Actualidad
Mundial | P. Robert A. Brisman P.
¿Es la ONU injerencista en la soberanía de los Estados? (I)
“El mundo
se divide en tres categorías de personas: un número muy pequeño que produce
acontecimientos, un grupo un poco más grande que asegura la ejecución y mira
cómo acontecen y, por fin, una amplia mayoría que no sabe nunca lo que ha
ocurrido en realidad”
(Nicholas Murray Butler, premio Nobel de la Paz 1931 y miembro del CFR).
Objetivos
de la Organización
La
Organización de las Naciones Unidas (ONU), fue fundada en 1945 después de la
Segunda Guerra Mundial para la defensa y promoción de los Derechos Humanos que
quedó plasmada en su carta de 1948. Dicha carta enunciaba cuatro objetivos
fundamentales: 1- el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales; 2-
el fomento de las relaciones amistosas entre las naciones; 3- potenciar la
cooperación internacional para la solución de problemas económicos, sociales,
culturales y humanitarios, y estimular el respeto a los derechos humanos y a
las libertades fundamentales; y 4- servir de centro que armonice los esfuerzos
de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.
sus decisiones están supeditadas al veto de los cinco miembros permanentes, es decir, a los más ricos del mundo: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido
Pero, teniendo
en cuenta su trayectoria y sus acciones en lo que lleva de existencia dicho
organismo, queda en entredicho que uno de sus propósitos fuera precisamente trabajar
para fomentar la amistad, al menos en el sentido que se le atribuye al término.
Se podría decir que, desde su creación, este organismo supranacional está
rodeado en lo que podríamos llamar un manto de despiste acerca de su verdadera naturaleza,
y que son muchos los que han llegado a cuestionar sus acciones
antidemocráticas. ¿Se ha podido descifrar sus reales intenciones en el conjunto
del concierto de las sociedades, con sus complejidades, donde los medios de
comunicación informan poco o nada? No podemos ignorar que las críticas a dicho
organismo le llegan y llueven por todos lados. Esta organización se ha visto
afectada de manera recurrente por escándalos de corrupción y graves fallas en
el cumplimiento de su mandato.
Veto de cinco
miembros permanentes
Hay que saber
que en realidad la ONU no es un órgano independiente como lo establece en sus
estatutos, sino que sus decisiones están supeditadas al veto de los cinco
miembros permanentes, es decir, a los más ricos del mundo: Estados Unidos,
Rusia, China, Francia y Reino Unido. Según Jan Tibbergen, Premio Nobel de
Economía 1969, considera que los problemas de la humanidad ya no pueden ser
resueltos por los gobiernos nacionales, por lo que necesitamos un gobierno
mundial. Y agrega: “La ONU organiza en su beneficio un futuro gabinete del
mundo y se presenta cada vez más como un super-Estado mundial. Tiende a
gobernar todas las dimensiones de la vida, del pensamiento y de las actividades
humanas, ejerciendo un control cada vez más centralizado de la información y
del conocimiento”. Mientras que el ex representante de la Santa Sede ante
la ONU, monseñor Michel Schooyans, también denunció la nueva ética de los Derechos
Humanos promovida por la ONU a través del documento llamado Carta de la Tierra:
“Es un instrumento ideológico utilizado para legitimar políticas de control
de la población a escala mundial, especialmente de los más pobres, pues comen y
no producen. Desde hace 30 años hay una nueva teoría según la cual los Derechos
Humanos deben someterse a los imperativos de la tierra. Se trata de una
reformulación de la doctrina maltusiana que dice que no hay suficientes
recursos para alimentar a todos los hombres. Desde el s-XIX se sabe que el
maltusianismo es falso. Sirve para justificar (una justificación
anticientífica) políticas que no quieren revelar su verdadera cara: no queremos
una población vieja, de minusválidos y enfermos”. El mismo monseñor Schooyans,
alertó en otra ocasión que, bajo el disfraz de la responsabilidad compartida y
de la globalización, la ONU invita a los Estados a limitar su soberanía y a
profesar un pensamiento único.
Ayudas y
préstamos condicionadas
Cuando el
Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional conceden ayuda y préstamos a
bajos interés a los países en vías de desarrollo que lo solicitan, deben a
cambio integrar estos países sus planes antinatalistas. ¿Les parece
coincidencia lo que viene sucediendo en la actualidad con esta crisis mundial
de salud con el virus covid-19, sus vacunas, sus medidas protocolares sociales
de confinamiento, distanciamiento social, toque de queda, el uso de mascarilla,
uso de gel para manos, etc., disque para ayudar a frenar la propagación del
mismo en las naciones y la exigencia de estos organismos de empréstitos
internacionales de que los gobiernos declaren el estado de emergencia en sus
países para poder acceder a préstamos rápidos y blandos? Pensemos en el caso del
presidente de Bielorrusia que se negó a someter a su país a estas medidas
dictatoriales porque era la condición de los organismos internacionales de préstamos
para acceder a ayudas económicas.
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