Compartir nuestro tiempo como madre y mujer de trabajo

Familia | Maricruz Howley/ADH

Compartir nuestro tiempo como madre y mujer de trabajo

 

De niños todos pensamos qué vamos a ser de grandes. Recuerdo perfectamente sin pensarlo dos veces “doctora”, pero también pensaba en ser mamá y tener dos hijitos a los cuales cuidar y dar mi amor, pensado y visto así es sencillo, pero la realidad de ser madre y mujer de trabajo es dura y requiere de mucha capacidad, inteligencia, paciencia, fortaleza, sacrificios, perseverancia y sobre todo mucho amor.

 

En la actualidad ser madre y trabajadora remunerada suelen ir juntos debido a la situación económica, aunque estemos casadas, la mayoría de las veces un solo sueldo no alcanza para los gastos en casa y también debemos trabajar para compartir gastos y tener una mejor calidad de vida. Esto significa sacrificar parte de nuestro tiempo como madres para el trabajo, pero cómo podemos compartir nuestro tiempo entre ser madre y el trabajo sin que uno afecte al otro.

 

Debemos empezar por poner límites entre nuestro trabajo y la familia en nuestra labor de madre, pues si nos dejamos llevar el trabajo puede acaparar todo nuestro tiempo y energías. Para evitar esto lo primero que debemos hacer es nunca llevar el trabajo a casa, el trabajo y el estrés laboral debemos dejarlo fuera de nuestro hogar.

 

Nuestro hogar es el lugar donde encontramos paz, entendimiento, tranquilidad, donde nos sentimos acogidos y podemos compartir tiempo con nuestros seres amados y es el lugar donde sembramos semillas para cultivar valores en nuestros hijos para que sean seres humanos de provecho para ellos mismos y sus semejantes.

 

Para respetar y compartir nuestro tiempo en familia podemos armar un calendario de citas con colores llamativos donde marquemos los días y los horarios en los que tendremos este valioso tiempo para compartir en familia. En este calendario podemos agendar días de juego al aire libre, de juegos en casa, noches de pijamas, de películas, el día de la Iglesia, podemos variar y diversificar nuestros días familiares de forma dinámica con diferentes actividades en las que todos participen.

 

De este modo podemos compartir nuestro tiempo laboral con nuestro tiempo familiar sin que dejemos uno por el otro y podamos alcanzar nuestras metas como mujeres trabajadoras, pero sin descuidar nuestro tesoro familiar y encontrar realización en ambas labores.