Matrimonio y Familia | Diácono Julián Tavárez
Actitudes fundamentales para el amor
Para poder vivir una verdadera relación de amor,
es necesario que cultivemos unas actitudes que serán fundamentales y que deben
estar presentes en cada persona. Estas actitudes vividas y compartidas, hacen
posible una relación de amor constructiva y personalizada. Ahora las vamos a
mirar desde el punto de vista del matrimonio.
- autoestima,
tener una suficiente consistencia en sà mismo como persona; saberse y sentirse
digno y merecedor; sentirse capaz de disfrutar y gozar. Saberse merecedor del
amor del otro porque es generoso y es capaz de amar gratuitamente.
- autoaceptación
, versus rechazo de la propia identidad, de secuencias de la propia historia.
Toda forma de auto-rechazo provoca malestar; y repercute en la relación. El
amor a sà mismo es la condición previa para poder dar y recibir el amor de los
demás.
- autocontrol,
versus reacción. El control de los propios sentimientos , de las palabras y las
acciones es indispensable para vivir relaciones adultas. Las personas meramente
reactivas, aun cuando lo disfracen de sinceridad, se vuelven incapaces de vivir
una relación constructiva.
- autonomÃa,
versus dependencia. Ésta dependencia puede venir del infantilismo. Hay personas
adultas en años que son como niños caprichosos. Hay también cónyuges que so
como la hiedra: no se sostienen en sà mismo, venden su autonomÃa al precio de
la comodidad de no tomar decisiones.
- autorrespeto,
es decir honestidad y sinceridad con uno mismo. Evitar toda forma de simulación
o engaño en la comunicación. No engañarse a sà mismo protestando amor y ternura
allà donde no existe; simulando cercanÃa, allà donde el corazón se siente
distante. No auto-engañarse acerca del cónyuge, diciendo, por ejemplo:
“miénteme, dime que me quieres”.
- autoconfianza
de saberse capaz de dar amor, de gestionar su vida; confianza en que su vida
está bien, que es bueno que él o ella exista. Que es reconocido.
- autoconciencia,
saber quién soy, cómo me comporto, cómo reacciono, qué me lleva a vivir en
relación, qué busco en la otra persona.
- autorrevelación,
capacidad de decirme, revelarme en lo que siento y en lo que vivo, en lo que
espero y lo que amo, en mis sueños y frustraciones.
- autoexigencia,
frente a la pasividad y la espera. La relación de amor hay que crearla,
gestionarla; es fruto de la interacción de dos personas adultas. Uno no puede
dejarse llevar simplemente. Tiene que empeñarse en dar lo mejor de sà mismo.
Necesitará poner en juego la mejor gratuidad, la mejor capacidad de perdonar y
seguir adelante.
- autorrealización,
no a pesar del otro o en conflicto con el otro, sino en relación con la otra
persona, viviendo la diferencia como complementariedad y como regalo; no como
amenaza de la que hay que defenderse.
- autodonación,
de sà mismo, del propio afecto e intimidad, no solo de la actividad y de los
bienes exteriores; donación de la propia intimidad que incluye la propia
vulnerabilidad, allà donde uno sabe que puede ser herido.
- autoperdón:
uno tiene que haber aprendido a perdonar los propios errores para poder estar
abierto al perdón del cónyuge. El auto-perdón es la fuerza capaz de eliminar el
rencor, los resentimientos. Es capaz de liberar del peso de las heridas de la
propia historia. Es entonces cuando la relación de amor conyugal es una buena noticia.
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