Reforma migratoria para Centroamérica y México

Fe y Vida | Maricruz Howley/ADH

 

Reforma Migratoria para Centroamérica y México

 

Mediante una carta dirigida al arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, al cardenal Rogelio Cabrera López de México, al arzobispo Gonzalo de Villa Vásquez de Guatemala, al arzobispo Ángel Garachana Pérez de Honduras y al arzobispo José Luis Escobar Alas de El Salvador firmada por grupos de América Latina y Estados Unidos que trabajan con migrantes piden a sus conferencias episcopales “escuchar los gritos de nuestros y hermanas en movimiento y responder con una respuesta eficaz para la reforma migratoria ante el Congreso de EE.UU.”

Buscar un camino para la ciudadanía de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que por generaciones han vivido en Estados Unidos con estatus ilegal

Ante la promesa de EE. UU., en su nueva administración de abordar las causas de la migración este es el mejor momento, una oportunidad única para mejorar el dolor y sufrimiento que han soportado durante mucho tiempo los migrantes. Es momento de una respuesta humana de toda la iglesia regional que sea unida y fuerte.

 

Una respuesta humana pues debido al aumento de la migración a causa de la sequía por el cambio climático, la inestabilidad política, la pobreza y la suma de la pandemia y sus consecuencias económicas aumentan el número de personas de Centroamérica a EE. UU., ante esta realidad pedimos una respuesta pastoral que ayude a dar refugio seguro a los que viajan de tránsito y esperan la solución de sus casos migratorios, pedimos más apoyo para integrar a los niños y familias al llegar a sus nuevas comunidades o su regreso a casa. Es importante buscar una vía para la ciudadanía de aquellos que pueden no estar en el país con permiso.

 

Es necesario buscar un camino para la ciudadanía de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que por generaciones han vivido en Estados Unidos con estatus ilegal y con su liderazgo pastoral podemos enfrentar la demonización de los inmigrantes y reducir la polarización del tema y atender de forma práctica y moral para una plena inclusión social.

 

Igualmente necesitamos asegurarnos que las organizaciones católicas locales y sus socios en la región trabajen asegurando que los 4,000 millones de dólares que EE. UU., usará en los próximos cinco años para abordar las cusas fundamentales de la migración desde Centroamérica lleguen a las personas y comunidades que realmente lo necesiten acorde con las prioridades y planes locales.

 

Finalmente, la carta pide que haya un liderazgo coordinado de la iglesia en Estados Unidos, México, Honduras, El Salvador y Guatemala para un impulso muy necesario a estos esfuerzos que ayudarían en la canalización de recursos para las comunidades locales de las que la gente huye y crear oportunidades económicas, reducción de la violencia y ayudar a los pequeños agricultores en la adaptación del cambio climático. Y nos recuerda que “Jesucristo sigue presente en el movimiento de las personas a través de las fronteras, en especial de las que huyen en busca de protección y de una vida más digna”.