltratamos”, afirma Francisco en la Carta enc. Laudato si’, 32–33;43–44. Es esperanza la reconciliación que buscamos en este tiempo. “El perdón de Dios, también mediante nuestras palabras y gestos, permite vivir una Pascua de fraternidad”, apunta el Papa en su Mensaje para esta Cuaresma 2021.

¿Qué significa vivir la esperanza en este tiempo litúrgico? Vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el que Dios “hace nuevas todas las cosas” (cf. Ap 21,1-6). Significa recibir la esperanza de Cristo que entrega su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza” (cf. 1 P 3,15). Oigamos la voz de Jesús, sigamos con la Iglesia esta nueva oportunidad de avanzar en el crecimiento de nuestra vida cristiana, abiertos a la esperanza.