Deudas sociales históricas

Actualidad | Prensa CELAM

“Las sociedades latinoamericanas están atravesadas por deudas sociales históricas”

 

El argentino Agustín Salvia, laico, sociólogo e integrante del equipo de asesores del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), en el marco de la 38ª Asamblea General, ha presentado ‘La cuestión social bajo el escenario covid-19 en América Latina’, un análisis para “descifrar los signos de los tiempos -tanto presentes como futuros- en nuestra región”.

 

“Se nos abre una Iglesia en salida-sinodal que nos invita a un caminar transformador.  Para ello es fundamental un reconocimiento profundo, realista y acertado de la realidad social latinoamericana. En este sentido, creemos que hacer visibles nuestras deudas sociales habrá de contribuir a este objetivo”, ha explicado.

 

Por ello “las sociedades latinoamericanas están atravesadas por deudas sociales históricas y que tanto ayer como hoy es necesario un cambio de estructuras, porque nuestro sistema económico, social, político y ambiental, no sólo no es justo, tampoco es sostenible”.

 

Desafíos de la Iglesia

El especialista planteó el desafío de “poder hacer realidad los sueños del Papa Francisco” expresados en la exhortación Querida Amazonía, como también asumir el llamado del Santo Padre a un cambio de mentalidad.

 

Por tanto “queremos destacar la importancia que tiene la globalización de la esperanza en contraste con la globalización de la exclusión, poniendo fin al modelo del descarte, para comenzar a construir un orden social basado en el bien común”.

 

Otro aspecto que ha destacado es que “las deudas sociales crecen al mismo tiempo que aumentan las desigualdades sociales”, en tanto “la pandemia Covid-19 es un evento más, en un mar de pesadillas que golpean desde hace tiempo a la región. Una situación muy bien representada por la idea de fragilidad expuesta por el equipo teológico-pastoral”.

 

Pesadilla económica del continente

Salvia ha mencionado la pesadilla económica del continente: “En 2019 el crecimiento del producto bruto mundial fue 2,8%, en América Latina el crecimiento fue nulo”. En cuanto a lo social explicó que “en 2019, el 30,5% de la población latinoamericana era pobre”.

 

Mientras que un 11,3% vivía en condiciones de pobreza extrema, por lo que sus ingresos no les permitían cubrir las necesidades alimentarias básicas, sumado a los estragos de los desastres naturales en los últimos 20 años para un total de 152 millones de personas afectadas.

 

Todo este panorama ha sido agudizado gravemente por la pandemia del Covid-19. ¿Causa de fondo? –inquiere– al respecto añade: “50% de los ocupados pobres con trabajo precario o informal, o desocupados 140 millones de trabajadores descartados por un sistema económico excluyente”.

 

En definitiva “la pandemia está transformando de manera regresiva la ya compleja e injusta realidad de nuestras sociedades. Por ahora, de esta crisis no estamos saliendo mejores. Por eso mismo, un mejor vivir bajo una ecología integral basada en el bien común es un sueño que debemos construir”.

 

La difícil situación política

Salvia también ha mencionado los desastres en el campo político y cultural, producto de las “diversas formas de autoritarismo o populismo junto a una extendida corrupción. A la vez que recetas individualistas siguen encandilando a muchos jóvenes, junto a un avance destructivo del narcotráfico y del crimen organizado”.

 

“En 2020, cayó la ocupación y aumentó la tasa de desocupación. Se estima una pérdida de 47 millones de empleos durante el año pasado. Los más afectados han sido los trabajadores informales. Y entre ellos, los jóvenes, las mujeres y los trabajadores de más baja calificación”, indicó.

 

Ha destacado la difícil situación ante “la falta de soluciones al deterioro de los derechos políticos y civiles en Cuba, Nicaragua y Venezuela, a lo que se suma la crisis humanitaria en este último país”.

 

También ha advertido sobre “el surgimiento de nuevos populismos, el aumento de las protestas sociales y las represiones desatadas en países con sociedades fragmentadas como Chile, Bolivia, Perú, Paraguay, Ecuador, y ahora Colombia”.

 

“En época de pandemia aumentaron los asesinatos generados por el narcotráfico, aumentó la inseguridad ciudadana, crecieron los femicidios y la muerte de miles de niños inocentes por nacer. No hubo justicia para millones de excluidos despojados de presente y de futuro. Todas violaciones a los derechos a la vida, todas ellas evitables”, demandó.