Como Humanos | Maricruz Howley/ADH
¿Por qué
lloramos?
“Lloramos
por alegría, tristeza, empatía, por impotencia ante alguna situación injusta,
irritante o simplemente por pelar cebollas”.
Al nacer
lloramos, con este llanto nos comunicamos con el mundo por primera vez y
hacemos saber que nuestros pulmones están aireados y tenemos vida.
Nuestros
primeros años de vida nuestra forma de comunicamos para que nuestras necesidades
sean atendidas es a través del llanto. Lloramos por hambre, por dolor, por
sueño, porque nos sentimos incómodos, nos ensuciamos y necesitamos limpieza,
incluso porque la voz de mamá nos causa emoción.
Aunque la
mayoría de las veces no nos damos cuenta lloramos casi todos los días, incluso
al dormir, estas lágrimas son conocidas
como Basales. Son las que nos ayudan a mantener nuestros ojos
húmedos y limpios.
Otro tipo de lágrimas son las de Reflejo.
Estas aparecen cuando algunos olores muy fuertes irritan nuestros ojos. Su
función es crear una capa que proteja el iris de estos agentes extraños y
fuertes. Por lo general cuando aparecen son incontrolables y en gran
cantidad. Un ejemplo de esto es cuando pelamos una cebolla. Su olor es tan
fuerte que causa que los ojos se enrojezcan y se pongan acuosos y lloramos.
Al crecer el llanto adquiere más significado, lloramos
por alegría, tristeza, empatía, impotencia ante alguna situación injusta,
irritante o simplemente por pelar cebollas. Las lágrimas están
compuestas por sustancias como enzimas, aceites y anticuerpos y, a su vez cada una tiene otros componentes
específicos para su función. Con esto suplimos necesidades que tenemos como
seres humanos. Lloramos para comunicarnos, equilibrar nuestra salud
y emociones y para mantener nuestros ojos sanos.
Las lágrimas que al principio de nuestras vidas
sirvieron como mecanismo de comunicación ya no sólo las producimos para dar a
conocer nuestras necesidades, sino también para expresarnos, liberar nuestro
cuerpo de estrés y ayudar en el equilibrio de nuestras emociones. Estás
lágrimas se conocen como Emocionales y nos ayudan a entender y
responder por qué lloramos cuando estamos tristes o felices.
Las lágrimas
emocionales contienen ciertos tipos de hormonas como la
leucina encefalina, la cual es un calmante natural que produce el cuerpo. Esto
genera que llorar por una emoción fuerte, como la tristeza, sea una de las
formas que tiene el cuerpo para manejar aquella emoción y luego de este llanto podamos
sentimos aliviados.
Así mismo
podemos llorar de alegría. El llanto de alegría aparece más tarde. Es un
llanto más solidario, más maduro. Puede ser personal pero también
puede ser compartido y empatizar con los demás al compartir experiencias de
vida comunes. El llanto de alegría refuerza nuestra condición humana y nos
reconforta. Nos fortalece.
No debemos
sentir vergüenza por llorar, el llanto nos hace sentir mejor, nos libera, lo
podemos compartir en las tristezas o las alegrías. No olvidemos nunca que al
nacer nuestra primera señal de vida es el llanto y nuestra forma primaria de
comunicarnos también es el llanto.
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